2 de agosto de 2008

Ríe, Krusty, ríe

OTRA NUEVA versión de la obra de Leoncavallo que no podía dejar pasar. En esta ocasión tenemos a Bob Patiño, antiguo actor secundario de Krusty el payaso, cuyo nombre completo es Robert Underdunk Terwilliger. Durante su trabajo en el Show de Krusty tuvo problemas con el feo payaso y se marchó. Acabó en la cárcel por varios delitos provocados por su odio a Krusty, entre ellos intentar asesinar a Bart, pero de vez en cuando se fuga de ella y hace alguna de las suyas. Aquí le vemos interpretando la famosa ópera.

Ridi pagliacci

L´Opera Imaginaire (1993), varios 



L'OPERA imaginaire producida para la televisión pública francesa, coordinada por Pascal Roulin en 1993, contiene doce extractos de algunas de las óperas más famosas llevadas a la animación por artistas europeos con distintas técnicas, desde la plastilina a las imágenes de síntesis 3D. Entre ellas hay piezas de José Abel (Tosca), Guione Leroy (La Traviatta), Hilary Audus (Fausto), Stephen Palmer (La Cenicienta), Raymond Krumme (La Flauta Mágica), Monique Renault (Rigoletto), etc. Un programa muy variado y atractivo para los melómanos y los devoradores de animación entre los que me cuento. La música clásica y la ópera especialmente, son una buena fuente de inspiración para los animadores y muchos de ellos se han atrevido con las composiciones de los mejores autores creando, en algunos casos, verdaderas obras de arte. 

Opera Vox, por ejemplo, es una recopilación de mediometrajes de animación en la que hay que destacar la deliciosa puesta en escena de El Barbero de Sevilla dirigida por Natalia Dabizha y el expresivo e inquietante mundo del Rigoletto (1993) adaptado por el genial animador Barry J C Purves, con la ayuda de los personajes genialmente diseñados por Ian Mackinnon y Peters Saunders.


La selección de L´Opera Imaginaire la abre un corto de Ken Lidster que reinventa "Vesti la Giubba" , regalándonos su peculiar visión de este clásico de Leoncavallo. Un excéntrico payaso, diseñado por Peter Saunders e Ian Mackinnon –como véis, unos auténticos maestros–, canta (Franco Corelli) desgarrado su desgracia ante la pérdida del amor. Llevado por el dolor, cegado por los celos, el payaso pone fin de manera trágica, y antes de lo esperado, al número del lanzador de cuchillos. Precisamente es éste otro personaje muy socorrido en las películas circenses y del que hablaremos más ampliamente en otra ocasión.