El alma perdida de William Lindsay Gresham
El callejón de las almas perdidas es una producción de la 20th Century Fox, a partir de la novela “Nightmare Alley” de William Lindsay Gresham. El tal Gresham –cuenta Massimo Polidoro: en el número de julio/agosto de 2003 de la revista “Skeptical Inquirer”- nace en Baltimore en 1909 y se dedica a oficios diversos –cantante folk, publicitario, escritor de historias policiacas…- hasta que en 1937 se alista en las Brigadas Internacionales. Militante del Partido Comunista, Gresham forma parte de la Columna Abraham Lincoln como paramédico en España. Dice la leyenda que es en un hospital de sangre donde entabla amistad con un enfermero, Joseph Daniel "Doc" Halliday, antiguo empleado en un sideshow. Serían sus conversaciones con éste las que inspirarían sus dos obras más conocidas: “Monster Midway: An Uninhibited Look at the Glittering World of the Carny”, un reportaje de largo aliento sobre el Carnaval y los sideshows al modo americano publicado en 1954, y la novela “Nightmare Alley”, editada ocho años antes.
En 1959 Gresham da a la imprenta “Houdini: The Man Who Walked Through Walls”. A decir de los entendidos si no es el estudio sobre el famoso escapista más ajustado a la realidad es, al menos, el más divertido. Gresham resumía así su vida: “A veces pienso que si he tenido algún talento no ha sido literario sino el puro talento para la supervivencia. He sobrevivido a tres fracasos matrimoniales, a la pérdida de mis hijos, a la guerra, a la tuberculosis, al marxismo, al alcoholismo, a la neurosis y a muchos años de ser escritor independiente. Todo suficientemente desagradable como para matarlo a uno, me parece”. El instinto de supervivencia le falla en 1962. Después de ingresar en Alcohólicos Anónimos y desarrollar cierto interés por el espiritismo, cuyos fraudes pretende poner al descubierto en dos obras que nunca culmina, se suicida.
De charlatán a espiritualista
“Nightmare Alley” constituye un importante éxito editorial en 1946. No de crítica, claro, pero sí de ventas, que era lo que le interesaba al autor… y a Hollywood. Para colmo el primer actor de la 20th Century Fox, Tyrone Power, está interesado en protagonizar la adaptación. Sin embargo, a pesar de que el guionista Jules Furthman lima las aristas más afiladas de la novela –seudosiquiatría, impotencia, incesto...- Zanuck, el capitoste de la Fox, no lo tiene claro. Se muestra renuente a seguir adelante con la producción. La solución es confiar la dirección de la película a un director más que solvente, Edmund Goulding, y encargar la fotografía a un maestro de la luz como Lee Garmes.
El contrapunto entre el ambiente del carnaval y el de los grandes salones de Chicago no puede estar mejor retratado.
Por su parte Furthman realiza una solvente adaptación en la que prescinde de los largos flashbacks que en la novela dan cuenta de los problemas de Stanton Carlisle con su madre y las consecuencias sicoanalíticas que vertebran el prolijo tramo final. También suple con un par de escenas de gran economía narrativa el sentido de destino trágico de la novela, cuyos capítulos se ponen bajo la advocación de cada uno de los naipes del tarot.
El destino trágico es el del ambicioso Stan, dispuesto a lo que sea con tal de lograr el éxito. La clásica historia del cine norteamericano de los años treinta y cuarenta, que igual se puede traducir en el drama de un arquitecto, que en las aventuras de un pionero o en la carrera criminal de un gángster. La historia de Stan liga bastante bien con este último ambiente, por lo que habitualmente se encuadra en el género negro. Los contactos son puntuales y no sólo por el entorno del Carnaval, sino por su falta de retraimiento a la hora de tratar temas como la fe religiosa y el más allá emparentándolos con una pandilla de embaucadores.



La calleja de las pesadillas
Alguna vez hemos a los distribuidores españoles su férvida imaginación a la búsqueda de la traducción de un título. El conciso The Searchers (los buscadores) se convierte así en un épico Centauros del desierto, el polisémico Some Like It Hot (a algunos les gusta la música “hot” y también algunos lo prefieren calentito) en el alocado Con faldas y a lo loco y el cuasi-serie B Nightmare Alley (calleja de las pesadillas) en el metafísico El callejón de las almas perdidas.
A pesar del hallazgo y de la calidad de todos los elementos que intervienen en ella, la película pasa poco más que desapercibida en su estreno, probablemente porque Zanuck no estaba dispuesto a dar un duro por esta historia negra, turbulenta y repulsiva para el público medio en la que su estrella más preciada hacía un papel antipático sin visos de redención.

Sr. Feliú
El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley, 1947)
Producción: 2oth Century-Fox Film (EEUU)
Dirección: Edmund Goulding
Guión: Jules Furthman, basado en una novela de William Lindsay Gresham
Intérpretes: Tyrone Power (Stanton Carlisle), Joan Blondell (Madame Zeena), Coleen Gray (Molly), Helen Walker, Taylor Holmes, Mike Mazurki, Ian Keith.
110 min. Blanco y Negro.
2 comentarios:
Descubrí esta película hace relativamente poco, un año o así, y me fascinó. Su reseña, además, instruye sobre la génesis literaria. descnocía al mentado escritor de vida melodramática y novelesca.
Magnífica reseña. Un saludo desde el Desván.
Venerable abuelito:
En nombre de nuestro anfitrión y en el mío propio, muchas gracias por sus palabras de aliento, por su reincidencia y por sus proselitos, que alguno ya ha llegado a este rincón del universo guiado por su elocuencia.
En justa correspondencia he estado husmeando por su desván de cultura popular con ribetes fantásticos. No es difícil encontrar coincidencia de intereses porque ya se habrá dado cuenta usted de que la carpa y la feria son sinécdoque del mundo pero también refugio de los "otros", los "distintos", los monstruos... nuestros hermanos.
Gracias por el piropo. Procuraremos no defraudar su interés.
Atte., Sr, Feliú
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