30 de julio de 2009

El Circo de Moscú en España en 1970


Здравствуй, русский цирк! (¡Hola, Circo Ruso!, 1971)


Franco y los bolcheviques
Justo después de que el Circo Price fuese derribado, su último empresario, Arturo Castilla (Feijóo-Castilla), se reunía en Lisboa con Carcellé para ultimar los detalles de la gira de lo que ellos llamaron la 1ª compañía del Circo de Moscú. El hábil empresario ya lo había intentado varios años antes (según Gasch y Marquerie los trámites se habrían prolongado durante cinco o seis años), pero el miedo férreo a todo lo que oliera a comunista de las autoridades de entonces hizo imposible su propósito. En septiembre de 1970, gracias a la colaboración de algunos ministros y al trabajo incansable de Castilla, Feijóo y Carcellé, el triunvirato de oro de los empresarios de espectáculos, conseguían su propósito. Veamos cómo lo cuenta el propio Castilla en sus memorias "La otra cara del Circo":

"Como en aquel tiempo no existían relaciones diplomáticas entre nuestro país y la URSS, tuvimos que vencer la fuerte resistencia política para convencer de ello a nuestros gobernantes. La cosa no era para menos, si teníamos en cuenta que se trataba de un circo estatal procedente de un país comunista, opuesto al régimen de Franco. Por ello es justo señalar aquí que, a pesar de tanta oposición, hubo algunos ministros que se atrevieron a dar luz verde a tan delicada petición. Fueron estos: Manuel Fraga, entonces Ministro de Información y Turismo, Camilo Alonso Vega, de Gobernación y Fernando M. Castiella, de Asuntos Exteriores. Desde entonces jamás se dejó de traer a España un espectáculo de origen soviético."


Castilla estaba considerado como el mejor empresario de espectáculos circenses de España y, lógicamente, tenía sus contactos. Lo que yo no sabía hasta ahora es que también había sido protagonista en el deshielo de las relaciones hispano-soviéticas. Desde luego, si Franco hubiera estado un poco más despierto esto no lo hubiera permitido nunca. El Circo de Moscú vendió todas sus localidades en Madrid, Barcelona y Lisboa. En Madrid el Palacio de los Deportes estaba a rebosar de gente que acudía por primera vez a un circo. Las previsiones se desbordaron. Según los periódicos de la época, en Madrid, en quince días ya habían desfilado más de medio millón de personas y tuvieron que doblar funciones ya que no podían prorrogar debido a su compromiso de presentarse en Barcelona para inaugurar las fiestas de la Merced.

En la Vanguardia Española del 27 de agosto de 1970 entre cifras sobre las instalaciones, el personal, lo que comen los animales, etc., se decía: "Para cubrir gastos hace falta que del día 28 de agosto al 30 de septiembre acudiesen al Palacio de Deportes de Madrid, siete mil personas diarias." Esto, por lo que se ve, lo consiguieron con facilidad. En la prensa se hicieron eco de la llegada, procedente de Leningrado, del buque Atkarsk al muelle de Bilbao cargado con "18 osos siberianos, un grupo de camellos acrobáticos armenios, loros asiáticos, monos, chimpancés, etc. (…) En total, el cargamento completo del «Circo de Moscú, sobrepasa las 330 toneladas, que luego recorrerá toda España en una caravana compuesta por 40 remolques". Todo resultaba exótico y noticiable: "hay diez cañones de luz con 5.000 vatios cada uno y una lámpara central que tiene catorce lámparas de 1.500 vatios cada una."


El Director General de la Agrupación de Circos del Estado de la URSS., F. G. Bardian nos dice en las primeras páginas del programa: "El Estado ha creado todas las condiciones favorables para la realización de las ideas más audaces. De esta forma, el circo soviético ha evolucionado de una manera organizada. La colaboración en conjunto de artistas, directores, decoradores, escritores y compositores han dado al circo con su valiosa aportación una pujante fuerza creadora. El futuro del circo está lleno de promesas. Este arte excepcionalmente popular va con paso seguro hacia nuevas metas." Hay que recordar que estamos hablando de 1970.

Los osos de Filatov
Los números de los soviéticos eran de otro planeta, algo nunca visto, una revelación. En Lisboa obtuvo un éxito desbordante, "las colas del público se formaban a las siete de la mañana en la rua de San Antonio", cuenta Castilla. En el programa destacaba Valentin Filatov con sus osos en libertad. Uno de ellos se paseó por las calles madrileñas en motocicleta invitando a los curiosos a acudir al mayor espectáculo del mundo. Antonio Alberich Sarmiento, en su libro "El circo que yo he visto", rememora el programa y entre los números destaca el de Filatov: "Aparecía el domador en una troika tirada por tres osos y otro que iba con el vestido de campesina. tres osos montan bicicleta, otros tres con compañía en motocicletas y otros tantos patinan. Uno se tumba para con sus patas inferiores hacer antipodismo: una rueda, un tonel, una barra… Sobre dos columnas de tacos de madera un oso está en equilibrio con las patas de delante, y va disminuyendo de altura conforme tira los tacos ordenadamente, uno de cada lado. Otro oso sube por una escalera y se queda en equilibrio en lo alto. Hay un mach de boxeo (…) " y sigue con la enumeración.


Absolutamente asombrado por las maneras de Filatov y las proezas de sus osos, Sebastià Gasch también se hizo incondicional del domador. En la antología de textos circenses recopilada por Jordi Jané y Joan M. Minguet , "Sebastià Gasch, el gust pel circ" nos dice: "Lo que realmente es original e inédito es el número de osos de Valentín Filatov. Hace más de cuarenta años que quien esto firma escribe sobre espectáculos circenses. Pues bien, en ese prolongado espacio de tiempo nunca, lo que se dice nunca, vio una atracción a base de osos similar."


Gracias al programa que amablemente nos ha cedido Garguy (Jose Antonio Gallego, secretario del Club de Payasos y gran estudioso del circo) nos hemos podido hacer una idea del orden de los números y de la grafía de los artistas, pues el paciente coleccionista fue tras los artistas para conseguir su autógrafo. El domador se hacía cargo prácticamente de toda la segunda parte. La primera la formaban los trapecistas Denissenko, la troupe Djiguites Annaiev con un trepidante volteo a caballo, un torbellino de acrobacias y energía auténtica. "presentan el volteo y las acrobacias a caballo con una fuga, un ardor, un brío fenomenales, e imprimen a esos ejercicios un ritmo vertiginoso, arrebatador, que hace enardecer al público" (S. Gasch). Completaban el programa los perchistas Polovnev, Ludmila Filatova con perros, monos y crías de oso, la troupe Pétounov, acróbatas impulsados por el columpio, Teplova y sus danzas sobre el alambre, el rulista Tcherny, los clowns Veksin y Vasiliev, la troupe de acróbatas sobre camellos Kadyr-Guliam, la troupe de antipodistas Los 4 Mikitiouk y los malabaristas Nina e Ivan Jromov. El espectáculo estaba dirigido por Leonid Assanov y la orquesta, formada por músicos españoles, estaba dirigida por Sviatolav Danilov.



Hola Circo Ruso
El documental, realizado por los soviéticos y cuyo título podíamos traducir asi: ¡Hola Circo Ruso!, es una mezcla de autopropaganda y anuncio turístico de la Península Ibérica. Madrid es una villa, casi un pueblo si no fuese por la Plaza de España, y Barcelona es su plaza de toros y la cabalgata de la Merced. La banda sonora incluye "Un rayo de Sol" y aunque el locutor habla ruso, la media hora se pasa volando. Yo tenía 10 años y me encontraba entre los cientos de miles de espectadores que acudieron a verlo. No tengo un gran recuerdo de ello –más bien nada–, pero me lo he pasado muy bien revisitándolo. Espero que disfrutéis tanto como yo.


Здравствуй, русский цирк! ( 1971)
¡Hola, Circo Ruso!
Producción: URSS
Blanco y negro, 29 min.

1 comentario:

El Abuelito dijo...

dios mío... un oso recorriendo las calles de Madrid en moto!!