12 de agosto de 2013

El Hombre Transportado


The Prestige (El truco final, 2006), Christopher Nolan

Dos magos, Robert Angier (Hugh Jackman) y Alfred Borden (Christian Bale), mantienen una rivalidad extrema que les llevará a cometer acciones que ni ellos mismos imaginan. Los celos profesionales vienen de lejos. De cuando ambos trabajaban para el mago Milton (Ricky Jay) y John Cutter (Michael Caine) que es el ingeniero de las ilusiones de Milton. A Ricky Jay ya le hemos traído a estas páginas pero no como actor —ha participado en decenas de películas y en muchas de ellas como mago— sino como autor de algunos de los libros más interesantes y mejor editados de nuestra colección dedicada al sideshow.


La esposa de Angier, Julia (Piper Perabo), se ahoga durante una actuación en un tanque transparente repleto de agua porque Borden ata las muñecas de Julia con un nudo Landgford doble en lugar de un simple corredizo, el que siempre han usado. Julia, una vez dentro del tanque, no logra desatarse y Borden, impactado por la duda de lo que en realidad ha hecho, se convierte en el responsable de su muerte, En el funeral, Borden enfurece a Angier al no recordar qué clase de nudo ató.

Los dos prosiguen su carrera en solitario, Borden como "El Profesor" y Angier como "El Gran Danton". Borden contrata a Bernard Fallon como su ingeniero, mientras Angier trabaja con Cutter y su atractiva asistente Olivia Wenscombe (Scarlett Johansson). Durante una sesión de magia, Borden conoce a Sarah (Rebecca Hall), con la que se casan y tiene una hija, Jess.


Los dos magos se dedican a boicotear las actuaciones del otro: Angier provoca la amputación de dos dedos de Borden cuando interrumpe el número de la captura de una bala. Borden, disfrazado, sabotea el acto de Angier para dañar su reputación.


Con el tiempo, Borden consigue un rotundo éxito con un nuevo efecto mágico llamado El hombre Transportado. Angier, obsesionado con conocer el secreto de Borden, envía a Olivia para espiar a Borden. Angier ha creado —con la ayuda de un doble— una copia del número de Borden y lo llama El Nuevo Hombre Transportado, pero sigue empeñado en conocer el secreto de Borden pues él cree que El Profesor no utiliza un doble. Olivia acaba enamorándose de Borden lo que le permite a este sabotear nuevamente el número de Angier, dejándole tullido de una pierna. Para vengarse Angier y Cutter entierran vivo a Fallon y exigen la clave de la ilusión de Borden para liberarlo.


La clave es la palabra "Tesla". Angier viaja a Colorado Springs en busca de Nikola Tesla (David Bowie)  y le pide que construya una máquina de teletransportación. Cuando descubre que ha sido engañado nuevamente por Borden, vuelve furioso al laboratorio de Tesla para exigirle que le devuelva su dinero, pero casualmente descubre que la máquina de Tesla crea una copia exacta de cada objeto y deja el original intacto. Tesla abandona Colorado Springs pues su rival, Thomas Edison, envía secuaces para que le incendien el laboratorio. Antes de irse deja a Angier una versión de la máquina, no sin advertirle que es mejor que la destruya.


Ahora se han cambiado las tornas. El acto de transportación de Angier es realmente asombroso y después de desaparecer entre los rayos eléctricos de la máquina de Tesla, Angier aparece a los tres segundos en una balconada del teatro, La curiosidad le puede a Borden que se cuela en el espectáculo de Angier justo en el momento para ver como el mago cae en un tanque de agua y muere ahogado. Borden será acusado de asesinato.


¿Demasiada información? Pues ahí no acaba todo porque como en los grandes números de magia, falta el efecto final, "The prestige", como lo llaman en la película. Pero como buenos aficionados a la magia no desvelaremos el truco. Dejaremos que sea el espectador el que descubra el secreto.

The Prestige (El truco final, 2006)

Producción: Warner Bros. Pictures (USA).
Director: Christopher Nolan.

Guión: Jonathan Nolan y Christopher Nolan basado en la novela de Christopher Priest, "The Prestige".
Intérpretes: Hugh Jackman  (Robert Angier), Christian Bale (Alfred Borden), Michael Caine (Cutter), Piper Perabo (Julia McCullough, Rebecca Hall  (Sarah Borden), Scarlett Johansson (Olivia Wenscombe), Samantha Mahurin  (Jess Borden), David Bowie (Nikola Tesla), Andy Serkis (Alley), Ricky Jay (Milton),  (Daniel Davis (Juez)
Color. 130 min.

9 de agosto de 2013

El profesor Gabrielli


I bambini ci guardano (1943), Vittorio De Sica

Ceare Gabrielli nació en 1881 en Pontedera. Se ocupó en oficios varios y dicen las malas lenguas que en el de vendedor ambulante fue donde descubrió sus dotes para el hipnotismo. Pero, ay, el fascismo prohíbe tales prácticas, por lo que Cesare, ya convertido en el “Profesor Gabrielli”, se ve obligado a reciclarse en prestidigitador y telépata. Es por esto que también se hace llamar “la radio humana”. Durante treinta años gozó de gran celebridad, D’Annunzio lo honró con su amistad y Thomas Mann se inspiró en él para uno de sus cuentos: “Mario und der Zauberer”, que fue, a su vez, adaptado a la pantalla por Klaus Maria Brandauer en 1994. El mago Sik-Sik, al que ya hemos visto en la carpa, surgió también de la impresión que causó en Eduardo De Filippo su figura.


Gabrielli falleció en Milán, en 1943, poco después de rodar I bambini ci guardano, a lo que sabemos, el único registro audiovisual de sus habilidades:


La película es una adaptación de Pricò, primera novela de Cesare Giulio Viola, que antes de llegar a las librerías en 1924 de la mano de Mondadori aparece seriada en la prestigiosa revista “Nuova Antologia” de la que Viola era redactor jefe. El novelista narra con un estilo conciso y elíptico la desaparición de la madre: una ausencia inexplicable para el pequeño Pricò: precoce, precoz. A la fuerza, claro.


Porque su madre (Luciana De Amborsis) se fuga con su amante (Adriano Rimoldi), dejándolo al cuidado de un padre (Emilio Cigoli) que no sabe qué hacer con su hijo. La mujer regresará cuando Pricò caiga enfermo la madre regresará y, durante unos días, en la playa de Alassio intentarán recuperar la estabilidad familiar y la felicidad. Sin embargo, el trabajo reclama al padre en Roma y el amante de la madre se presenta en la villa veraniega, precisamente durante la velada del Profesor Gabrielli en el Grande Albergo.


Como para el resto del mundo adulto, Pricò es un estorbo para el mago. Éste finaliza su número sacando pañuelos, cintas y palomas de cinco chisteras que el público acaba de comprobar que estaban vacías y que no tenían truco alguno. Pricò ha entregado una de ellas y ahora permanece a un metro de la batería de mesitas donde el prestidigitador ejecuta sus juegos de manos, intentando penetrar el prodigio. Pero el misterio no se deja desflorar así como así y Pricò saldrá de allí más perplejo que maravillado y debiendo enfrentarse al comportamiento adulto, tan indescifrable como los trucos del mago Gabrielli.



I bambini ci guardano (1943)
Producción: Scalera Film – Invicta (Italia).
Director: Vittorio De Sica.
Guión: Cesare Zavattini, Vittorio De Sica, Cesare Giulio Viola, Gherardo Gherardi, Margherita Maglione, Adolfo Franci, Maria Doxelofer, basado en la novela “Pricò” de Cesare Giulio Viola.
Intérpretes: Luciano De Ambrosis (Pricò), Isa Pola (Nina, su madre), Emilio Cigoli (Andrea, su padre), Adriano Rimoldi (Roberto, el amante), Giovanna Cigoli (Agnese, la criada), Jone Frigerio (la abuela), Cesare Gabrielli (él prestidigitador), Maria Gardena (la señora Uberti), Tecla Scarano (la señora Resta), Dina Perbellini (la tía Berelli), Nicoletta Parodi (Giuliana), Zaira La Fratta (Paolina), Mario Gallina (el médico), Olinto Cristina (el rector del colegio), Armando Migliari (el “commendatore”), Lina Marengo, Riccardo Fellini.
90 min. Blanco y negro.

5 de agosto de 2013

Diabolique, el tragafuegos del infierno


L’acqua… il fuoco (2003), Luciano Emmer

La carrera de Luciano Emmer ha sido de un prolífico que aturde. Realizador de pretigiosísimos documentales de arte en los años cuarenta del pasado siglo, artífice de algunas de las mejores comedias corales italianas durante la siguiente década, realizador televisivo y documentalista en los setenta… En la primera década del presente siglo, cumplidos ya los ochenta años, tan longevo como entusiasta, Emmer se embarca en una nueva etapa de dirección de largometrajes... Uno de los últimos es L’acqua… il fuoco.


La cinta se construye sobre estos dos principios telúricos para contar la historia de tres mujeres que desafían a su destino. Las tres están encarnadas –no hay término más apropiado- por la diva televisiva Sabrina Ferilli. Ella es Stefania, la turinesa abandonada por su marido a la que sus hijos plantan el día de su cumpleaños; Elena, la mujer que se tira al Sena y es rescatada por un clochard (Olivier Pagès); y Stella, factótum de un circo familiar en Luxemburgo, en el episodio que nos interesa.


El Cirque Etoile es apenas una roulotte aparcada en cualquier sitio ante la que se colocan unas sillas de tijera. El drama, tan íntimo como el circo en el que trabajan, es el de un payaso (Giancarlo Giannini) entregado de tal modo al alcohol desde que su mujer lo abandonara que no se tiene en pie para salir a actuar.


Suyos son el número del hombre-orquesta y el del tragafuegos infernal conocido como Diabolique. Su adicción llega a tal extremo que, a pesar de haber pedido un último trago de coñac, para poder salir a actuar, es capaz de tragarse el bebedizo con el que realiza su número.


Ha llegado a tal estado porque una mujer lo abandonó. Poco le importa tener a su lado a Stella, que hace lo que puede como organizadora general y como malabarista con unas mazas, y su hija Avril (Eloise Eonnet), que abre cada noche el espectáculo con su paseo por el alambre cuyo momento culminante es un salto mortal que no vemos. 
Participa en esta película nuestro amigo James Thierrée, nieto de Charles Chaplin y a quien hemos acompañado en otras aventuras fílmicas —Bye Bye Blackbird (Robinson Savary, 2005) y La Belle Verte (Coline Serreau, 1996)— y en otros encuentros circenses


Cuando David deba ser ingresado a causa de una cirrosis galopante y Avril decida que tiene que encontrar su propio camino en la vida, Stella deberá enfrentarse a la necesidad de sacar adelante “el circo más pequeño del mundo”.


L’acqua… il fuoco / L'eau... Le feu (2003)
Producción: Buskin Film (LUX) / Factory (LUX) / con el apoyo del Ministero per i Beni e le Attività Culturali (MiBAC) (IT)
Guión y Dirección: Luciano Emmer
Intérpretes: Sabrina Ferilli (Stefania / Elena / Stella), Giancarlo Giannini (David), Eloise Eonnet (Avril), Olivier Pagès (Bernard, el clochard), Valérie Kaprisky (Iris), James Thiérrée (Enrico), Domiziano Arcangeli. Massimo Tellini.
93 min. Color.

2 de agosto de 2013

Tatuaje


The Illustrated Man (El hombre ilustrado, 1969), Jack Smight

Sabemos que Carl (Rod Steiger) trabaja en un circo porque él mismo nos lo cuenta. Bueno, se lo cuenta a Willie (Robert Drivas), otro hombre a la deriva en los Estados Unidos de la Gran Depresión Económica. Ésta no, aquélla.


Sin embargo, los dos tienen un objetivo. Willie busca un trabajo en California. Carl, a la mujer que le tatuó el cuerpo. Él creyó convertirse en un monstruo, como los que se exhiben en el side show del circo en el que él ayuda a montar la carpa y recoge los excrementos de los elefantes. Pero lo que ella hizo fue convertirlo en el portador de una maldición. Cada uno de esos dibujos es una alegoría del futuro que quien lo contempla puede ver completa…


Una pareja cuyos hijos tienen un salón de juegos virtual en el que pueden recrear el África salvaje con sus bestias y sus peligros…


… una tripulación de una astronave perdida en un planeta diluvial…


… otra pareja con hijos que se enfrenta al fin del mundo.


En el único hueco sin tatuar, sobre el omoplato izquierdo, quien pose sus ojos conocerá su propio futuro.

 

Pretenciosa, sobreactuada, insatisfactoria… Todos estos calificativos hemos leído sobre The Illustrated Man y ninguno nos parece impertinente. Confusa, no. La película es de una sencillez expositiva que raya en el ascetismo. Sobre todo, si pensamos en ella como consecuencia de una corriente iniciada por 2001 A Space Odyssey (2001 Una odisea del espacio, Stanley Kubrick, 1968). O sea, hija de su tiempo. Pero mucho.


The Illustrated Man (El hombre ilustrado, 1969)
Producción: SKM para Warner Bros. (EEUU)
Director: Jack Smight.
Guión: Howard B. Kreitsek, basado en relatos de Ray Bradbury.
Intérpretes: Rod Steiger (Carl), Claire Bloom (Felicia), Robert Drivas (Willie), Don Dubbins (Pickard), Jason Evers (Simmons), Tim Weldon (John), Christine Matchett (Anna), Pogo (Peke).
103 min. Color (Technicolor)