26 de mayo de 2025

Sparkling diamond

Moulin Rouge! (Moulin Rouge, 2001), Baz Luhrmann

Plantear un gran musical, con su correspondiente presupuesto, nada más estrenar el siglo XXI era una apuesta arriesgada que Baz Luhrmann, el director, coguionista y coproductor de Moulin Rouge!, supo superar con creces, eso sí, cuadruplicando la inversión prevista inicial. Para gustos, los colores, pero es un hecho que la excesiva Moulin Rouge! no deja indiferente a nadie. Con sus movimientos de cámara acelerados y su impactante montaje, la historia de amor prevalece y transcurre a lo largo de la película sosteniendo la emoción en un público apabullado por los efectos, el color y los personajes exagerados que pueblan la imaginación del director. 


El Diamante Reluciente, Satine (Nicole Kidman), la estrella del Moulin Rouge, tiene que elegir entre el bohemio escritor Christian (Ewan McGregor) o el Duque de Monroth (Richard Roxburgh), al que Harold Zidler (Jim Broadbent) trata de embaucar para que invierta en una obra teatral facilitando una cita con la deseada Satine.


La historia es simple, un clásico: un romance que no puede ser y que acaba mal. El ambiente, el París de 1900, está pomposamente exagerado y repleto de anacronismos —¿qué hacen personajes salidos del Cirque du Soleil bailando en su pista?—. El Moulin Rouge está como siempre, el contraste del negro de los sombreros de copa y levitas con las faldas coloridas que giran a un ritmo frenético. 


La música, a falta de piezas originales, abunda en incontables temas de éxito del momento que, a veces, componen popurris magistrales. La lista de los temas que se pueden escuchar en el film es interminable, desde Nat King Cole a T. Rex, de David Bowie a Offenbach, de Nirvana a Police. A destacar, precisamente, la versión del Roxanne de Police mezclada con Tanguera del maestro Mariano Mores.



Casualmente, la película, que sería nominada a ocho Oscar —la de Huston de mismo título lo fue en siete— , solamente consiguió dos, los mismos que la película de Huston: al mejor vestuario y a la mejor dirección de arte.


Moulin Rouge (2001)
Dirección:  Baz Luhrmann 
Producción:Baz Luhrmann, Fred Baron y Martin Brown
Guion: Craig Pearce, Baz Luhrmann 
Música: Craig Armstrong 
Fotografía: Donald McAlpine 
Montaje: Jill Bilcock 
Vestuario: Catherine Martin
Intérpretes: Nicole Kidman (Satine), Ewan McGregor (Christian), Jim Broadbent (Harold Zidler), Richard Roxburgh (Duque de Monroth), John Leguizamo (Henri de Toulouse Lautrec), Jacek Koman (el argentino narcoléptico), Kylie Minogue (Hada verde), Garry McDonald (el Doctor), Natalie Mendoza (China Doll),  David Wenham (Audrey), Caroline O'Connor (Nini Piernas-en-el-aire), Kiruna Stamell (La Petite Princesse), Matthew Whittet (Satie), Kerry Walker (Marie), Christine Anu (Arabia), Lara Mulcahy (Môme Fromage)
127 min. Color

19 de mayo de 2025

Moulin Rouge

Moulin Rouge (1956), John Huston

John Huston, considerado uno de los mejores directores de cine clásico, consigue trasladarnos en Moulin Rouge al auténtico París de finales del siglo XIX, recreando su diversión, cosmopolitismo, desenfado y frivolidad con maestría, utilizando la misma paleta de colores que utilizaron Auguste Renoir o Henri de Toulouse-Lautrec, los pintores del París de la época. 


Estamos en 1890 y como se suele decir: París era una fiesta. El recientemente inaugurado cabaret Moulin Rouge, dirigido por el catalán Josep Oller y el francés Charles Zidler reúne en un mismo local a la clase media, la aristocracia y a los habituales de la noche en un ambiente de descaro y desorden, alegría y vitalidad que favorecía la creatividad artística y los intercambios lúbricos.


La música desenfrenada del excéntrico compositor Jacques Offenbach acompaña el baile de la cuadrilla, cuatro bailarines que se adueñan del clásico baile añadiendo acrobacias, gestos indecorosos y retos de habilidad que pueden derivar en disputas y peleas, forzadas o no. Entre los cuatro bailarines podemos reconocer a dos célebres personajes del famoso cabaret: Louise Weber, alias La Goulue [la glotona] (Katherine Kath) y Jacques Renaudin, alias Valentin le Désosé [el deshuesado] (Walter Crisham).


La maravillosa Jane Avril (Zsa Zsa Gabor) canta "The Song from Moulin Rouge" del compositor Georges Auric justo antes de que seis bailarinas aborden la sala con las primeras notas del "Galop Infernal" de Offenbach, el clásico French Can Can. La euforia se apodera de la sala a medida que las bailarinas se levantan las faldas mostrando sus medias negras y sus enaguas y realizan los acrobáticos split.


En una mesa, en primera fila de la sala, está Henri de Toulouse Lautrec (José Ferrer), un bohemio aristócrata, pintor, habitual de la sala, que se entretiene pintando en los manteles retratando a los bailarines y el maravilloso ambiente que envuelve a todos los asistentes.


El guion, basado en el libro de Pierre La Mure con el mismo título, cuenta la historia del famoso pintor permitiéndose algunas licencias. Toulouse-Lautrec, después de una caída en la que se fractura las piernas, desarrolla una enfermedad que le impide el crecimiento de los huesos, lo que le convierte en un pequeño hombre con las piernas cortas. Esta circunstancia le impide tener una vida sentimental normal por lo cual se desplaza Montmartre y se convierte en el fan número uno de los cabarets y locales de variedades del célebre barrio de París.


Una noche conoce a Marie Charlet (Colette Marchand), una prostituta, a la que invita a su casa. Marie se aprovecha de su dinero y alimenta una relación tormentosa —tóxica se diría ahora— que acaba mal, provocando una depresión al pequeño pintor, que se refugia cada vez más en el cognac y la absenta.


Pasan los años, diez para ser más precisos, y Henri ya es considerado uno de los mejores pintores de París. La Goule vive alcoholizada en la calle y el Moulin Rouge es exitoso, aunque Ziedler echa de menos los primeros tiempos, cuando todo era más espontáneo y sincero. Entonces Henri conoce a Myriamme Hayam (Suzanne Flon), una mujer distinguida que realmente se interesa por él aunque, desgraciadamente, el pintor no cree que pueda provocar sentimientos amorosos en ninguna mujer, por lo cual se mantiene distante y desconfiado.


Myriamme finalmente se casa con su antiguo pretendiente, lo que sume al pintor en otra profunda depresión. Henri de Toulouse Lautrec muere a los 37 años, completamente alcoholizado y después de haber sufrido varios episodios de delirium tremens. 

Moulin Rouge (1956)
Dirección: John Huston 
Producción: Sir John Woolf  y James Woolf 
Guion: John Huston y Anthony Veiller. Basada en Moulin Rouge de Pierre La Mure
Música: Georges Auric 
Fotografía Oswald Morris 
Montaje Ralph Kemplen
Intérpretes: José Ferrer (Henri de Toulouse-Lautrec / Comte Alphonse de Toulouse-Lautrec),  Zsa Zsa Gabor (Jane Avril),  Suzanne Flon (Myriamme Hayam),  Claude Nollier (Countess Adèle de Toulouse-Lautrec), Katherine Kath (Louise Weber aka La Goulue), Muriel Smith (Aicha / Singing Voice of Jane Avril), Mary Clare (Madame Loubet), Colette Marchand (Marie Charlet), Walter Crisham (Valentin le Desossé), Harold Kasket (Charles Zidler), Georges Lannes (Sgt. Balthazar Patou), Lee Montague (Maurice Joyant), Maureen Swanson (Denise de Frontiac), Tutte Lemkow (Aicha's Partner), Jill Bennett (Sarah) Theodore Bikel (King Milo IV of Serbia), Peter Cushing (Marcel de la Voisier), Charles Carson (Count Moïse de Camondo), Walter Cross (Babare).
117 min. Color Technicolor

12 de mayo de 2025

El aprendiz de mago


The Mad Magician (1954), John Brahm

Vaya por delante que The Mad Magician es una película discreta realizada con muy poca discreción, como corresponde a la última ola de la marea tridimensional que inundó las salas de cine durante el bienio 1953-54.


Buena parte de los responsables del gran éxito de la Warner dirigido por André De Toth en 3-D, House of Wax (Los crímenes del museo de cera, 1953), pasaron a la Columbia para realizar The Mad Magician. Productor, guionista, director de fotografía y actor principal intentaron repetir la fórmula en el más modesto estudio de Harry Cohn. De Toth, insatisfecho, con las posibilidades creativas del cine estereoscópico, declinó la oferta y la dirección fue asumida por John Brahm, experto en escalofríos, que una década antes había rodado dos obras maestras protagonizadas por el malogrado Laird Cregar: The Lodger (Jack, el destripador, 1944) y Hangover Square (Concierto macabro,1945).


Añorante de aquellos éxitos, Brahm no duda en rescatar de ambas películas escenas puntuales –la llegada a la pensión de The Lodger, la incineración pública de un cadáver de Hangover Square- que introduce como quien no quiere la cosa en el guión de Crane Wilbur. De modo que The Mad Magician termina siendo un pastiche de pastiches, del que sería mejor desconocer el contexto si se quiere disfrutar mínimamente.


El disfrute lo proporciona, ante todo, el protagonismo de un Vincent Price deliciosamente histriónico y desquiciado. Él es Don Gallico, humillado y ofendido, cornudo y apaleado. Gallico es un mago frustrado, un artista sublime de la caracterización y el creador de los aparatos de magia escénica que la casa Illusions Inc. vende en exclusiva al Gran Rinaldi (John Emery). Pero Ross Ormond (Donald Randolph), su socio en la empresa, le ha hecho firmar un contrato leonino por el que renuncia a todas sus creaciones. No contento con eso, le ha arrebatado a su mujer, la bella y movediza Claire (Eva Gabor).


Cuando empieza la película Gallico está a punto de demostrar al mundo lo que es el auténtico talento. Se presenta en un teatro como “El Gran Gallico”, batiendo a Rinaldi en su propio terreno, caracterizado como su competidor y realizando sus trucos con la misma diligencia. Luego, cuando se dispone a presentar su nueva creación “La dama y la sierra circular”, Ormond y Rinaldi le obligan a suspender el espectáculo.


Lo que sigue es la escalada de crímenes del camaleónico Gallico… que el espectador encuentra plenamente justificables.


Pero, ¡ay!, el bien siempre acecha. La linda asistente del mago, la señorita Lee (Mary Murphy) está ennoviada con un diligente teniente de policía (Patrick O’Neal) que está a la última en técnicas forenses y pretende demostrar a sus superiores la eficacia del recién descubierto método de identificación mediante las huellas dactilares. Un macguffin como otro cualquiera para estirar la situación hasta el final de “grand guignol” en el que Gallico pondrá a prueba su nueva creación: “El crematorium”.


La ambientación en una Nueva York fin de siglo, los segmentos humorísticos proporcionados por la pareja de caseros (Lenita Lane y Jay Novello) y los consabidos momentos en que los objetos parecen salir de la pantalla –una demostración de un maestro del yoyó o un folleto del teatro de variedades- no terminan de compensar la funcionalidad de la fotografía, apartado en el cual destacaban sobremanera las otras películas firmadas por Brahm.


Si disponen ustedes de las correspondientes lentes ortopédicas aquí pueden ver un fragmento en el 3-D original:


En caso contrario tendrán que conformarse con ver la modesta versión plana que hemos insertado al final de la entrada. Que la disfruten.



The Mad Magician (1954)
Producción: Columbia Pictures (EEUU)
Director: John Brahm.
Guión: Crane Wilbur.
Intérpretes: Vincent Price (Don Gallico, el “Gran Gallico”), Mary Murphy (Karen Lee), Eva Gabor (Claire Ormond), Donald Randolph (Ross Ormond), John Emery (El Gran Rinaldi), Patrick O'Neal (teniente Alan Bruce), Lenita Lane (Alice Prentiss), Jay Novello (Frank Prentiss).
72 min. Blanco y negro. 3-D.

2 de mayo de 2025

Los juguetes de Méliês

Hugo (La invención de Hugo, 2011), Martin Scorsese

Hemos tardado en ponernos a la faena, pero finalmente hemos cumplido y aquí estamos, dispuestos a proyectar Hugo, la primera película en 3D de Martin Scorsese, nominada a 11 Oscars y ganadora de cinco de ellos: Best Cinematography, Best Art Direction, Best Visual Effects, Best Sound Editing y Best Sound Mixing.

La película trata de un niño de 12 años, Hugo Cabret (Asa Butterfield), que vive en una estación de tren de París y subsiste cometiendo pequeños hurtos en la propia estación. Su trabajo es mantener los relojes de la estación a punto y dar cuerda a los mecanismos que los hacen funcionar. Su padre (Jude Law), relojero de profesión, ha fallecido en un incendio. El alcohólico de su tío (Ray Winstone) se hace cargo de los relojes y del niño y le lleva a la estación a vivir con él. Cuando su tío desaparece, Hugo se sigue haciendo cargo de los relojes sin comunicar a nadie la desaparición de su familiar.

Hugo vive en los intestinos de la estación rodeado de los engranajes que dan vida a los relojes. Por otro lado, sigue trabajando en el proyecto más ambicioso de su padre: la reparación de un autómata estropeado, un hombre mecánico supuestamente capaz de escribir con una pluma estilográfica. Para ello roba algunas piezas mecánicas en la juguetería de la estación, que casualmente es el establecimiento que regenta George Méliès (spoiler), maestro de la primera época del cine, cuyas películas supuestamente han desaparecido y al que todo el mundo considera muerto.


El autómata, el verdadero protagonista de la película, está inspirado en uno fabricado por el relojero suizo Henri Maillardet,​ así como en el autómata "el escritor", de Jaquet-Droz.​ Hugo está obsesionado con arreglarlo pues considera que todo lo que hay en la tierra tiene un cometido y quiere devolverle la vida al autómata. Es una metáfora de la que se vale Scorsese para crear una película llena de corazón, como la forma de la llave que activa el mecanismo del muñeco, un corazón que está presente en todos los personajes del film.


Entre los secundarios está el inspector Gustav (Sacha Baron Cohen), con pata de palo y doberman, azote de niños huérfanos y que está a la caza de Hugo, pero que a la hora de la verdad sucumbe a los buenos sentimientos; está Lisette (Emily Mortimer), la adorable florista, objeto de deseo de Gustav; otro personaje de la estación es Madame Emile (Frances de la Tour), dueña del café de la estación que "suministra" los cruasanes a Hugo; el vendedor de periódicos (Richard Griffiths) que hace todo lo que está en su mano para acercarse a Madame Emile; o el generoso librero Monsieur Labisse (Christopher Lee). Todos ellos son personajes entrañables que contribuyen al buen desarrollo de la historia y que nos acercan emocionalmente a la historia.


Los actores protagonistas también están iluminados por la magia que rodea toda la película: Jehanne d'Alcy, esposa de Georges (Helen McCrory), Isabelle (Chloë Grace Moretz), la ahijada de Méliês y amiga de aventuras de Hugo y René Tabard (Michael Stuhlbarg), el historiador de cine y admirador de la obra de Méliès, acompañan muy correctamente a Hugo y a Papá George (Ben Kingsley) en la complicada tarea de descubrir el secreto del autómata y mostrar la verdadera historia que guarda celosa y amargamente Papá George.


La película, con un presupuesto que casi duplica las primeras estimaciones, es un gran  homenaje al cine y al gran maestro Georges Méliès, nuestro patrono. Martin Scorsese parece encantado con el reto —posa orgulloso en un plano como fotógrafo del matrimonio Méliès— y los escenarios se suceden con una belleza aderezada con toques de la estética steampunk. Las imágenes de París desde la torre del reloj, la gigantescas maquinarias de los relojes y las recreaciones de algunas películas de Méliès están rodadas con mucho gusto y resultan muy vistosas, gracias también a la tecnología 3D.   


La película nos cuenta que hay que perseguir nuestros sueños y que cada uno de nosotros y nosotras tiene un propósito en la vida por muy insignificante que pueda parecer este. Una película familiar llena de encanto que he disfrutado mucho. No se la pierdan. Está llena de magia.



Hugo (2011)
Productora: GK Films / Infinitum Nihil (EE.UU.)
Dirección: Martin Scorsese
Dirección artística: Dante Ferretti y Francesca Lo Schiavo
Producción: Martin Scorsese, Johnny Depp, Graham King y Timothy Headington
Guion: John Logan
Basada en la novela: La invención de Hugo Cabret, de Brian Selznick (2007)
Música: Howard Shore
Fotografía: Robert Richardson
Montaje: Thelma Schoonmaker
Vestuario: Sandy Powell
Efectos especiales: Rob Legato, Joss Williams, Ben Grossmann y Alex Henning
Intérpretes: Asa Butterfield (Hugo Cabret), Chloë Grace Moretz (Isabelle, ahijada de Georges Méliès), Ben Kingsley (Georges Méliès), Sacha Baron Cohen (Inspector Gustav), Jude Law (padre de Hugo), Christopher Lee (Monsieur Labisse, el librero), Helen McCrory (Jehanne d'Alcy, esposa de Georges), Michael Stuhlbarg (René Tabard), historiador), Marco Aponte (maquinista), Emily Mortimer (Lisette, la florista), Ray Winstone (tío de Hugo), Frances de la Tour (Madame Emilie, dueña del café), Richard Griffiths (el vendedor de periódicos), Ben Addis (Salvador Dalí), Emil Lager (Django Reinhardt), Robert Gill (James Joyce), Michael Pitt (operador).
126 min. Color.