Abajo espera la muerte / Delitto d’amore (Juan de Orduña, 1964)
Los Derroux acaban de plantar en Madrid la carpa de su Circo Internacional.
François (Amedeo Nazzari) es el empresario de éxito y su hijo Johnny “El Águila Humana” (Espartaco Santoni) el no menos exitoso trapecista que causa el pasmo del respetable. Para el nuevo espectáculo se incorpora desde Milán Barini (Roberto Rey), el célebre prestidigitador, que viene acompañado de su hija Lucía (Tere Velázquez). Ella era trapecista, pero tras la muerte de su madre, el padre se niega a que practique los ejercicios aéreos y la lleva como asistente en sus números de magia. Giorgio (José Moreno) —antes trapecista, ahora lisiado y ejerciendo contable— se siente inmediatamente atraído por Lucía.
Y como Johnny es un donjuán incorregible, ya tenemos el conflicto planteado. El día del debut en Madrid, se dispone a ejecutar su gran número, un doble salto mortal... sin red. Ante tamaña hazaña, Lucía cae rendida. Pero Johnny es también un as en los malabares... románticos. En ese momento mantiene en el aire a Lidia (Dominique Boschero), su compañera en el trapecio, a Cristina (Valeria Fabrizi), cantante de un night-club madrileño, e incluso a la vendedora de tabaco del local (Annie Gorassini). A ellas tendría que sumarse, en un más difícil todavía, Lucía. Pero ella se resiste. Johnny la invita entonces a subir al trapecio con el único fin de humillarla.
Barini y su hija regresan a Italia. Él no encuentra trabajo como prestidigitador —parece que lo que pita son los números de levitación, faquirismo o catalepsia— y Lucía le convence de volver a subirse al trapecio. Lo hace en compañía de Guido y Yolock (Antonio Durán y Andrea Scotti) y con un suculento contrato en el Circo di Roma. “Los Ángeles Volantes”.
Entretanto, Johnny ha tenido una discusión con su padre. Se trata de una escena de alto voltaje emocional para la que nada nos ha preparado. Resulta que el carácter de Johnny ha sido moldeado por su padre para burlarse de las mujeres porque la mujer de François los abandonó. Ahora, el padre confiesa que es mentira, que fue él con su vida crápula el que propició abandono. Johnny se hunde en el alcohol y pronto es incapaz de realizar su número. El Circo Internacional se ve obligado a cerrar. Johnny viaja entonces a Roma para recuperar el amor de la triunfante Lucía. Ella decide regresar junto a él, pero ahora es Giorgio el que está dispuesto a hacer lo que sea para que ese amor fracase.
El veterano Juan de Orduña se permite algunas gollerías formales, como el movimiento que nos introduce en la carpa y nos muestra los trapecios en la cúpula, pero, sobre todo, nos deja contemplar algunos números prácticamente completos.
No hay elipsis en la progresión de los ejercicios aéreos ejecutados por la pareja holandesa Lilian y Alex Souren y el italiano Gianni Cosentino, que se presentaban como Los Zemganno en el Circo Darix Togni en la época del rodaje. Son siete minutos en los que Orduña introduce algunas reacciones del público y algún plano medio de Santoni, pero en los que, en general, la acción dramática queda en suspenso para que contemplemos desde la pista las evoluciones de los trapecistas allá, en lo alto.
Del número de Barini asistimos a la presentación de “El tambor misterio”. Lucía se mete en un saco negro que se cierra con una cuerda y es introducido en un recipiente cilíndrico. Barini se sube él, se rodea de una tela negra y en apenas unos segundos se produce el cambio prodigioso. Lucía está sobre el tambor y su padre metido en el saco.
En cambio, los payasos Emi-Goti-Cañamón, que figuran en lugar preeminente en los títulos de crédito, apenas aparecen como figurantes. De seguro su intervención desapareció en fase de montaje debido a la larga duración —105 minutos— de la cinta.
Como acabamos de ver, Abajo espera la muerte es un melodrama de ambiente circense. En febrero de 1964, cuando Orduña se disponía a asumir la realización de urgencia, ante la renuncia del director previsto inicialmente, esgrimía esta ambientación como uno de sus principales motivos para aceptar el encargo: “Lo que más me interesa en esta ocasión es tratar un tema que nunca había tratado: el del mundo del circo. Es a la vez un tema dramático y poético”. O sea, una declaración tan tópica como el propio argumento de los celos en el trapecio.
Aunque el rodaje finaliza en mayo de 1964 y en 1966 la película se estrena en Italia, en España no llegará a las pantallas hasta 1970. Un estreno de tapadillo, en salas de programa doble en Barcelona y Madrid. La causa más plausible de esta dilación son los problemas económicos de la productora, que han provocado la huida de España de Espartaco Santoni en 1965. Pero aún queda otra vuelta de tuerca. La copia española resulta inaccesible y cuando la Mondial Video italiana decide lanzarla en VHS, utiliza un máster que recorta el formato anamórfico original (2,35:1) al propio de la pantalla televisiva (1,33:1), de modo que la mitad de la acción queda fuera del encuadre. Esta copia en italiano y prácticamente invisible es la que proyectamos anoche en nuestra carpa, pero es que a devoción por lo nuestro no nos gana nadie.
Abajo espera la muerte / Delitto d’amore (1964)
Producción Producciones Cinematográficas M.D. (ES) / Titanic Film (IT)
Director: Juan de Orduña.
Guión: Manuel Tamayo y Juan de Orduña, de un argumento de José Luis Madrid.
Adaptación y diálogos de la versión italiana: Pino Belli y Attilio Tellini.
Fotografía: Massimo Dallamano, Clemente Santoni.
Decorados: Alberto Boccianti, José Antonio de la Guerra.
Música: Carlo Savina.
Montaje: José Antonio Rojo, Niccolò Lazzari.
Intérpretes: Espartaco Santoni (Johnny Derroux), Amedeo Nazzari (François Derroux), Tere Velázquez (Lucia Barini), José Moreno (Giorgio), Valeria Fabrizi (Cristina), Dominique Boschero (Lidia), Roberto Rey (Alfredo Barini), Antonio Durán (Guido), Andrea Scotti (Yolock), Annie Gorassini (la vendedora de tabaco), Mario Morales (Claudio), Juan Cortés, Luis Rico, Romano Ghini, Bruno Smith, William Bonos, Francisco Quesada. Los trapecistas Gianni Cosentino, Lillian y Alex Souren, y los payasos Emi-Goti-Cañamón.
35mm. Color por Technicolor. Techniscope (2.35:1). 105 min