24 de mayo de 2024

¿Trapecista y destripador?

Jack, el destripador de Londres / Sette cadaveri per Scotland Yard (José Luis Madrid, 1971)

La coproducción con Italia, la participación de Tito Carpi en el libreto y el asesino misterioso que eviscera a prostitutas con una colección de dagas procedentes de todo el mundo invitan a pensar en Jack, el destripador de Londres como un giallo más. Sin embargo, alguna características particulares de la cinta —la escasa variedad en la puesta en escena de los crímenes, el nulo erotismo de las mismas, el protagonismo de la policía y de varios sospechosos— remiten a la clásica intriga criminal.


En el Londres contemporáneo, alguien está asesinando a las prostitutas y enviando notas desafiantes a Scotland Yard, como hiciera Jack el destripador a finales del siglo XIX. Para el inspector Campbell (Renzo Marignano) y su amigo el profesor Winston Darby Christian (Andrés Resino) el principal sospechoso es Bruno Doriani (Paul Naschy), un ex-trapecista alcoholizado tras sufrir un accidente que lo ha dejado cojo. Para colmo, la segunda prostituta asesinada, era su novia. Pero, alternativamente, los tres protagonistas de la historia podrían ser los culpables, así como un desconocido cualquiera que estuviera jugando al ratón y al gato con ellos. ¿Quién es el psicópata?


La utilización de la cámara subjetiva en los crímenes —el primero parece calcado de Peeping Tom (El fotógrafo del pánico, Michael Powell, 1960)— hubiera sido un buen recurso para que el espectador entrara en el juego, pero la inconsistencia en su utilización por la alternancia de puntos de vista subjetivos y supuestamente objetivos —cámara fija, presencia de un demiurgo omnisciente en el relato— marran totalmente la propuesta. El resultado es una cinta que fue bien acogida en su momento por su pulso narrativo y el rodaje en exteriores londinenses, pero que hoy muestra sus carencias de una manera inclemente: las incoherencias de la puesta en escena, la utilización de piel de cerdo para los insertos gore, la reiteración de planos del Soho rodados sin permisos y con prisas...


Aparte de la amargura, la principal característica del personaje interpretado por Paul Naschy es una patente cojera —aunque en las peleas desaparece—, consecuencia de una mala caída en el circo.


Desgraciadamente, apenas vemos un salto básico ejecutado en plano general por el trío de trapecistas y la caída de Bruno tiene lugar al descender de la red al suelo, lo que pone en entredicho las dotes atléticas del protagonista. El público no existe más allá de unos aplausos en off. No hay reacción por tanto de los espectadores, tampoco de sus compañeros; sólo el hombre caído con su dolor y su impotencia. Claro, que nos encontramos en el territorio subjetivo de la memoria: la secuencia en la que Bruno rememora este trauma, que puso fin a su brillante carrera, está teñida de azul y está precedida y sucedida por sendos primeros planos del actor que se enturbian por la neblina del recuerdo.


Los títulos de crédito atestiguan que los interiores se rodaron en los estudios Balcázar de Barcelona y en los de Dino De Laurentiis en Roma, pero no dan la más mínima pista sobre el circo que sirvió para filmar esta breve escena.

Jack, el destripador de Londres / Sette cadaveri per Scotland Yard (1971)
Producción: Cinefilms (ES) / International Apollo Films (IT)
Director: José Luis Madrid.
Guion: José Luis Madrid, Jacinto Molina, Tito Carpi.
Fotografía: Diego Úbeda
Música: Piero Piccioni
Montaje: Luis Puigvert
Intérpretes: Paul Naschy (Bruno Doriani), Renzo Marignano (el inspector Henry Campbell), Patricia Loran (Lulu), Andrés Resino (Winston Darby Christian), Orchidea De Santis (Sandy Christian), Irene Mir (Belinda), Franco Borelli (el detective Hawkins), Miguel Muniesa (el superintendente Chambers), Teresita Castizio (la niña), Carmen Roger (Violeta), Palomba Moreno (la señorita Sanders), Víctor Vilanova (McMurdo), Maika (una prostituta), Isidro Novellas (Mile), Alfonso Castizo (Robert), Víctor Iregua.
90 min. Color. Techniscope.
 

18 de mayo de 2024

Broadway 1940

Broadway Melody of 1940, Norman Taurog (1940)

Estamos completamente enamorados de Eleanor Powell. No nos cansamos de verla una y otra vez bailando maravillosas coreografías. Aunque esté acompañada por genios como Fred Astaire, solamente tenemos ojos para ella. Por eso iniciamos esta colección de videos con ella encandilando a toda una tropa de marineros. 


La película fue la cuarta y última entrada en la serie Broadway Melody de la MGM, que comenzó con The Broadway Melody original estrenada en 1929 y fue seguida por Broadway Melody de 1936 y Broadway Melody de 1938. Las películas —intentaremos proyectarlas todas en nuestra pequeña sala— no estaban conectadas excepto por el uso de la canción "Broadway Melody" —aunque la de 1940 no incluía el número, pero sí se puede escuchar un poco en los créditos iniciales de la película— y el hecho de que Eleanor Powell protagonizó las películas de 1936, 1938 y 1940, interpretando diferentes papeles en cada una de ellas. Se planeó el lanzamiento de una quinta película de Broadway Melody a principios de la década de 1940, emparejando a Eleanor Powell con Gene Kelly —que la admiraba notablemente—, pero la producción se canceló para nuestra desgracia en la etapa de ensayo. Otra producción se iba a llamar Broadway Melody de 1944, pero en cambio pasó a llamarse Broadway Rhythm. La de 1940 se considera la última película de gran éxito de Powell,y tiene la distinción de ser la primera película no documental con Powell que se lanza en DVD.


La película estaba originalmente pensada para ser una producción en Technicolor, pero debido a los problemas causados por la II Guerra Mundial, finalmente la MGM decidió filmarla en blanco y negro.

Pero no solo por Eleanor tenemos esta película en nuestra lista. Una secuencia inolvidable ha preservado para la posteridad el excelente trabajo de la malabarista Trixie Larue de la que podemos saber más siguiendo el enlace del magnífico archivo de juggle.org

Y para rematar, aquí tenemos otra pieza genuina de auténtico vaudeville de la mano de Arren & Broderick, que también aparecen en una película que nos gustaría añadir a nuestra colección: Calling All Stars (Herbert Smith, 1937), porque hemos tenido la suerte de encontrar de nuevo a la pareja en youtube. Admiren las diferencias.


Broadway Melody
 of 1940 (La nueva melodía de Broadway, 1940)
Director: Norman Taurog
Metro-Goldwyn-Mayer (USA)
Productor: Jack Cummings
Guion: Leon Gordon y George Oppenheimer sobre una historia de Jack McGowan y Dore Schary
Fotografía: Oliver T. Marsh y Joseph Ruttenberg
Edición: Blanche Sewell
Música: Cole Porter, Roger Edens y Walter Ruick
Intérpretes: Fred Astaire (Johnny Brett), Eleanor Powell (Clare Bennett), George Murphy (King Shaw) y Frank Morgan (Bob Casey), Ian Hunter (Bert C. Matthews, Florence Rice (Amy Blake, secretaria de Casey), Lynne Carver (Emmy Lou Lee), Ann Morriss (Pearl Delonge), Trixie Firschke (Malabarista), Herman Bing (Siluetista), Arren & Broderick
102 min. Blanco y negro

11 de mayo de 2024

La biografía de Karl Wallenda


El autor, de origen canadiense, ha estado envuelto en el mundo circense como escritor, empresario y director de espectáculos. En 1971 llega a Sarasota para comenzar la aventura de escribir un libro sobre Karl Wallenda. Después, se involucra con otros circos viajando y participando en sus concesiones, como ya había hecho en Toronto. Ron Morris, como buen emprendedor, crea Spotlight Graphics de Sarasota, que ha sido líder en la industria de carteles, programas e impresión de entradas del circo en Estados Unidos durante muchos años. 

La biografía de Wallenda nos ayuda a entender a un artista que desafiaba a la muerte cada noche en la cúpula del circo. Desde sus pobres inicios en Alemania hasta su triunfo indiscutible como cabeza de cartel en el Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus, Karl Wallenda demostró el coraje y la constancia que caracteriza a los grandes artistas de circo.  

Morris, Ron
Wallenda. A Biography of Karl Wallenda
Sagarin Press, Chatham, New York, 1976

3 de mayo de 2024

Récord y tragedia sobre el cable


The Great Wallendas (1978), Larry Elikann
 
La historia de la troupe
En 1780, en Bohemia, en el Imperio Austrohúngaro, la familia Wallenda era una compañía de circo ambulante compuesta por acróbatas, malabaristas, payasos, trapecistas y adiestradores de animales, todo en una sola familia. A fines del siglo XIX, durante las siguientes dos generaciones, se hicieron conocidos por su experiencia en el arte del trapecio volante.


Karl Wallenda nació en Magdeburg, Alemania, en 1905. Actuaba en el espectáculo familiar a los seis años y hacía acrobacias a los once. Su característica era apilar varias sillas y hacer una parada de manos en la silla superior. A principios de la década de 1920, respondió a un anuncio en un periódico comercial que buscaba "un equilibrista de manos con experiencia y coraje". El trabajo consistía en seguir a un caminante de alambre, Louis Weitzmann, hasta el centro del alambre y hacer una parada de manos sobre los pies de Weitzmann mientras se acostaba sobre el cable. 

Karl se enamoró del cable y en 1922 comenzó a desarrollar su propio acto, reclutando a su hermano Herman, a un trapecista llamado Josef Geiger, y a una adolescente, Helen Kreis, quien más tarde se convertiría en la esposa de Karl.


El acto recorrió Europa durante varios años y contó con una increíble pirámide de 3 niveles y 4 personas. Karl se balanceaba precariamente en una silla encima de una barra entre los hombros de los dos hombres que estaban en bicicleta en un cable a 50 pies en el aire mientras que Helen se paraba sobre los hombros de Karl. Este acto causó tal sensación que cuando John Ringling los vio actuar en Cuba, inmediatamente los contrató para que actuasen con el Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus. Cuando los Great Wallendas debutaron con su acto (sin red, porque se había extraviado en el envío) en el Madison Square Garden en 1928, recibieron una ovación que duró ¡15 minutos! Nunca antes los aplausos habían detenido una actuación durante tanto tiempo.

Los Wallenda hoy
Hay varias ramas distintas de los Wallenda actuando hoy. De los nietos, Tino y Delilah, hermano y hermana, actúan con sus respectivas familias. Rick y Rietta, también hermano y hermana, han actuado en equipo. Todos han actuado juntos en el pasado y han estado involucrados en la Pirámide de 7 personas en varias etapas en los últimos años, su legado en la historia del circo. Para debutar con la intrincada maniobra, los Wallenda estrenaron su hazaña para el Hamid Circus Royale durante el Moslem Temple Shrine Circus de 1998 en Detroit, el escenario de la mayor tragedia de la familia Wallenda 36 años antes. Otros han realizado varios intentos para realizar esta intrincada pirámide, pero ninguno, hasta el momento, ha logrado la hazaña de la forma en que la realizaron los Wallenda, incorporando la silla y sin el uso de redes o dispositivos de seguridad de ningún tipo. 

Los miembros originales de la pirámide de 1998 incluían a Delilah Wallenda, Tino Wallenda, Alida Walenda, Nikolas Wallenda, Sacha Paviata, Tony Hernandez y Terry Troffer. Yendo un paso más allá, los Wallenda también han recreado la pirámide de 3 niveles y 4 personas que originalmente trajo a los Wallenda a los Estados Unidos en 1928. Se dejó de lado cuando comenzaron a interpretar The Seven. Este truco tue el estándar por excelencia en pirámides en la cuerda floja y fue realizado en los Estados Unidos por la familia Wallenda entre 1928 y 1947. Ambas hazañas se realizan actualmente, pero solo por pedido especial en lugares seleccionados. El 20 de febrero de 2001, los Wallenda lograron una vez más un truco "más difícil todavía": para las cámaras de Guinness Records Primetime de Fox TV, los Wallenda armaron una pirámide de 3 niveles y 8 personas. Para asegurar su récord, agregaron 2 miembros más de la familia para formar la primera y única pirámide de 10 personas.

El trágico accidente
La película que nos ocupa, realizada para la televisión NBC, nos cuenta la historia de la troupe y su trágico accidente. El 30 de enero de 1962, mientras actuaban en el State Fair Coliseum en Detroit, el líder del cable flaqueó y la pirámide se derrumbó. Tres hombres cayeron al suelo. Karl y su hermano Herman cayeron al alambre desde el segundo nivel. La chica en el nivel superior aterrizó sobre Karl mientras él la sostenía milagrosamente hasta que pudo sostener una red improvisada debajo de ella. Dos de los tres hombres que cayeron al suelo murieron esa noche. El tercero, el hijo de Karl, Mario, sobrevivió, aunque está paralizado de la cintura para abajo. La niña sufrió una conmoción cerebral. Las lesiones de Karl incluían una pelvis rota y una hernia doble. 

En medio de una tragedia tan grande, los Wallenda exhibieron la tradición de "el espectáculo debe continuar" de la mejor manera posible al actuar la noche siguiente. "Me siento como un hombre muerto en el suelo", le dijo Karl a su esposa. "Puedo manejar mejor el dolor desde allá arriba. El cable es mi vida. Se lo debemos a los que murieron para seguir adelante". The Seven solo se volvió a hacer en dos ocasiones posteriores: en 1963, para demostrar que la vida continúa y que el desastre no tiene que terminar en derrota, y nuevamente en 1977, recreado principalmente por los nietos de Karl para la película The Great Wallendas.


The Great Wallendas (1978)
Daniel Wilson Productions • NBC (USA)
Director: Larry Elikann
Productor: Joanne Curley- Kerner, Linda Marmelstein
Guion: Jan Hartman
Edición: Eric Albertson, Patrick McMahon
Fotografía: Robert Bailin
Música: Bill Soden, Joe Weber
Intérpretes: Lloyd Bridges (Karl Wallenda), Britt Ekland (Jenny Wallenda), Taina Elg (Helen Wallenda), Cathy Rigby (Jana Schmidt), John Van Dreelen (Herman Wallenda), Michael McGuire (Arnold Fielding), Ben Fuhrman (Gunther Wallenda), William Sadler (Dieter Schmidt), Bruce Ornstein (Mario Wallenda), Stephen Parr (Dick Faughnan), Travis Hudson (Lotte Schmidt), Isa Thomas (Edith Wallenda), Casey Biggs (Gene Hallow), Lucinda Bridges (Joanne).
120 min. Color