18 de septiembre de 2024

Teveo de noche


Teveo de noche (1990), Joan Font

He tenido la fortuna de encontrar un par de capítulos de este irreverente programa infantil del que se emitieron 13 capítulos de media hora en el año 1990 en TVE. El programa es una explosión del imaginario de Els Comediants. 


Las diferentes acciones se desarrollan en la casa de Teveo de noche donde conviven Juan, un extraño pelirrojo, que es inventor de cosas raras; Hortensia, la solitaria abuelita del tercero; el nervioso Vicente, padre de Cristina, que viven en el segundo con Susana, esposa de Vicente y madre de Cristina que se gana la vida como modelo publicitaria; la zalamera y camaleónica Antonia que habita en el primero con sus adoradas gatitas y su amante, el artista pintor Antonio; José (Jaume Bernadet), enamorado perdidamente de María que está embarazada; Mercedes, la profesora de música que al llegar a su casa se transforma en una sílfide; y la banda de descerebrados liderados por Boris (Joan Montanyes) que tienen el local bajo para ensayar música y planificar todas sus travesuras.


Los originales y adorables personajes del espectáculo La nit (1989), que salen del mágico Libro de las Ideas Luminosas, son los maestros de ceremonias de esta extraña casa, una alocada 13, rue del Percebe, que será mucho más ingobernable cuando Juan se disponga a probar su última invención: una máquina para robar sueños.


Los personajes de los capítulos que he visto están bastante desfasados y las connotaciones sexuales de todo el programa son bastante llamativas para ser un programa dedicado al público infantil. Me he encontrado con un blog en el que los comentarios del post están casi exclusivamente hablando de la obsesión de Boris por las tetas grandes o de una polla gigante que lanzaba fuegos de artificio en alguno de los capítulos. Los opinadores eran niños o niñas en el momento del shock y todavía lo recuerdan con mayor o menor humor.


También me he topado con Memorias de la tele, un programa de la televisión catalana que analiza y repasa los programas producidos en los 50 años de existencia de la televisión en Cataluña. Programas, presentadores, artistas, vídeos y filmaciones de eventos históricos que conforman la memoria colectivade nuestra historia audiovisual. En este capítulo, a partir del minuto 12 aproximadamente, da comienzo una retrospectiva sobre Teveo de noche. Joan Font nos acompaña y desentraña los mecanismos del programa.


Teveo de noche (1990)
Producido por Ovideo para TVE
Dirección: Joan Font
Realización: Xavier Manich
Diseño de producción: Pepo Sol, Francesca Durán, y Montse Abad
Guion: Jaume Bernadet, Joan Font y Miquel Obiols
Producción: Quique Camins, Anna Arribas, Jordi Corominas y Merce Pascual
Delegado TVE: Segundo López
Intérpretes: Xavier Amatller Notxa, Jaume Bernadet, Jordi Bulbena, Ramón Calduch, Montse Catalá, Darryl Clark, Montse Colomé, Ferrán Dedeu, Jin-Hua Kuan, Cristina Macau, Joan Montanyes, Matilde Muñiz, Helena Pla, Lola Fuentes, Andreu Sánchez y Oriol Boixader.




12 de septiembre de 2024

La sombra blanda de Dalí


Babaouo, Manuel Cussó-Ferrer (1997)

Babaouo es una película surrealista "invisible", escrita en 1932 por Salvador Dalí y editada de nuevo por el propio artista en 1978. Después de realizar como guionista junto a Luis Buñuel Un perro andaluz (Luis Buñuel, 1929) y La Edad de Oro (Luis Buñuel, 1930), Dalí sigue fascinado por el cine y escribe un nuevo proyecto que titula Babaouo, en el que también 
aparecen animales muertos o decapitados, con los ojos vendados, personajes con un gran pan sobre la cabeza, relojes blandos, huevos fritos, jirafas ardiendo, imágenes paranoicas…, elementos dalinianos que flotan en el ambiente de Babaouo de principio a fin. 


Por lo que parece, a Buñuel no le entusiasmó la idea de colaborar de nuevo con Dalí, así que el guion, publicado originalmente en francés con el aparatoso título Babaouo: scénario inédit précédé d'un abrégé d'une histoire critique du cinéma et suivi de Guillaume Tell, ballet portugais, se mantuvo como un proyecto inacabado. El pintor deja constancia ya en la primera página que "c´est un filme surrealiste", por si alguien al leerlo no lo pilla.


¿Fue el cine para Dalí, como ha señalado Roman Gubern, "un sueño incumplido"? La verdad es que sus incursiones cinematográficas siempre han dependido de otros, de los directores, probablemente porque su teórica sobre el cinematógrafo no era la más coherente como podemos ver en su crítica al cinematógrafo que prologa su guion: "el cine es infinitamente más pobre y más limitado, para expresar el funcionamiento real del pensamiento, que la escritura, la pintura, la escultura y la arquitectura". Sus preferencias fílmicas eran los hermanos Marx, Chaplin o Keaton en contraposición a las veleidades artísticas de Murnau o Fritz Lang por poner un ejemplo.


El guión de Babaouo es una sucesión de escenas descritas bastante por encima que cuenta las vicisitudes de Babaouo (¿el simple, la sombra blanda de Dalí?) al querer rescatar a su amada, presa en un castillo en Portugal. Las imágenes absurdas que aparecen continuamente interrumpiendo el desenlace de las acciones no aportan demasiado a la trama y el final está destartalado y poco claro.


En 1997, el director catalán Manuel Cussó-Ferrer recupera el guion original del marqués de Púbol y emprende la aventura de realizar la película que a Dalí le hubiera gustado ver. O no. En el filme, casi mudo, intervienen Els Comediants, Hugo de Campos y la modelo Cristina Piaget. No se ha divulgado lo suficiente y no hemos tenido la oportunidad de verlo, pero estaremos atentos.


Babaouo (1997)
Guión original: Salvador Dalí (1932)
Director: Manuel Cussó-Ferrer
Guion: Manuel Cussó-Ferrer y Pilar Parcerisas
Producción ejecutiva: Pilar Parcerisas
Musia: Manel Camp
Fotografía:  Josep M. Civit
Edición: Anastasi Rinos
Diseño de Producción: Abdó Martí
Intérpretes:  Hugo de Campos (Babaouo), Cristina Piaget (Matilde), Izuru Abe, Jaume Amatller, Hugo Daniel Bender (Tanguista), Iris Brok, Ramon Calduch (Violoncelista), Jordi Cardoner (Bailarín), Caspar (Amigo de Babaouo), Andrés Cavallín, Antonio Chamorro (Cartero), Montse Colomé, Diego Cornella, Isabel Cortés, Núria Domènech  Xus Estruch, Pilar Fernández , Sue Flac, Eva Font, Hiroshi Fumamoro, Concepción García, Saskia Giró, Susana Goulart, Maribel Ibarz, Kei Ichikawa, Ángeles Julián,  Katsunori Kikuch, Rita Kuan, Miguel Martínez, Pablo Merchán, Raúl Merchán, Víctor Merchán, Kai Puig, Jordi Rediu, Carles Romeu, Josep Roses, Naoto Sagakuchi, Tetsuhiro Sakaguchi, Dolors Serra, Saburo Shimada, Xavier Tapias, Kana Torino
Color, 66 min.


5 de septiembre de 2024

Jackson, el ventrílocuo condenado por asesinato


Cause toujours, mon lapin (Guy Lefranc, 1961)

El juez acaba de condenar a Jackson (Eddie Constantine) a veinte años de prisión por un asesinato que no ha cometido. Dos días después ha conseguido evadirse de presidio y va en busca de quienes cometieron perjurio ante el tribunal. Un tal Delmas, confiesa que le pagó Simon Robert (François Chaumette), un tratante de frutas en el mercado de Les Halles durante el día y tratante de narcóticos por la noche. Una joven llamada Françoise Lacroix (Renée Cosima) sabe quién fue el asesino. Pero los hombres de Simon estrangulan a Delmas y disparan contra ella, que sólo tiene tiempo de susurrarle a Jackson que vaya en busca de Sophie, en el Hotel du Centre. Jackson da con ella. No es la testigo que esperaba encontrar, sino la hija de seis años de Françoise. Ahora, Jackson debe huir de la policía y de los matones de Simon con Sophie y un conejo de peluche gigante.



¿Que por qué proyectamos este thriller ligero en la carpa? Pues porque Jackson es en la vida civil ventrílocuo, cuyo compañero, el pato Kooky, ha sido fabricado en el taller de autómatas de Roullet & Decamps, que habían conseguido un gran éxito con sus seres animados en la exposición de París de 1989. 



No tendremos oportunidad de ver a Jackson en acción con su compañero habitual...



... pero sí con el conejo de Sophie. Sin lugar donde pasar la noche con la niña, Jackson se cuela en un teatro donde se representa el vodevil “Una cama para tres” cuyo único elemento de decoración es un gran lecho. Para que Sophie se duerma baila claqué y canta un dueto con el conejo.


A la mañana siguiente logrará salir del teatro haciendo que el portero persiga a un inexistente perro y rematará la jugada logrando que sus perseguidores se tiroteen entre ellos en un almacén de plátanos donde se procesa la heroína gracias, una vez más, a sus habilidades para imitar voces. 


Cause toujours, mon lapin (1961)
Producción: Belmont Films (FR)
Director: Guy Lefranc.
Guión: Roger Boussinot, Gilles Morris-Dumoulin, Yvon Samuel y Guy Lefranc, de la novela Strange Witness de Day Keene.
Fotografía: Jean-Louis Picavet.
Música: Michel Legrand y Francis Lemarque.
Decorados: Robert Clavel.
Montaje: Claude Durand.
Intérpretes: Eddie Constantine (Jackson), Claudine Coster (Margaret), François Chaumette (Simon Robert), Marielle Gozzi (Sophie), Renée Cosima (Françoise), Marie Albe, Paul Bonifas, Christian Brocard, Gabriel Cattand, Yvonne Dany, Clément Harari, Fulbert Janin, Patricia Karim, Pierre Mirat, Alain Nobis, Lona Rita, Roger Vadim.
35mm. Blanco y negro. Panorámico. 98 min.



29 de agosto de 2024

El Águila Humana y Los Ángeles Volantes

Abajo espera la muerte / Delitto d’amore (Juan de Orduña, 1964)


Los Derroux acaban de plantar en Madrid la carpa de su Circo Internacional.


François (Amedeo Nazzari) es el empresario de éxito y su hijo Johnny “El Águila Humana” (Espartaco Santoni) el no menos exitoso trapecista que causa el pasmo del respetable. Para el nuevo espectáculo se incorpora desde Milán Barini (Roberto Rey), el célebre prestidigitador, que viene acompañado de su hija Lucía (Tere Velázquez). Ella era trapecista, pero tras la muerte de su madre, el padre se niega a que practique los ejercicios aéreos y la lleva como asistente en sus números de magia. Giorgio (José Moreno) —antes trapecista, ahora lisiado y ejerciendo contable— se siente inmediatamente atraído por Lucía.



Y como Johnny es un donjuán incorregible, ya tenemos el conflicto planteado. El día del debut en Madrid, se dispone a ejecutar su gran número, un doble salto mortal... sin red. Ante tamaña hazaña, Lucía cae rendida. Pero Johnny es también un as en los malabares... románticos. En ese momento mantiene en el aire a Lidia (Dominique Boschero), su compañera en el trapecio, a Cristina (Valeria Fabrizi), cantante de un night-club madrileño, e incluso a la vendedora de tabaco del local (Annie Gorassini). A ellas tendría que sumarse, en un más difícil todavía, Lucía. Pero ella se resiste. Johnny la invita entonces a subir al trapecio con el único fin de humillarla. 



Barini y su hija regresan a Italia. Él no encuentra trabajo como prestidigitador —parece que lo que pita son los números de levitación, faquirismo o catalepsia— y Lucía le convence de volver a subirse al trapecio. Lo hace en compañía de Guido y Yolock (Antonio Durán y Andrea Scotti) y con un suculento contrato en el Circo di Roma. “Los Ángeles Volantes”.



Entretanto, Johnny ha tenido una discusión con su padre. Se trata de una escena de alto voltaje emocional para la que nada nos ha preparado. Resulta que el carácter de Johnny ha sido moldeado por su padre para burlarse de las mujeres porque la mujer de François los abandonó. Ahora, el padre confiesa que es mentira, que fue él con su vida crápula el que propició abandono. Johnny se hunde en el alcohol y pronto es incapaz de realizar su número. El Circo Internacional se ve obligado a cerrar. Johnny viaja entonces a Roma para recuperar el amor de la triunfante Lucía. Ella decide regresar junto a él, pero ahora es Giorgio el que está dispuesto a hacer lo que sea para que ese amor fracase.



El veterano Juan de Orduña se permite algunas gollerías formales, como el movimiento que nos introduce en la carpa y nos muestra los trapecios en la cúpula, pero, sobre todo, nos deja contemplar algunos números prácticamente completos.



No hay elipsis en la progresión de los ejercicios aéreos ejecutados por la pareja holandesa Lilian y Alex Souren y el italiano Gianni Cosentino, que se presentaban como Los Zemganno en el Circo Darix Togni en la época del rodaje. Son siete minutos en los que Orduña introduce algunas reacciones del público y algún plano medio de Santoni, pero en los que, en general, la acción dramática queda en suspenso para que contemplemos desde la pista las evoluciones de los trapecistas allá, en lo alto.



Del número de Barini asistimos a la presentación de “El tambor misterio”. Lucía se mete en un saco negro que se cierra con una cuerda y es introducido en un recipiente cilíndrico. Barini se sube él, se rodea de una tela negra y en apenas unos segundos se produce el cambio prodigioso. Lucía está sobre el tambor y su padre metido en el saco.



En cambio, los payasos Emi-Goti-Cañamón, que figuran en lugar preeminente en los títulos de crédito, apenas aparecen como figurantes. De seguro su intervención desapareció en fase de montaje debido a la larga duración —105 minutos— de la cinta.



Como acabamos de ver, Abajo espera la muerte es un melodrama de ambiente circense. En febrero de 1964, cuando Orduña se disponía a asumir la realización de urgencia, ante la renuncia del director previsto inicialmente, esgrimía esta ambientación como uno de sus principales motivos para aceptar el encargo: “Lo que más me interesa en esta ocasión es tratar un tema que nunca había tratado: el del mundo del circo. Es a la vez un tema dramático y poético”. O sea, una declaración tan tópica como el propio argumento de los celos en el trapecio. 



Aunque el rodaje finaliza en mayo de 1964 y en 1966 la película se estrena en Italia, en España no llegará a las pantallas hasta 1970. Un estreno de tapadillo, en salas de programa doble en Barcelona y Madrid. La causa más plausible de esta dilación son los problemas económicos de la productora, que han provocado la huida de España de Espartaco Santoni en 1965. Pero aún queda otra vuelta de tuerca. La copia española resulta inaccesible y cuando la Mondial Video italiana decide lanzarla en VHS, utiliza un máster que recorta el formato anamórfico original (2,35:1) al propio de la pantalla televisiva (1,33:1), de modo que la mitad de la acción queda fuera del encuadre. Esta copia en italiano y prácticamente invisible es la que proyectamos anoche en nuestra carpa, pero es que a devoción por lo nuestro no nos gana nadie.



Abajo espera la muerte / Delitto d’amore (1964)
Producción Producciones Cinematográficas M.D. (ES) / Titanic Film (IT)
Director: Juan de Orduña.
Guión: Manuel Tamayo y Juan de Orduña, de un argumento de José Luis Madrid.
Adaptación y diálogos de la versión italiana: Pino Belli y Attilio Tellini.
Fotografía: Massimo Dallamano, Clemente Santoni.
Decorados: Alberto Boccianti, José Antonio de la Guerra.
Música: Carlo Savina.
Montaje: José Antonio Rojo, Niccolò Lazzari.
Intérpretes: Espartaco Santoni (Johnny Derroux), Amedeo Nazzari (François Derroux), Tere Velázquez (Lucia Barini), José Moreno (Giorgio), Valeria Fabrizi (Cristina), Dominique Boschero (Lidia), Roberto Rey (Alfredo Barini), Antonio Durán (Guido), Andrea Scotti (Yolock), Annie Gorassini (la vendedora de tabaco), Mario Morales (Claudio), Juan Cortés, Luis Rico, Romano Ghini, Bruno Smith, William Bonos, Francisco Quesada. Los trapecistas Gianni Cosentino, Lillian y Alex Souren, y los payasos Emi-Goti-Cañamón.
35mm. Color por Technicolor. Techniscope (2.35:1). 105 min

17 de agosto de 2024

Man on Wire


Man on Wire (2008), James Marsh


Man on Wire, un documental de James Marsh, mezcla de forma muy inteligente imágenes de la proeza de Philippe Petit cruzando sobre un cable la distancia de las Torres Gemelas con escenas dramatizadas y entrevistas a los protagonistas 30 años después. El resultado es un magnífico documental que ha recibido más de 20 premios en numerosos festivales del mundo entre los que destacan el premio en el Sundance Film Festival y el Oscar al Mejor Documental de 2008.


Como si de la planificación de un robo de alta escuela se tratase, Philippe Petit tardó seis años en planificar un sueño que le había obsesionado desde que se enteró de que iban a construir las torres. Mucho antes de que las Torres Gemelas fuesen el símbolo del skyline neoyorkino, este artista francés ya tenía en su cabeza la idea de cruzarlas.


James Marsh logra imprimir al documental un ritmo de thriller que nos hace seguir con entusiasmo la trama aunque ya sepamos el final. Philippe Petit no tenía permiso para realizar esta aventura de vértigo, así que tiene que preparar una estrategia pensada hasta sus últimos detalles y contar con una buena tropa de cómplices. 


El ritmo y el suspense que había en la realidad esa mañana del 7 de agosto de 1974 ha sabido capturarlo el director inglés James Marsh con un resultado excepcional. 

¿Cómo se cuela un grupo de personas en las Torres Gemelas? ¿Cómo se consigue meter en ellas una tonelada de material? ¿Y subirlo 110 pisos? ¿Y lanzar el cable de una torre a otra? Son preguntas que, desde la distancia y con las Torres Gemelas borradas del cielo de Nueva York, adquieren un interés inusitado, trepidante, tan vertiginoso como la excepcional acción de este genial artista. En el blog "maquinariadelanube" hacen una reflexión interesante sobre la poesía que encierra esta arriesgada hazaña que va mucho más allá del circo y del propio espectáculo.

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Man on Wire (2008) Producción: Wall to Wall (UK).
Dirección: James Marsh.
Guión: basado en el libro "To Reach the Clouds" de Philippe Petit.
Música: Michael Nyman y Josh Ralph.
Intérpretes: Philippe Petit, Jean François Heckel, Jean-Louis Blondeau, Annie Allix, David Forman, Alan Welner, Mark Lewis, Barry Greenhouse, Jim Moore y  Guy F. Tozzoli, como ellos mismos en imágenes de archivo y en las entrevistas. En las partes dramatizadas participaron los actores: Paul McGill (Philippe Petit), David Demato (Jean-Louis Blondeau), Ardis Campbell (Annie Allix), Aaron Haskell (Jean-François Heckel) y Shawn Dempewolff-Barrett (David Forman).
Color, 90 min.

10 de agosto de 2024

Cincuentenario de la desaparición del Price en un mundo confinado

En 1970 cerró el Circo Price de la madrileña plaza del Rey. La especulación inmobiliaria —¿le suena a alguien?— acababa con un siglo de fieras, payasos y trapecistas, pero también veladas de lucha y matinales de rock. Jaime de Armiñán levantó acta audiovisual de la última función. [http://www.circomelies.com/2014/10/adios-al-viejo-price.html]

A finales de 2019 Aránzazu Riosalido, promotora desde la Fundación AISGE de la reedición en 2014 de Biografía del Circo [http://www.circomelies.com/2023/06/biografia-del-circo.html], implica a Pepe Viyuela, con el que colabora en el documental de arqueología circense Marcelino, el mejor payaso del mundo (Germán Roda, 2020), en la creación de un espectáculo que sirva de conmemoración del quincuagésimo aniversario de la desaparición del tradicional coliseo. Para montarlo, nada mejor que el nuevo Price, el de la Ronda de Atocha. Con la complicidad de María Folguera, directora entonces del coliseo, ponen manos a la obra.

A partir del fatídico 14 de marzo de 2020 el proyecto, lejos de venirse abajo, se convierte en una especie de salvavidas para todos los participantes. La posibilidad de levantar un espectáculo circense, de ensayarlo y ponerlo en escena ante espectadores presenciales es remotísima, pero la esperanza es lo primero que nos negamos a perder. Y así, en un periodo de anormal “nueva normalidad”, el 14 de octubre se estrena Mil novecientos setenta sombreros para un público reducido y distanciado.

Pepitas de calabaza, que se había hecho cargo de la reedición de Biografía del Circo, ha tenido a bien reunir una colección de textos e imágenes que intentan reconstruir lo que fue aquel espectáculo dramático-circense que solo pudieron ver unos pocos. Están los dos pórticos: institucional el de María Felguera, y emocional el de Aránzazu Riosalido.



El dibujante Ángel Idígoras, de Payasos sin Fronteras, se encarga de trazar los perfiles gráficos y literarios de las principales figuras que pasaron por el Price, del augusto Charlie Rivel al faquir conquense Daja Tarto , de la écuyère empresaria Matilde de Fassi al autor de El Circo. Por supuesto, está también el texto dramático de Pepe Viyuela y Aránzazu Riosalido: la historia de un payaso en crisis en el mundo contemporáneo, que da nombre al volumen y son su justificación. Sin embargo, se nos antoja que el capítulo capital del libro es el “Ensayo alucinado” de Viyuela. El payaso riojano realiza aquí un triple salto mortal en el trapecio volante. La emoción es máxima. La probabilidad de que se estampe contra el suelo, altísima. Y sin embargo, lo ejecuta con la máxima limpieza: sus apenas veinte páginas constituyen toda una poética de lo circense en la que, de tanto en tanto, cuela una greguería de estirpe ramoniana.

En cuanto al texto del espectáculo, nos permite acercarnos a su sólida y consciente sustancia dramática, pero no a su vertiente circense. En el libro los números quedan apuntados en meras acotaciones.



Parece que el espectáculo fue grabado por Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música; sin embargo, no se ha publicado en su indispensable Teatroteca. Sería el acompañamiento perfecto para esta modélica —y harto económica, que no es hoy poca cosa— edición de Pepitas de calabaza, que incluye también un código que permite escuchar la partitura compuesta por Raúl Márquez para el espectáculo.

 

 

Pepe Viyuela, Aránzazu Riosalido:
Mil novecientos setenta sombreros
Logroño: Pepitas de calabaza, 2024.