The Misses Stooge (1935), James Parrott
En el argot del ilusionismo un “stooge” es un cómplice entre el público, un falso voluntario al que el mago recurre y con el que ha pactado un comportamiento determinado.
Un final
En The Misses Stooge, Thelma (Thelma Todd) y Patsy (Patsy Kelly) son despedidas del espectáculo de burlesque de Pinsky —canibalizado por Hal Roach de otra producción suya del año anterior, Apples to You! (1934)—, donde deberían bailar un número de claqué. Thelma tiene aspiraciones de grandeza y se ve a sí misma bajando por una gran escalera en un espectáculo de Belasco en Broadway. Cada una decide seguir su camino, pero por la noche se encuentran en el coche que las conduce a sus nuevas ocupaciones. Patsy es la ayudante del mago alemán que conocido como El Gran Sazarac (Herman Bing); Thelma, la “stooge”.
La actuación tiene lugar en la aristocrática mansión de madame Patterbolt (Esther Howard). Toda la segunda parte tiene lugar durante el acto del Gran Sazarac, con Patsy saboteando el acto a base de torpezas. Cuando el mago queda fuera de combate por un incidente infortunado, Thelma, que levitaba en el aire, una vez retiradas las dos sillas en que se apoyaba, emprende libre vuelo por la casa, sale al jardín y termina suspendida sobre la piscina. Patsy intenta rescatarla desde el trampolín, con las consecuencias predecibles. La secuencia tiene suficientes elementos surreales como para funcionar a la perfección y su resolución resulta más que satisfactoria.
Pero la sesión de magia no ha acabado. El número de la dama desaparecida terminará también con resultados desastrosos y el “gran final” en el que el mago se introduce en una caja contra la que se disparará un cañón conduce a un desenlace tan abrupto como coherente con la inconexa trama: Thelma tropieza con el cañoncito y éste dispara contra los espectadores. La posición de la cámara, al fondo del salón corresponde a nuestro punto de vista. En lugar de satisfacer las expectativas del público –nosotros- buscando una solución al conflicto planteado, James Parrot, el director, opta por reducirlo/nos a cenizas.
Tres finales
La hija de inmigrantes judíos Patsy Kelly fue el recambio que Hal Roach buscó para su pareja de payasas femeninas ante la deserción de Zasu Pitss. La tensión entre Thelma y su nueva pareja es más que evidente en las 21 películas de dos bobinas que hicieron juntas. Generalmente Thelma está resuelta a conseguir algo y Patsy se empeña en ayudarla… con resultados desastrosos.
Thelma Todd tuvo un final trágico made in Hollywood: asfixiada con el dióxido de carbono de su coche en diciembre de 1935. Como en otras ocasiones, hubo rumores de asesinato en el que habrían intervenido el alcohol, el sexo y el gangsterismo todos juntos o por separado.
Hal Roach intentó emparejar a Patsy Kelly con otras compañeras y produjo para ella un vehículo estelar, Kelly the Second (1936), dirigido por Gus Meins y en el que le daba la réplica el mismísimo Charley Chase. Su notorio lesbianismo le valió el ostracismo en Hollywood y su carrera cinematográfica se estancó en 1943. La retomaría en los más liberales años sesenta con papeles de composición en películas como Rosemary’s Baby (La semilla del diablo, 1969) y regresó a los escenarios donde obtuvo un premio Tony en 1971 por su interpretación en el musical de Broadway “No, No, Nanette”.
En 1937 Roach realizó una extraña maniobra ideológico-empresarial. El gobierno fascista de Benito Mussolini proscribe de sus pantallas el cine norteamericano después de un tira y afloja por doblajes, aranceles y otras fruslerías. Roach invita a su casa a Vittorio Mussolini, el hijo cinéfilo del Duce. Fruto de este encuentro es el nacimiento de la productora RAM Films (Roach and Mussolini) que pretende aprovechar las nuevas instalaciones de Cinecittà para realizar películas “con artistas italianos y la técnica norteamericana”. En principio se prevé la realización de doce cintas y se inician los preparativos para la adaptación de Rigoletto. Sin embargo, la política antisemita italiana es incompatible con la industria hollywoodense y MGM rompe su acuerdo de distribución con Hal Roach. A partir de 1938 firmará un nuevo contrato con United Artists pero la edad de oro de su estudio ha tocado su fin. Roach produjo algunas películas más, entre ellas éxitos como One Million Years B.C. (Hace un millón de años, 1940), dirigida por su hijo, y las tres entregas de la pareja invisible difunto redivivo Topper (1937, 1938 y 1941). Laurel y Hardy se pasaron a la 20th Century Fox. Roach recaló en la televisión, donde los cortos de Our Gang (en España, La Pandilla) tuvieron una segunda vida. Siguió pensando que Mussolini era un político “con lo que hay que tener” y falleció el día de su centésimo primer cumpleaños, en 1992.
The Misses Stooge (1935)
Producción: Hal Roach (EEUU)
Director: James Parrott.
Intérpretes: Thelma Todd (Thelma), Patsy Kelly (Patsy), Esther Howard (madame Patterbolt, la anfitriona), Herman Bing (Sazarac, el Mago), Rafael Storm (Duque de Gigolette), Henry Roquemore (Pinsky).
19 min. Blanco y negro.