31 de enero de 2008

Un capricho de verano


Verano caprichoso (Rozmarné léto,1968) de Jirí Menzel

JIRÍ MENZEL es uno de los directores checos que floreció durante la Primavera de Praga. Como Milos Forman, Ivan Passer o Vera Chytilová, su cine supuso una bocanada de aire fresco en el bullente panorama del cine europeo de la década de los sesenta del pasado siglo. Esta ventolera del este llegó hasta las puertas del mismísimo Gran Templo de la cinematografía occidental y la Academia de Hollywood premió en 1968 con un Óscar a la mejor película extranjera a Trenes rigurosamente vigilados (Ostre sledované vlaky, Jiri Menzel, 1966). Pero la apertura checa se frustró con la llegada de los tanques soviéticos a Praga. A consecuencia de ello, Alondras en el alambre (Skrivánci na niti, 1969-1990), una comedia sobre un grupo de represaliados políticos dedicados al desguace, rodada en 1969 no llega a las pantallas hasta 1990.

Entre ambos títulos, Menzel dirige y protagoniza Rozmarné léto (1968) –estrenada en inglés con el nombre de Capricious Summer y gracias a cuya edición en DVD por parte de la norteamericana Facets Video uno puede realizar este comentario-. Las tres películas comparten un ritmo sinuoso y un tema: el deseo. Si en Trenes... se trata de la iniciación al sexo, la vida y la guerra de un adolescente y en Alondras… , de la del grupo de prisioneros hacia las mujeres del campo de trabajo colindante, en Caprichoso verano, retrata el de tres hombres maduros por la ayudante de un funambulista.

La liviandad del argumento –basado en una novela de Vladislav Vancura- coadyuva a la impresión de placidez. Tres hombres de mediana edad pasan sus vacaciones en una cabaña junto al río: pescan, nadan y discuten. ¿Sobre qué? Sobre nada y sobre todo. Sobre la vida que pasa como el río junto al que holgazanean. Como en el drama simbolista del pintor y escritor catalán Santiago Rusiñol, "L’alegría que passa", la llegada de una troupe mínima al pueblo desbarata el frágil equilibrio en que los personajes se han instalado y hace aflorar sus deseos íntimos.


Los tres protagonistas deseantes son el propietario del hotelito, Antonin (Rudolph Hausinsky), el alcalde Hugo (Vlastimal Brodsky) y el predicador Roch (Frantisek Rehak). Sus tres miradas confluyen en la joven Anna (Jana Drchalova), la ayudante del funambulista y mago interpretado por el propio director, Jirí Menzel. El cortejo se concreta en un galanteo por turnos que exacerba los celos de los otros. Anna se deja querer y coquetea con los tres, mientras recoge las monedas en un platillo.

Entretanto Menzel camina con una pértiga sobre el alambre. Lo hace también hacia atrás, con los ojos vendados, o pasándose la pértiga a la espalda. La culminación de su número es la aparición de unos naipes gigantes que parecen materializarse en el aire y que quedan suspendidos en la oscuridad de la noche, sobre el alambre. La pobreza del vestuario y la parafernalia circense no es ajena al lirismo que transpiran las imágenes de este verano caprichoso y melancólico.

Sr. Feliú

Rozmarné léto (1968), Jirí Menzel
Producción: Filmové Studio Barrandov (CHE)
Guión: Jirí Menzel y Václav Nývlt, basado en una novela de Vladislav Vancura.
Intérpretes: Rudolf Hrusínský (el hostelero Antonín), Vlastimil Brodský (el alcalde Hugo), Frantisek Rehák (el predicador Roch), Jana Preissová (Anna), Jirí Menzel (Arnostek, el funambulista), Míla Myslíková (Katerina Durová), Bohus Záhorský, Vlasta Jelínková, Antonin Prazak, Pavel Bosek.
74 min. Eastmancolor.

27 de enero de 2008

Concierto para Elefante y Orquesta

Cirkus v cirkuse (1976)



Delirante coproducción ruso-checoslovaca con pretensiones de comedia, con perros que hablan, osos que viajan en preferente y diálogos entre personas y elefantes. La acción transcurre en Moscú donde un jurado internacional acude para seleccionar números de circo para un festival. Allí coinciden con una conferencia dedicada al lenguaje animal dirigida por el profesor Ruzhichka que asegura que cualquier animal puede aprender a hablar y a cantar. Finalmente participa en el espectáculo, lo que provoca muchas situaciones surrealistas. Hay imágenes del espectáculo que derrochan artistas como si el programa fuese un charivari sin fin, realizado gracias a un montaje muy ágil y a tiros de cámara que encuentran los ángulos a la pista circular del circo. Hay otra secuencia, larga y con detalles a cámara lenta, de un número de cosacos realizando acrobacias sobre caballos al ritmo del látigo. En otra, un mago se duerme en mitad de una desaparición de unos voluntarios del público, y no hay manera de despertarlo (en realidad, un número de payasos).

En definitiva, en Cirkus v Cirkuse (1975) la trama sigue rodeada de unas imágenes trepidantes de circo. Así que estamos de suerte: acróbatas dando mortales por encima de la cámara; alambristas cruzando el alambre en triple altura y realizando saltos de torre a torre; leones excitados por el aroma del perfume de la domadora; coreografías aéreas, equilibrios sobre rulo, ejercicios de mástil sobre percha y percha sobre barra rusa; un impresionante número de barras fijas con efectos ópticos al uso de la época; un número de osos con toques folclklóricos que nos enseña hasta donde llegaron los soviéticos en el arte de la doma; una persecución con camellos, un número que mezcla cama elástica y malabares, y un magistral número de básculas cruzadas que cualquier circo de hoy soñaría tener en su programa. Para acabar podemos disfrutar de un trapecio volante impecable, rodado buscando diferentes perspectivas y mostrado a cámara lenta para nuestro delelite. Es el preludio de un final de espectáculo que nos acerca a algunos espectáculos de circo de los que hoy se pueden ver en Las Vegas.

Se trata de una ocasión inmejorable para disfrutar de una sesión de circo acompañados por los mejores artistas de la década de los setenta de la Unión Soviética, lo que ya es decir mucho.


Cirkus v cirkuse (1976)
Productora: Filmové Studio Barrandov (CH) / Mosfilm (URSS)
Director: Oldrich Lipský
Argumento: Yakov Kostyukovsky
Guión: Oldrich Lipský
Intérpretes: Evgeni Leonov (Reditel cirkusu), Natalya Varley (Tána), Aleksandr Lenkov (Císník Aljosa), Leonid Kuravlyov (Grisa), Iva Janzurová (Elisabeth Whistler),
Zdenek Díte, Marie Drahokoupilová, Karel Effa, Frantisek Filipovský, Karel Hovorka, Otto Hudrlík, Lubomír Kostelka
134 min. Color

Inside Teradome


Este libro me inició en el culto a ciertas películas que rodean y merodean el mundo del espectáculo. En la portada se reproduce una escena de Santa Sangre, lo cual nos aproxima a las preferencias de Jack Hunter, el autor. Más tarde confirmamos nuestras sospechas acerca del autor al contemplar la lista de sus películas favoritas. En ella se encuentran Chained for life, La Donna Scimmia, The Elephant Man, The man who laughs, She freak o la mencionada Santa Sangre. Una selección de películas que nos recuerda a la galería de fenómenos que Barnum exhibióenParís a principios del siglo XX. Una gran exhibición de curiosidades vivientes que mostraba la diversidad y la faceta más caprichosa de la naturaleza. Son películas de enanos, personas sin piernas o brazos, gemelos siameses, mujeres barbudas, seres deformes que despiertan nuestros miedos más ancestrales y que nos ayudan a ver nuestra imagen reflejada en el espejo en su verdadera dimensión. Nosotros incluiremos estas películas en nuestra categoría One of us, frase que corean los monstruos de la película Freaks del maestro Tod Browning.

HUNTER, Jack 
Inside teradome, an illustrated history of freak film 
Creation Books, London 1995 
ISBN: 1-8751592-41-0

24 de enero de 2008

La domadora desnuda


Publicación de la Filmoteca Española que recoge el trabajo realizado para la restauración de la película Carne de Fieras (1936) bajo la dirección de Ferrán Alberich. Incluye guión y detalles minuciosos de la restauración. 

ALBERICH, Ferrán
Carne de fieras 
Cuadernos de Filmoteca Filmoteca Española, Madrid, 1993 
ISBN: 84-86877/105

22 de enero de 2008

Los 4 diablos perdidos


"Whatever the circus goes the throbbing pulse of life picks up a beat and pastel tones give way to brilliant colors." 

Novela sobre la película perdida de Murnau, Four Devils. Contiene fotografías de promoción de la película y su lectura es fácil y entretenida. Además, es la única manera de saber que ocurría en esta película maldita, condenada a permanecer inmóvil en las imágenes que realizaron los fotógrafos en el plató. Una lástima no poder ver a Janet Gaynor como trapecista.

FOWLER, Guy
Four Devils by Herman Bang from the picture produced by F.W.Murnau 
Grosset & Dunlap, New York, 1928

18 de enero de 2008

Cine por fascículos

En el año 1979, hace ya un puñado de años, y seguramente por septiembre, aparecieron en los kioskos unos fascículos dedicados al Circo, o más concretamente, al Maravilloso Mundo del Circo. La obra estaba refrendada con la firma de numerosas personalidades, expertos y coleccionistas de circo y se acompañaba de atractivos extras como carteles en las páginas centrales y contraportada y una revalorizada colección de cromos que hoy se busca entre los libreros de viejo como una pequeña joya de la memoria circense. Finalmente, el proyecto solo se mantuvo lo suficiente para editar trece fascículos, número fatídico en esta ocasión, pues la obra estaba ideada para 75 fascículos agrupados en 5 volúmenes. El apoyo de las colecciones de Mario Armero, Antonio Álvarez Barrios, José Vinyes, Feijoo-Castilla, Club de Payasos, Ángel Bendicho, Fernando Castellanos y Enrique Díáz al proyecto queda de manifiesto en estos capítulos repletos de ilustraciones y reproduciones de documentos inéditos y de gran valor documental. Dirigida por Juan Villarín García y teniendo como asesores principales a los ya citados Antonio Álvarez Barrios y José Vinyes, El Maravilloso Mundo del Circo, aún siendo una obra inacabada, sigue siendo un libro (en realidad, finalmente se editaron dos volúmenes) importantísimo en la escasa bibliografía de libros escritos en español. Además, tenemos la suerte de que entre los capítulos editados, se encuentra uno, magníficamente ilustrado, dedicado al cine. 

VV.AA. 
El Maravilloso Mundo del Circo 
Ediciones Nova, S.A., Madrid, 1979 
ISBN: 84-85658-05-1

Días de circo

Este es un libro maravilloso, realizado con motivo de la gran exposición "Jours de Cirque", celebrada en el Grimaldi Forum de Montecarlo en julio del año 2002. Contiene diferentes capítulos firmados por algunos de los mejores especialistas circenses de todo el mundo. Prologado por el gran coleccionista de circo el Doctor Alain Frere, hay páginas escritas por Zeev Gourarier, Marquis Pauwels, Dominique Mauclair, Arthur Saxon y otros. Al final del libro, cuando ya nos hemos maravillado decenas de veces con las fotografías, las ilustraciones y las historias de artistas legendarios, aparece un pequeño capítulo firmado por Jacques Richard titulado "Le Cinéma des Saltimbanques". Una reflexión del autor sobre la relación del circo y el cine a lo largo de la historia con especial detalle en la primera época y especialmente en Francia. Contiene una filmografía muy básica, pero que incluye algunos títulos que yo no había considerado hasta su lectura. 

VV.AA 
Jours de cirque 
Grimaldi Forum Monaco/Actes Sud, 2002 
ISBN: 2-7427-3838-X

17 de enero de 2008

I Clowns



Otra joya bibliográfica difícil de encontrar que, además del guión de la película I Clown de Fellini, contiene documentación valiosísima sobre los payasos, sus orígenes, entradas clásicas, textos de Fellini, Tristan Rémy, Liliana Betti, Oreste Del Buono, Ornella Volta, Bernardino Zapponi y reproducciones de cartas enviadas por Fratellini, Pierre Etaix, Groucho Marx o Red Skelton. A todo esto, hay que añadir que está magníficamente ilustrado con fotografias y reproducciones de obras de arte y que hay una selección de escritos de autores como Aristófanes, Cervellati, Charles Dickens, Joe Grimaldi, Teophile Gautier, Cocteau, Baudelaire, Ramón Gómez de la Serna, Alfred Jarry, Franz Kafka, Alexander Calder y muchos más.

FELLINI, Federico
I Clown
VV.AA
Capelli Editore, Bologna 1988

16 de enero de 2008

About Circo Méliès

© Circo Méliès - Javier Jiménez

Circo Méliès es una investigación en proceso, un pequeño centro de documentación puesto a disposición de los interesados, un cineclub donde poder elegir tus películas y visionar algunas de ellas y una guía para la búsqueda. Circo Méliès es un listado de películas relacionadas con el circo, las variedades, el vaudeville o el cabaret que iremos comentando en la medida de nuestro tiempo y disponibilidad. El listado está en el primer capítulo: A-Z, con las películas comentadas resaltadas por un subrayado que es un enlace al comentario de dichas películas. Las categorías son los diferentes capítulos del estudio y una manera de relacionar unos títulos con otros. Las actualizaciones son muy frecuentes y el promedio de publicación de entradas es de unos 5 cada mes, algunos meses más. No todos los vídeos disponibles están visibles en el blog. Hay que curiosear entre los links. Y tampoco respeto la fecha de publicación: a veces una entrada puede estar en la página principal durante tiempo, como cebo, mientras coloco otras entradas en fechas anteriores. Hay que fiarse del archivo del mes o de los capítulos. ¿Por qué Circo Méliès? Circo porque es mi pasión, mi hobby, mi trabajo. Méliès por George Méliès, uno de los pioneros, inspirador del logotipo de Circo Méliès.

Decidí empezar este cuaderno de bitácora el día que vi el blog de mi amigo Raffaele de Ritis. Había diseñado una página web y estaba elaborando el contenido, el camino parecía eterno, cuando comprendí que podía seguir trabajando en los contenidos mientras los publicaba fácilmente en la red, casi simultáneamente, sin preocuparme apenas por el diseño.¡Menudo descubrimento tardío! Colabora en esta página mi amigo Santiago Aguilar, alias el Sr. Feliú, un experto cinéfilo, director de cine, escritor e investigador. Al principio parecía que sus colaboraciones iban a ser esporádicas, pero actualmente es coautor e instigador. Sus favoritas son las películas españolas e italianas pero se atreve con cualquier tema y nos sorprende cada semana con alguna película para añadir a la lista. También colaboran, aunque de manera más indirecta de momento, el mencionado Raffaele (aquí hay otro blog de Ritis sobre circo contemporáneo muy interesante), Pedro Porcel, el venerable abuelito de El Desván del Abuelito y la gente que cuelga cosas en youtube, en especial Baks65 y Pat Cashin. Si quieres saber más sobre mi afán coleccionista puedes pinchar aquí. Por favor, si utilizas el texto o información derivada del mismo, por favor contacta con javierjim@carampa.com, o al menos cita la procedencia. Si estás interesado en más información sobre algunas de las películas de mi lista o quieres colaborar en Circo Méliès, ponte en contacto con javierjim@carampa.comMuchas gracias por tu visita

15 de enero de 2008

De diccionarios y bases de datos

LA carpa del Circo Méliès está plantada entre Pinto y Valdemoro. Pinto es el Circo y Valdemoro el Cinematógrafo. O viceversa. Así que hemos pensado que sería buena cosa que los aficionados al circo tuvieran acceso a una sucinta bibliografía cinematográfica de entre la que habitualmente manejamos. Hoy por hoy la principal fuente de fichas cinematográficas en el hiperespacio es el imdb (Internet Movie Database): www.imdb.com La base de datos del Ministerio de Cultura de películas estrenadas en España permite conocer los títulos españoles de las películas extranjeras y contiene datos más fiables que el imdb de la producción de por acá: www.mcu.es
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A pesar de ello, siempre conviene tener a mano un buen diccionario. El Ephraim Katz era el favorito de Guillermo Cabrera Infante y cuando uno busca información sobre cine internacional es una fuente inagotable: 

KATZ, Ephraim: The Macmillan International Film Encyclopedia. 
Nueva York, Macmillan, 1994.

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Para el cine español, la obra de referencia indiscutible —en tanto que la SGAE no termine su anunciadísimo diccionario de cine Hispano-Americano— es el diccionario de la Academia de las Ciencias y las Artes Audiovisuales, coordinado por José Luis Borau:

BORAU, José Luis (ed.): Diccionario del Cine Español. Madrid. 
Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas / Alianza Editorial, 1998.

Y de propina un “Who Is Who” al que tan aficionados son los británicos. Se trata de una guía en la que localizar a personajes reales o de ficción y comprobar quiénes los encarnaron en la pantalla: Lola Montes, Harry Houdini, Lon Chaney o Buster Keaton, tienen entrada propia. Se llevan la palma, claro, Sherlock Holmes, Napoleón o Carmen, la cigarrera: 

PICKARD, Roy: Who Played Who on the Screen. 
Londres, B.T. Batsford, 1988.

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Por último, cualquier aficionado a la historia les dirá que lo mejor es recurrir a las “fuentes primarias”, por eso todas las películas y libros que se dejan caer por Circo Méliès proceden de lecturas y visionados de primera mano, lo que además de datos para las fichas técnico-artísticas que aparecen al pie de los comentarios, es una fuente de disfrute que nos permite seguir acudiendo a nuestras citas periódicas en… www.circomelies.com

7 de enero de 2008

Adrian

Mi afán coleccionista me viene de mi padre: colecciona cucharillas de café con los escudos de las ciudades, sellos, estampitas de la virgen, libros sobre Escrivá de Balaguer… Era inevitable que uno de los ocho heredara esta obsesión menor y, por lo que parece, me ha tocado a mi. De pequeño coleccionaba llaveros, pero, según recuerdo, la colección no me duró demasiado. Ya en la Universidad me puse a coleccionar mujeres pero me resultaba imposible encontrar un método sencillo de clasificación y abandoné la colección, que no mi curiosidad por ellas. Necesité treinta años para que se despertara en mi el auténtico espíritu del coleccionista. Un libro sobre freaks, "Very special people", de Frederick Drimmer, me animó a coleccionar todo lo referente a estos personajes y ahí comencé con los libros. Una lista de sellos sobre circo de Wilf J Fitton me empujó hacia los sellos. Y el libro de Adrian, "Cirque au Cinema Cinema au Cirque", me llevó a la colección de películas sobre la que trata este blog. 

A día de hoy, mi despacho cada vez se parece más al de mi padre y entre cajas y maletas, se amontonan revistas, libros, vídeos y dvds, pósters, marcos, programas, recortes, fotografías, etc. Adrian, más bien el libro de Adrian, me ha ayudado a perseguir películas concretas, me ha dado pistas para encuentros maravillosos y me ha dado paciencia, cualidad imprescindible para cualquier coleccionista que se precie. Así, con el tiempo, he conseguido reunir una colección importante de películas sobre circo, muchas más de las que nunca imaginé que conseguiría y, lo que es mejor, la seguridad absoluta de que en mi camino me voy a encontrar con otras muchas que estoy buscando desde hace tiempo. Ahora es el tiempo de compartirlas. De reflexionar y hablar sobre ellas en español. Y por eso Circo Méliès. 

ADRIAN Cirque au Cinéma Cinéma au Cirque 
Ed. Paul Adrian, París 1984 
ISBN: 2 -900107-03-2

3 de enero de 2008

Viva lo imposible



¡Viva lo imposible!
(1958) de
Rafael Gil

SUPONEMOS que "¡Viva lo imposible! o El contable de estrellas" no dejó un buen sabor a Mihura pese a suponer su primer estreno teatral. La previsible frustración que le había supuesto no poder estrenar su primera obra de teatro, "Tres sombreros de copa", hizo a Mihura pisar sobre seguro y contar para "¡Viva lo imposible!" con la colaboración del hijo del protomártir de la Cruzada, lo que garantizaba por descontado un abierto apoyo de críticos y empresarios. El lenguaje y la estructura de la obra no corresponden al tono de Mihura, que según reconoció años más tarde participó poco en su autoría (la de Calvo Sotelo es, de hecho, la única firma de la copia presentada a censura). La relación entre ambos no fue satisfactoria: cuando años después Mihura le solicitó por carta permiso para publicarla en un volumen con otras dos obras suyas, Calvo Sotelo le respondía diciendo que “veo que recurres al género epistolar para el arreglo de nuestras diferencias. Mejor es porque, verbalmente, acostumbras a ponerte impertinentísimo y a abusar con tus impertinencias de mi bondad de siempre contigo”. El paso de la obra por los teatros no fue triunfal. Estrenada en el frío otoño de 1939, cosechó un notable fracaso: “la crítica nos trató muy bien, echó las campanas al vuelo y nos dijo que éramos unos señores listísimos. Pero hacía un frío imposible. La calle Preciados estaba levantada. El público, por la falta de coches particulares, apenas salía por la noche... Y no fue nadie a ver la obra. Le dieron treinta representaciones y la comedia murió de frío y quedó allí sepultada para siempre” . Y Mihura sólo consigue 1.500 pesetas en concepto de derechos de autor.


Tras este fugaz paso por los escenarios, la obra cae en el olvido del que sólo sale cuando, años más tarde, Mihura decida publicarla. Esta circunstancia propicia que, en 1957, Rafael Gil le proponga realizar una adaptación a la pantalla con su colaboración más o menos directa en el guión cinematográfico. Más o menos porque su participación se limita a embolsarse 25.000 pesetas por mantener algunas conversaciones sobre el texto con el director; en su contrato se señala expresamente que no está obligado a escribir una sola línea.


En el artículo que publica Calvo Sotelo como homenaje a Mihura tras su fallecimiento, señala que la obra “pereció a manos de uno de los directores más rutinarios del cine español”. Tampoco es para tanto, bien que Gil está ya más centrado en su faceta de productor y la película lo delata. Decidido a ganarse el favor de la Censura y sobre todo la Junta de Calificación le pega un quiebro al final: si en la obra original Manolito terminaba escapándose con su abuelo en el circo ambulante en busca de una vida al margen de cualquier convencionalismo, en la película la escena final muestra a la familia reunida –niño incluido- cantando un villancico mientras los artistas del circo se alejen con sus carromatos. Como tantas veces ocurre con estas componendas, en el pecado va la penitencia. Porque el niño sigue con su familia, pero la carga de profundidad contra la institución ha hecho impacto en la línea de flotación cuando sus padres (Paquita Rico y José María Rodero) discuten cómo pasar la tarde del domingo:

-Podemos dar una vuelta y tomar el sol y luego meternos en un cine.
-Una cosa o la otra, Palmira. Si hacemos las dos el mismo día, qué dejamos para el domingo que viene.
-Tienes razón.
-Después del paseo podemos volver a casa o ir a vistar a los Rodríguez.
-¿Y si no están? Con esto de no tener teléfono...
-Ya te lo previne cuando te empeñaste en tener un niño. Bien, te dije, tendremos un niño, pero será necesario prescindir del teléfono. los dos gastos a la vez no me son posibles. La vida es así y no otra. Lo demás son fantasías.

¡Viva lo imposible! se estrena en el Palacio de la Prensa el 1 de septiembre de 1958, obtiene un resultado medio en taquilla y proporciona a Manolo Morán el Premio Nacional de Interpretación.

Sr. Feliú

¡Viva lo imposible! (1958)
Producción: Coral P.C. (ES)
Director: Rafael Gil
Guión: Rafael Gil, basado en la obra de teatro “Viva lo imposible o el contable de estrellas”, de Joaquín Calvo Sotelo y Miguel Mihura.
Intérpretes: Paquita Rico (Palmira), Manolo Morán (don Sabino), José María Rodero (Vicente), Jacqueline Pierreux (Mirra), Miguel Gila (Adriani, el domador), Julio Núñez (Eusebio López), Julia Caba Alba (Rosa), José Marco Davó (don Emilio), Fernando Sancho (John), Raúl Cancio (Rodolfo), Vicky Lagos (Margot), Ángel Ter (Zozof), Yelena Samarina (Eloísa), Miguel Ángel Rodríguez (Manolito), Laura Valenzuela (Pili), Mario Morales, Jesús Narro, Tony Soler, José Ramón Giner, Erasmo Pascual, Julia Delgado Caro, Fernando Rey (narrador).
Agradecimientos: Al gran Circo Americano y a sus números: Ivanoff (domador de leones) y Majuri (lanzador de cuchillos).
95 min. Eastmancolor.

Verbena



Verbena (1930), de Edgar Neville

EDGAR NEVILLE, humorista, cineasta y hombre de teatro, director de la recordada La torre de los siete jorobados (1944), rodó este cortometraje y su hermano mellizo, La Parrala, dentro de una serie que Ufisa promovía en 1941, bajo el título genérico de Canciones. Los argumentos, basados en coplas de gran popularidad de Rafael de León y el maestro Quiroga fueron protagonizados por la cantante Maruja Tomás.

Toda la acción tiene lugar en una verbena en un barrio madrileño –el del puesto de la fuerza, la del tiro al bote, el que vende bigotes postizos: “la juerga padre…”-. Don Paco, el dueño de la barraca de fenómenos, pregona sus atracciones. Levinsky, un aventurero extranjero, llega a la feria y le exige a don Paco que le pague un dinero, ya que tiene unos pagarés que le comprometen. Don Paco le invita a entrar en El Palacio de las Maravillas. Madame Dupont, la mujer barbuda, interpreta una parodia de La Tarara (“la Tarara, oui, la Tarara, non”). Don Paco le enseña a Levinsky éste y otros números, como Rachmaninov, el comepeces, y Stella Matutina, la cabeza parlante, de la cual el aventurero se prenda instantáneamente.

Después del espectáculo, los falsos fenómenos se reúnen para cenar. Despojados de su ropa de trabajo los habitantes del Palacio de las Maravillas resultan un tanto prosaicos. La cocinera ha guisado los peces de Rachmaninov y nadie los quiere. Luego trae un fricandó que al tragapeces no le importa tomar; aunque advierte a sus compañeros cuando ya es demasiado tarde que es gato. Mientras tanto, Levinsky hace firmar a don Paco la cesión de Stella Matutina para llevársela a América. Al enterarse, Estrella, sola en la feria, canta: “¡Ay mi Madrid, donde dejo todo mi ser! ¡Ay mi Madrid, y mi corazón!”. Y las barcas que se balancean solitarias son el símbolo de lo que va a quedar atrás.

Felipe, el novio de Estrella, que trabaja en el tiovivo, se queda muy contrariado cuando se entera de la noticia. Igual que el resto de sus compañeros. Madame Dupont, que es un poco revanchista, se afeita. “Pelillos a la mar”, dice. Don Paco se lo reprocha: “Sin barba parece usted un torero”. Madame Dupont ocupa el puesto de cabeza parlante pero es tan borde que el público se queja: “Podían haber tirado la cabeza, en vez del cuerpo”. Ella se marcha enfadada, desvelando el truco.

Los enanos le enseñan un periódico a la ex-mujer barbuda. Cuando llega Levinsky revelan que es un fugado de presidio, convicto por trata de blancas y que, además, en un circo en el que los enanos trabajaban en Marsella, asesinó a una trapecista. Levinsky huye perseguido por los fenómenos. Estrella ya no tiene que marcharse y Felipe pone el tiovivo en marcha. Se montan juntos en un caballito. Ella canta un nuevo tema y, a mitad, un reprise de Verbena con la letra alterada: “¡Ay mi Madrid, que me ha dao la felicidad! ¡Ay mi Madrid, de mi corazón!”.
Para el personaje central, Neville recupera el cuento “Stella Matutina”, que publicó en la Revista de Occidente en 1928, reimpreso en una curiosa antología promovida por el Parnasillo Literario Circense, titualada Cuentos de la pista (EPESA, 1946), que contiene además colaboraciones de Antonio Casal, el payaso Ramper y el cómico Alady, entre otros. La Stella del cuento es una verdadera cabeza parlante, una muchacha que lleva tanto tiempo haciendo el número que un buen día se da cuenta de que no tiene cuerpo y que no lo necesita. Don Simón, otra cabeza, esta de cartón, propiedad del ventrílocuo, consuma el amor que su propietario sentía por la chica. Una trama secundaria desarrolla un idilio igualmente extravagante. Los Alisios, unos hermanos acróbatas, se enamoran de la hija del alcalde, pero carecen de personalidad individual; sólo tienen identidad cuando forman la torre humana que les ha dado fama. En la boda, “uno de los Alisios hacía de novio; pero nosotros sabemos que los demás también lo eran”. Entretanto, las dos cabezas se han fugado. Por fin, dan con ellas, camufladas en el escaparate de una peluquería.

La invención de la testa parlante, recuperada años después por Álvaro de Laiglesia en su primera novela, Un náufrago en la sopa, pierde en Verbena los rasgos fantásticos. La nueva Stella tiene un cuerpo bien rotundo, aunque al malvado Levinsky sólo parezca interesarle la cabeza. Stella Estrella, la estrella es Maruja Tomás, cantante de breve filmografía, que dejó el cine para dedicarse a la opereta después de protagonizar Ana María (1943). Madame Dupont es otra historia. La mujer barbuda está interpretada por Amalia de Isaura. Militante de la primera hornada del género ínfimo, creadora de la escuela cómica del cuplé, la Isaura, pequeñita, feúcha, poca cosa, salía al escenario en los años veinte acompañada al piano por su padre y cantaba unos cuplés picarescos en los que ella intercalaba sus recitados humorísticos. Y así, cantando La chalequera “Tan sólo a un hombre quise de veras – y por quererle con frenesí – un día yendo a probar un traje – pidió otras pruebas y se las di” , cuela de rondón la historia de un romance numérico: “Mi primer amor se llamaba Segundo, vivía en el tercero de mi casa y yo le quise aunque no tenía un cuarto. Pero le tocó ser quinto y al ver yo lo contento que me dejaba, dije: ¿Qué es esto?”.

Neville, admirador de las cupletistas, dedicó un artículo en ABC del 23 de febrero de 1964 a explicar la cosa de la barba: 

“Amalia, al principio, se disgustó cuando le pedí ese sacrificio; pero, como es una profesional de verdad y tiene un sentido del humor fabuloso comprendió en seguida lo que yo le decía con torpes palabras. Es decir, que si durante años y años ha habido grandes hombres favoritos de las mujeres, como Enrique VIII sin ir más lejos, que llegó a tener seis mujeres (claro que mediante una ley particularísima del divorcio, en colaboración con el hacha) y muchas amantes, a causa de llevar barba, que hace que los hombres parezcan un fauno escondido detrás de un matorral, lo mismo podía suceder con las mujeres: La misma razón misteriosa que nos mueve a amar a la mujer del antifaz, hace que las mujeres se vuelvan locas, hasta hace poco, por los hombres barbudos, siempre que estos las miren con ojos prometedores.¿Por qué no había de ocurrir lo mismo con la mujer? ¿Qué casi ninguna lleva barba? Ya lo sé, pero tampoco hay muchas que lleven un collar de brillantes de cincuenta quilates, y gustan. Además le dije:
-La barba, precisamente por no llevarla ninguna mujer, tiene la originalidad de un sombrero recién salido de París.
Ante tanta lógica y tanta razón accedió.
Y luego, al verse con ella puesta, comprendió lo bien que le enmarcaba el rostro. Y, la verdad, yo esperaba que hubiera seguido la moda… Yo no digo que todas, pero sí alguna señora al llegar a cierta edad se la debería dejar, lo cual, además les daría un pretexto para perder otra hora en la peluquería y para ponerse lacitos negros cuando estuvieran de luto”.

En el reparto se mezclan charlatanes, fenómenos y feriantes, pero existe entre todos ellos una fraternidad nacida de la diferencia y, cuando se van a llevar a Estrella, son los fenómenos auténticos la pareja diminuta y la mujer barbuda- quienes toman la iniciativa.

El feriante de La parada de los monstruos / Freaks (1932) lo exponía sin tapujos:
  
“Os reísteis de ellos. Os hicieron temblar. Y, no obstante, por un capricho del destino vosotros podríais ser uno de ellos. Ellos no pidieron venir al mundo, pero vinieron. Su código es su ley. Si ofendéis a uno, los ofendéis a todos”. 

Haciendo suya esta filosofía, los jorobados de la Plaza de la Paja no son más que los habitantes de Verbena a los que no les da la gana de seguir viviendo recluidos en el recinto de la feria.

Santiago Aguilar
Edgar Neville: tres sainetes criminales.
Filmoteca Española, Madrid, 2002.


Verbena
(1941)

Producción: Ufisa (ES)
Dirección: Edgar Neville
Guión: Edgar Neville y Rafael de León basado en un argumento de Edgar Neville.
Intérpretes: Maruja Tomás, Amalia de Isaura, Manuel Dicenta, José María Lado, José Martín, Juan Monfort, Manolo Morán, Miguel Pozanco, Ana María Quijada, Miguel Utrillo.
30 min. Blanco y Negro.