30 de junio de 2017

Payasos españoles

Con prólogo del popular payaso Tonetti, este libro es la historia de los payasos españoles de la A a la Z. El esplendor de las grandes figuras se mezcla con el silencioso anonimato de muchos payasos que recorren la geografía española buscando la risa del público. Profusamente ilustrado con fotografías de los artistas y su material publicitario, el libro de Fco. Javier Rodríguez, periodista cántabro, es el resultado de un trabajo de investigación que hay que aplaudir y agradecer. Eso sí, queremos destacar el título de la obra: Risas y lágrimas. De nuevo la imagen del payaso triste se adueña de nuestro imaginario circense. A todo buen payaso le acompaña una tragedia, un drama que le sigue como una sombra, un revés en la vida del que no se recupera, un desamor que le atormenta… La realidad es así, la misma para todos, pero en un payaso queda estéticamente más interesante, y por eso los creadores, cineastas, escritores o compositores, echan mano de ella en tantas ocasiones. 

RODRÍGUEZ, Francisco Javier 
Risas y lágrimas: historia de los payasos españoles 
Territorio Editorial S.A., 1990 
ISBN: 84-87047-21-1

28 de junio de 2017

Ramper

“¡Hagan corro, señores! ¡Hagan corro para ver al hombre de goma, que se retuerce aunque no coma! ¡El hombre bisagra, al que se le doblan las magras! ¡El hombre churro!…” Estamos en los primeros años del siglo XX, antes de la guerra civil española. Madrid es una ciudad campechana y un jovencillo inquieto se empeña en ser artista. Con el tiempo se convierte en uno de los personajes más populares de España y en uno de los payasos mejor pagados de la época. Es Ramper, inigualable en su espontaneidad, protagonista de la espléndida biografía escrita con mucha gracia castiza por Leocadio Mejías en 1957, titulada "Ramper, una vida para la risa y el dolor". En él, hay un breve capítulo dedicado a Frivolinas (1927), a la que el autor considera la primera revista cinematográfica del mundo. Personaje muy popular durante la Guerra Civil española por todos los chistes que le atribuían (el triste asunto le tocó en la zona republicana), después de esta no tuvo problemas con los vencedores y el homenaje que le tributó el pueblo de Madrid en el Circo Price después de su muerte (acaecida el 5 de enero de 1951) fue muy popular, contándose entre los asistentes grandes figuras de las artes, el espectáculo y personalidades políticas. La noticia, por relevante, la recogió el NODO, el noticiario cinematográfico de la época. Esto es lo que se puede leer en la sobrecubierta del libro: "Ramper, el fabuloso caricato español, llenó de gracia toda una época de la vida española. Sus agudezas, la alegre espontaneidad de sus respuestas a las intromisiones del público durante su trabajo, se repetían de boca en boca para la risa. Y sin embargo, era un sentimental. Por paradoja cruel, las adversidades se cebaron en la vida del hombre que hacía reir y, muchas veces, mientras las carcajadas explotaban en su torno, una lágrima rodaba por sus mejillas". Uno más para nuestra lista de payasos tristes. 

MEJIAS, Leocadio 
Ramper: una vida para la risa y el dolor 
Madrid, 1957

20 de junio de 2017

El cine envidia al circo

Este especial de la revista "art press" es una auténtica antología de reflexiones alrededor del circo que, a veces con acierto y otras de manera incomprensible, nos ayudan a entender este arte en sus diferentes formas, su relación con otras manifestaciones artísticas, y su impacto en la sociedad de finales del siglo pasado. Hay un apartado dedicado a la imagen con cinco artículos a cual más interesante. Hoy nos queremos detener en el escrito por Philippe Azoury titulado "Le droit du plus fort" y que nos ha traducido amablemente nuestra amiga Gaelle Delannoy. En el citado artículo se nos dice: "…al cine no le gusta el circo. Las películas de circo tienen algo en común: son tristes, amargas, crueles, objetos de una rara maldad, objetos afilados con varios grados de odio, de envidía, de celos seguramente. Celos de su brillo, de sus colores (…) celos de su espacio escénico circular (…) El cine envidia sobre todo una calidad inherente al circo: su acceso directo a la emoción". A partir de ahí, el autor reflexiona sobre la relación de estas artes, hermanadas durante el nacimiento del cine y que con los años convierte a éste en refugio de tópicos y lugares comunes. 

Le cirque au-delà du cercle 
Artpress special nº20 Art Press, París, 1999
ISSN: 0245-567

Fumadero de opio

Frivolinas (Arturo Carballo, 1927)

Arturo Carballo fue un avispado hombre de negocios y empresario del Cine Doré, una de esas salas populares en las que en los años veinte del pasado siglo alternaban los espectáculos frívolos y el cinematógrafo. Porque habéis de saber, pequeños míos, que la duración de las películas no se estandarizó en noventa minutos hasta entrada la década de los veinte del pasado siglo. Arturo Carballo había sido el promotor de una película exprés -una Pasión de Cristo concebida, rodada y exhibida en el plazo de veinticuatro horas- y será, en vísperas de la Guerra Civil, el productor de Carne de fieras (Armand Guerra, 1936) de la que se habla en otro post. Pues bien, Carballo, en uno de esos experimentos híbridos que hoy llamaríamos “transversales” o “multimedia” y que él bautizó como “cineteatro”, le propone a Eulogio Velasco –el Ziegfield español- filmar unos cuantos números de sus revistas, hilvanarlos con una leve trama argumental y presentar la película al público en el mismo salón, que tiene su propia orquesta y puede, por tanto, ejecutar las conocidas melodías en directo.


Las revistas musicales objeto del experimento son: “Arco Iris”, “La feria de las hermosas” y “Las maravillosas”. Don Eulogio había importado a España el modelo francés en la temporada 1921/22 con el primer título citado. La fórmula causa furor entre el público; no sólo destacan las tiples que cantan los números principales sino las vicetiples, lo que hace exclamar a un cronista de la época que no se conocía tal despliegue de “coro” desde los tiempos de Sófocles. Las letras de los cantables corren a cargo de Tomás Borrás, autor titular del Teatro Apolo, marido de Aurora Jaufrett “La Goya”, y, al romper la década siguiente, vanguardista del protofascismo en España.


El argumento va más o menos así: Don Casto Tordesillas (José López Alonso) es un viudo amante de la juerga que se pasa las noches de teatro de variedades en teatro de variedades. A Ramón (Ramón Álvarez Escudero “Ramper”) le conviene esta vida disoluta porque así puede cortejar a su hija Rosita (Rosita Rodrigo). El lío se agudiza porque una de las atracciones favoritas de don Casto es... el propio “Ramper”. Finalmente los amantes conseguirán que el estricto padre consienta en la relación.


Como indicaba antes, la trama es un sencillo armazón sobre el que colgar las trece intervenciones musicales que incluyen un número titulado “Oh, Catarina” interpretado por la brasileña Eva Stachino, que lleva un sombrero de copa y un maillot con un signo de interrogación en el pecho y la rendición del “Fumadero de opio” de la revista “Las maravillosas” a cargo de María Caballé –nada que ver con doña Montserrat-, con decorado, vestuario y tocados de plumas de indudable estilo orientalista. Completan el elenco Olvido Rodríguez, Luisa Wieden, la pareja compuesta por Miguel Ligero –sempiterno don Hilarión- y la tiple cómica Blanquita Pozas, y doscientas vicetiples… nada menos. Para que no falte de nada se rueda también una corrida de toros de uno de los diestros de moda, Juan Belmonte “El Pasmo de Triana”.


De “Ramper” poco se puede añadir para quienes visitan este sitio. De todos es conocida su carrera como acróbata en compañía de su hermano, su reciclaje en caricato a la muerte de aquel en 1920, su popularidad sin cuento que lo convirtió en estrella del Circo Price, la mini-bicicleta con la que se presentaba en los escenarios, o sus frecuentes tropiezos con los mandamases, ya fueran estos el dictador Primo de Rivera o el doctor Negrín. Una anécdota –probablemente apócrifa- asegura que en tiempos del Caudillo del Ferrol, salió al escenario con un cochecillo y después de hurgarle un ratito en el motor espetó al público:
-Soy “franco”, ni lo arreglo ni me marcho.


Frivolinas se compagina a finales de 1926 y se presenta en pase único en enero de 1927. El estreno definitivo tiene lugar el 18 de abril de 1927, cómo no, en el Cine Doré con la orquesta y coro bajo la dirección de Andrés Rojas. Los efectos sonoros incluyen un claxon que debe intervenir durante la actuación de “Ramper”.

El historiador Fernando Méndez Leite no atribuye ningún mérito a Frivolinas, cuyo prestigio, por lo extravagante de su propósito y su valor documental, provienen de la restauración realizada en la década de los noventa por Luciano Berriatúa para la Filmoteca Española.


Sr. Feliú

Frivolinas (1926)
Producción: Ediciones Seleccionadas Arturo Carballo (ES)
Dirección: Arturo Carballo
Argumento: las revistas 'Arco Iris', 'La feria de las hermosas' y 'Las maravillosas', de Eulogio Velasco.
Intérpretes: José López Alonso (Don Casto Tordesillas, Ramón Álvarez Escudero (Ramón, Juan Belmonte, María Caballé, Miguel Ligero, Felisa López, Blanca Pozas, Ramper, Rosita Rodrigo, Olvido Rodríguez, Eva Stachino, Luisa Wieden
80 min. Blanco y Negro.

15 de junio de 2017

Perplejos


La obra de Kluge es una reflexión acerca de la soledad del hombre contemporáneo y de su impotencia para transformar la realidad global. En este libro de bolsillo podemos encontrar los guiones de cuatro de sus películas entre las que se encuentra Los artistas bajo la carpa: escépticos (1968), lo cual nos ayuda a entender esta compleja película de la que ya hemos hablado en otra ocasión. 

KLUGE, Alexander 
Los artistas bajo la carpa del circo: perplejos La escéptica Proyecto Z Proverbios de Leni Peickert 
Alianza Editorial, Madrid, 1972 
D. L.: M.30.473-1971