Il viaggio di Capitan Fracassa (El
viaje del capitán Fracassa, 1990), Ettore Scola
La más desoladora adaptación de
la novela de Teóphile Gautier es obra del italiano Ettore Scola. También la más
consciente del material que trata. Por eso la película se abre y se cierra en
la embocadura del escenario y uno de los comediantes (Massimo Troisi) asume
directamente el papel de Polichinela. No en las farsas que representan, sino en
la vida. Vida fingida al cabo porque ya hemos dicho que estamos en una
representación de commedia dell’arte.
La novela de Gautier llevaba
tiempo en la cartera de proyectos de Scola. De hecho, el personaje interpretado
por Serge Reggiani en La terrazza (La terraza, 1980), responsable del
departamento de proyectos de la RAI se ve obligado a bregar con un joven
director que ha realizado una adaptación que pretende exponer las nuevas
relaciones entre los actores y la sociedad. Por supuesto, la escena de la
muerte de Matamore ha desaparecido porque al jovenzuelo no le parece
importante.
Como Gance, Scola apuesta por los decorados. Toda la película está rodada en Cinecittà en escenografías descaradamente teatrales que se adecúan perfectamente al tono crepuscular del relato. Más fiel a la letra que al espíritu de la novela de Gautier, Scola aprovecha para hablar de sus propias obsesiones: el paso del tiempo, la Historia, un grupo de personas en un espacio reducido… Por eso es tan fácil relacionarla con La famiglia (La familia, 1987) como con Il mondo nuovo / La Nuit de Varennes (La noche de Varennes, 1982).
El carro de Tespis trae la fantasía a las villas por las que pasa. La compañía actúa para nobles y plebeyos. Y, sin embargo, Scola no se engaña. Los comediantes son mitad pícaros mitad trabajadores hambrientos, pendientes siempre de lo que los poderosos quieran hacer de ellos para su diversión. Al contrario que en la versión de Gaspard-Huit, donde los cómicos se agotaban en su tipo, Scola nos ofrece siempre su trastienda. El arquetipo se queda en el escenario. Por eso no duda en dar la vuelta al argumento. Ésta es la única versión del cuento en la que Isabella (Emmanuelle Béart) no termina en brazos de Sigognac (Vincent Pérez), en un final por inesperado, no menos emocionante.
En un reparto ítalo-francés con
estrellas de primer orden, el gran favorecido resulta Massimo Troisi, magnífico
Polichinela balbuciente, cómico y patético a un tiempo. Él relata la historia y
él verbaliza lo más próximo a una moraleja que pueda tener la cinta. No se
trata aquí de la gran elección entre el arte y la vida, sino entre la ambición
y la modestia. Polichinela opta por la segunda:
—¿Qué prefieres —le pregunta a Serafina (Ornella Mutti)—, la felicidad o la simple satifacción?Serafina ansia ser feliz. ¿Y quién no? Pues, Polichinela. Para él siempre será mejor vivir contento que vivir feliz:—La felicidad se acaba siempre; en cambio, uno puede sentirse moderadamente contento toda la vida.
Il viaggio di Capitan
Fracassa (El viaje del capitán Fracassa, 1990)
Producción: Mario e
Vittorio Cecchi Gori (IT)
Director: Ettore Scola.
Guión: Ettore Scola y
Furio Scarpelli, a partir de un argumento de Vincenzo Cerami, Fulvio Ottaviano
y Silvia Scola, basado en la novela "Le Capitaine Fracasse" de
Teóphile Gautier.
Intérpretes: Vincent
Perez (Baron of Sigognac), Emmanuelle Béart (Isabella), Massimo Troisi (Pulcinella),
Ornella Muti (Serafina), Lauretta Masiero (madame Leonarde), Toni Ucci (Tiranno),
Massimo Wertmüller (Leandre), Jean-François Perrier (Matamore), Tosca D'Aquino (Zerbina),
Claudio Amendola (Agostino), Marco Messeri (Bruyeres), Ciccio Ingrassia
(Pietro, el criado de Sigognac), Remo Girone (Vallombrosa), Giuseppe Cederna, Mariangela
Giordano.
132 min. Color.
Leídas las cuatro reseñas seguidas me ha parecido ver en ellas un descenso de la crueldad a media que van pasando los años pero al mismo tiempo un aumento de la trsiteza y la melancolía.
ResponderEliminarEn fin,no he visto ninguna de ellas por lo que solo hablo de leídas,intentaré remediarlo.
Ya nos dará usted su opinión si puede ver alguna, don angeluco. Nosotros hemos encontrado en las cuatro cosas de interés. Acaso la de Gaspard-Huit resulte hoy un poco plana, pero el hecho de contar en su reparto con tres comediantes de la talla de Rochefort, Noiret y Funes la redime de su excesiva fidelidad al modo de entender el género de capa y espada en los sesenta.
ResponderEliminarGracias por su visita.
Delicioso repaso a la filmografía de Fracasse... Conozco dos versiones, la de Cavalcanti y la de Gance, que me parece una exquisitez estética de primera... hasta su comienzo recordaba las sacras sombras de la Universal...
ResponderEliminarLo que resulta formidable, venerable Abuelito, es la capacidad de sugerencia de una misma obra para servir a cintas tan distintas de intención y concepción.
ResponderEliminarEsperamos que el descanso estival le haya permitido recuperarse de sus muchas fatigas.
Reciba la cordial bienvenida de sus nietos que bien le quieren (y esté atento al buzón que le hemos mandado un regalito que le haga más ameno el regreso)