Según nos cuentan en Classic Cartoons, estos ratones, dobles de los famosos héroes de Walt Disney, eran los protagonistas de muchos cortos de animación de los estudios Van Beuren en los tempranos años treinta. Su parecido resultaba tan evidente que Walt Disney denunció al estudio, consiguiendo jubilar a esta prometedora pareja. Por suerte, su breve carrera se sitúa justo antes de la fiebre censora del Código Hays y lejos de las manos de Walt Disney, así que en Circus Capers (1930) podemos disfrutar de una Minnie, perdón, una Rita muy besucona que finalmente pone los cuernos al infeliz ratón, lo que nos lleva a disfrutar una vez más de nuestra imagen favorita: un payaso triste cantando Laugh Laugh Laugh, la canción de la película de 1928 del mismo nombre (Laugh Clown Laugh, Herbert Brenon), con música de Ted Fio Rito y letra de Sam Lewis, número 1 del hit parade ese mismo año.
NOS HAN acompañado en nuestra infancia, a los que hemos tenido la suerte de disfrutar del rito mágico de una proyección en familia de 8 o súper 8, en los años sesenta y setenta. Antes, de 1939 a 1960, eran los cortos que precedían la proyección de una película. Y se han prolongado en el tiempo en canales digitales y con versiones cibernéticas que poco o nada tienen que ver con el oficio artesanal que fue, pero que fascinan a nuestros niños de la misma manera que nos fascinaron a nosotros. Son dibujos animados en blanco y negro. Los creadores de "That´s all folks" (Esto es to, esto es todo amigos). Un poco antes de que aparecieran las grandes estrellas de los cartoons como el cerdo Porky, Daffy Duck, Bugs Bunny, Elmer, Sylvester and Tweety, Marvin the Martian, el Coyote y el Correcaminos, Speedy Gonzalez, etc., unos extraños personajes se disputaban el favor del público y el de los estudios y productores. El recorrido de los primeros tiempos de la animación es un camino muy sugerente que os invito a pasear. Los Looney Tunes, también presentados más tarde bajo la marca Merrie Melodies, surgen del deseo de la Warner de promocionar su vasto archivo de música. Los temas musicales son trepidantes y por esto el ritmo de las animaciones es vertiginoso, caótico y con situaciones verdaderamente surrealistas o personajes imposibles. Los Looney Tunes llegaron a su máximo esplendor con Tex Avery que supo revitalizar el estudio dándole un estilo propio y creando nuevos personajes como Porky o el Conejo de la Suerte.Este primer corto es una muestra de la locura de sus creadores y de la viveza de su música. Disfrutad con una galería de freaks realmente absurdos y de una doma de leones perfectamente equilibrada.
I LOVE A PARADE (1932), Rudolf Ising
El personaje de nuestro segundo corto es Buddy, poco más que la versión blanca de Bosko, personaje que sus creadores Harmann & Ising, los animadores originales de los Lonney Tunes, se llevaron cuando abandonaron la Warner. Leon Schlesinger, el productor de la serie tuvo que negociar duro para quedarse con el lema de despedida, pero supo reconducir con éxito el cambio.