
Su criado, no obstante, le recuerda que “el dinero es la magia más poderosa que hay” y Mr. Gregory se ve obligado a volver a la prosaica realidad del escenario: al clásico conejo, al pañuelo o la mesa bajo cuyo mantel aparece un pebetero ardiendo. Si acaso, entre aficionados, se permite el lujo de mostrar la siniestra cuerda de tres nudos, un artilugio utilizado en Francia para dar garrote a la víctima. Como se trata de una producción verdaderamente modesta todos los trucos están resueltos por corte; de modo que ni siquiera hay ocasión de observar a un ilusionista en acción.
La verdad es que poco importa. La película es recomendable por otros motivos que descubrirán si se pasan por El Desván del Abuelito –cosa que les recomendamos fervientemente-, donde encontrarán un comentario tan acertado como ilustrativo.
Sr. Feliú
The Strange Mr. Gregory (1945) Producción: Monogram Pictures (EEUU)
Director: Phil Rosen
Argumento: Myles Connolly.
Guión: Charles Belden.
Intérpretes: Edmund Lowe (Míster Gregory / Lane Talbot), Jean Rogers (Ellen Randall), Don Douglas (John Randall), Marjorie Hoshelle (Sheila Edwards), Frank Reicher (Ryker, el mayordomo), Jonathan Hale, Robert Emmett Keane, Frank Mayo, Fred A. Kelsey, Anita Turner, Tom Leffingwell.
61 min. Blanco y negro.
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