CUANDO descubrí a este payaso en una grabación del XVIII Festival de Circo de Montecarlo (1994) me dije: "Mira, un payaso hippy". Las flores de su camiseta y su manera de enfrentarse a la pista me llamaron la atención, Más adelante en su número, viendo su destreza con el rulo y el monociclo, me quedé maravillado y comencé a descubrir que el clown contemporáneo pasaba por la URSS.
Karandash, Popov, Nikulin y Shuidin, Enguivarov, Musin, Nikolayev, Vyatkin, Makovsky, nombres difíciles de localizar y que iban apareciendo en documentales extraños, de exaltación del arte circense soviético, como el que me regaló El Niño Costrini: Payasos y Niños, un documental, sin títulos de crédito, únicamente con ese título en castellano, distribuido en Argentina, que me es imposible localizar en ninguna base de datos y que es un baúl de payasos soviéticos "desconocidos".
"…There is a real danger that clowning in the West may become fossilized in a highly stylized and no longer funny tradition of character and costume. Artistes like Oleg Popov and Anatoli Martchevski have given an indication of these ideas …" (George Speight, The Book of Clowns, 1980).
"…There is a real danger that clowning in the West may become fossilized in a highly stylized and no longer funny tradition of character and costume. Artistes like Oleg Popov and Anatoli Martchevski have given an indication of these ideas …" (George Speight, The Book of Clowns, 1980).
La Escuela Estatal de Circo y Variedades de Moscú se llama M. N. Rumyantsev, en honor a Karandash. Los payasos eran premiados con medallas al Mérito y considerados héroes populares, al mismo nivel que los grandes actores o bailarines. Martchewski es uno de ellos. Sus actuaciones durante las giras por Europa occidental y Estados Unidos dejaron huella en el público. Monica J. Reveney, en su espléndida publicación Le Grand Livre du Cirque (1977) escribe:"Chez lui, aucun maquillage et rien d´un clown traditionnel: c´est un gandin aux cheveux longs, â la démarche dansante, vêtu d´un pantalon à franges et d´un Tshirt fleuri. Facétieux et frondeur, il sème au cirque une panique permanent (…) Martchewski prouve avec talent qu´un clown peut être charmant, élègan et…très drôle!"
Su prestigio se ha mantenido hasta hoy en día que dirige con inteligencia el circo estable de Ekaterinburgo, una ciudad fría de Rusia en mitad de los Urales que, recientemente (del 5 al 8 de abril de 2008), ha organizado el First International Festival of Clowns, coincidiendo con el aniversario del comienzo de la carrera artística de su director. En el Festival estuvieron Monti, Pipo y Tito compartiendo arena con Shiner, Larible, los Hermanos Tanquin y un montón de payasos de la Federación Rusa que me es imposible traducir, entre los que se encontraba el hijo de Anatoli Martchewski, al que podéis ver en la foto del calendario que incluyo, un ejemplo del marketing ruso circense.
La película que nos ha acercado a Martchewski a estas páginas es Kloun (1980), una serie de televisión de dos capítulos de una hora, que he descubierto gracias al incombustible baks. En ella, un conocido payaso, de gira durante demasiado tiempo, se reencuentra con el circo estable de Moscú, con sus amigos, amores y compañeros. Las cosas han cambiado mucho, pero el payaso lo tiene claro: su objetivo sigue siendo el mismo: hacer reír.
Клоун (Kloun, 1980)
Producción: Odessa Film Studios (URSS)
Dirección: Natalya Medyuk
Guión: Denis Dragunsky y Viktor Dragunsky
Intérpretes: Anatoli Marchevsky, Natalya Varley, Natalya Trubnikova, Vladimir Naumtsev, Valentin Nikulin, Yuri Kamornyj, Rimma Bykova, A. Golitsyn y Yelena Kamburova.
150 min. Color
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