tag:blogger.com,1999:blog-7199923875568546891.post1536083912643484218..comments2024-02-01T18:36:37.957+01:00Comments on Circo Méliès: Varietés en TimokaUnknownnoreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-7199923875568546891.post-43679186182135485922010-07-22T20:39:50.984+02:002010-07-22T20:39:50.984+02:00Sin duda, un clásico de las troupes liliputienses....Sin duda, un clásico de las troupes liliputienses. Aquneue lo más esperpéntico de la escena que usted describe es... el himno.<br /><br />Gracias de nuevo, sus nietosSr. Feliúhttps://www.blogger.com/profile/17653970145945979347noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7199923875568546891.post-63615856304998930232010-07-22T18:12:52.063+02:002010-07-22T18:12:52.063+02:00Por cierto, que el monstruoso ciempiés hecho de en...Por cierto, que el monstruoso ciempiés hecho de enanos es efecto que vi hace bien poco en una función de El Bombero Torero... así, vestidos de dálmatas, agarrados entre sí como reptando y al son del Himno mde Europa, se despedían del respetable desde la arena...El Abuelitonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7199923875568546891.post-29639343537886519992010-07-20T17:31:52.632+02:002010-07-20T17:31:52.632+02:00Es el peso del símbolo, venerable Abuelito, que, a...Es el peso del símbolo, venerable Abuelito, que, aunque inmaterial, gravita sobre nuestro espíritu. No es extraño pues que la butaca sucumbiese al tiempo que su atribulada psique.<br /><br />Pero ya sabe usted que esto es un sacerdocio. Tan pronto como supimos que había una oportunidad de ver al insigne Eduardini en acción, no paramos hasta lograrlo.<br /><br />Sus nietos le agradecen la visitaSr. Feliúhttps://www.blogger.com/profile/17653970145945979347noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7199923875568546891.post-64133754151120791622010-07-20T16:31:05.980+02:002010-07-20T16:31:05.980+02:00Esta la vi en un cine hace mucho, mucho tiempo, y ...Esta la vi en un cine hace mucho, mucho tiempo, y recuerdo, y es cierto, que casi al final d ela proyección, la butaca donde estaba sentado cedió, como agotada de tanto sufrimiento existencial dando en tierra mis pobres y ancianos huesos... lástima que de la troupe de Eduardini ni me acuerde; no había pensado la conexión Bergman-Lynch, pero tiene usted mucha razón: ahí está, y más fuerte de lo que parece... No en vano ambos han devenido símbolos de eso tan antipático que llaman Alta Cultura...El Abuelitonoreply@blogger.com