4 de agosto de 2014

Mundos lejanos


Worlds Away (Mundos lejanos, 2012), Andrew Adamson

Algo parecido me ha pasado al ver la última producción cinematográfica del Cirque du Soleil, la reciente Worlds Away (Mundos lejanos, Andrew Adamson, 2012), realizada con la tecnología 3D. En una primera mirada me he sentido impactado por varios de los números que componen el film y por la indudable belleza de muchas de sus escenas, pero buscando una línea sobre la que apoyar mi reflexión me he topado de nuevo con una historia débil que solamente sirve de excusa para la exhibición de los mejores números que el circo canadiense exhibe en varios hoteles de Las Vegas. Una suerte, en todo caso, pues esos espectáculos no han sido editados completos en vídeo.


Worlds Away cuenta el encuentro de dos jóvenes, Mia (Erica Linz) y el trapecista (Igor Zaripov) en un típico carnaval norteamericano. Ella es una visitante inocente que se maravilla con algunos de los personajes del sideshow (el hombre tatuado, la mujer barbuda…), hasta que un payaso —triste, cómo no— le sugiere que vaya a  la carpa principal para ver al trapecista, su máxima estrella. El apuesto acróbata aéreo realiza un número de trapecio desde el que se lanza a una cadena. Mientras realiza su número, Cupido provoca la caída del trapecista. Al caer, la pista de arena se hunde y se traga al artista. Mia intenta rescatarle y se hunde también, cayendo por un pozo de arena que conduce a un espacio irreal, un mundo que está entre la vida y la muerte, un mundo entre mundos, un mundo de sueños en el que encajan a la perfección los números del Circo del Sol.


Mia busca a su amor a primera vista en este universo onírico repleto de carpas donde se reinterpretan números de siete espectáculos residentes del Cirque du Soleil en Las Vegas: O, KÀ, Mystère, Viva ELVIS, CRISS ANGEL Believe, Zumanity y The Beatles LOVE.


Una espectacular coreografía acuática y una no menos espectacular coreografía aérea realizada en un barco que pendula en las alturas abre el viaje de Mia en busca de su amor. Es parte del espectáculo O del Hotel Bellagio y desde allí, a lomos de un dragón de mar prosigue su camino. Contorsionistas y aerealistas sobre aro le indicarán el camino mientras el agua surge de varias fuentes acentuando su tristeza.


Mientras tanto, el acróbata aéreo está encadenado, apresado por unos guerreros. A su espalda se desarrolla uno de los números más peligrosos de Ka (espectáculo residente del MGM Grand Hotel), la Rueda de la Muerte. El artista recorre la Rueda —que alcanza los 40km/hora— sobre sus manos. Viéndolo en una pantalla produce vértigo. Imaginaos en vivo: impresionante. De Ka también proviene el acto de acrobacia sobre una pared que se levanta desde el suelo. La plataforma puede girar,  pesa unas 50 toneladas y puede proyectar imágenes generadas por un ordenador. No me puedo imaginar el escenario donde se desarrolla, pero técnicamente tiene que ser sobresaliente. Precisamente fue en este escenario donde falleció la acróbata francesa Sarah Guyard-Guillot durante el espectáculo al caer de 15 metros de altura, la primera víctima mortal de este prestigioso circo.


De Mystére —programado desde 1993 en el Treasure Island Hotel— proviene una coreografía aérea realizado con un cubo. Acto seguido, un singular triciclo autodirigido lleva a Mia a la carpa donde unos superhéroes hacen un trepidante número de camas elásticas. El número es del espectáculo Viva Elvis, ya retirado y sustituido por Zarkana. Del espectáculo de magia interpretado por Criss Angel en el Hotel Luxor tenemos la cara de un conejo que anda sobre sus orejas y que le indica a Mia el camino a seguir.


Este camino conduce al sensual acto de Zummanity, espectáculo eróticodel New York-New York Hotel. Una luna llena se convierte en una copa gigante de agua donde una contorsionista realiza sus ejercicios. Un acto bellísimo, realzado por los diferentes  planos y puntos de vista de la cámar, que embelesa al trapecista y le invita a proseguir la búsqueda de su amor platónico.


El trapecista se  zambulle en la luna-mar y va a parar al océano donde se encuentra el jardín de los pulpos, al cielo donde lucen los diamantes y es que entramos de lleno en el espectáculo inspirado en Los Beattles, Love —en el Hotel Mirage— y nos sumergimos en un mundo de fantasía que nos recuerda el circo del principio de la película.


Después de un momento de angustia —volvemos al espectacular escenario de Ka— en el cual Mia está a punto de caer de una de las plataformas y es salvada después de una increíble batalla con arcos y flechas, los dos enamorados se encuentran y crean el broche de oro de la película, un excelente y arriesgado número de straps (cintas) a dúo, cuya belleza es acentuada con imágenes ralentizadas y la música de Benoit Jutras, que también —y tan bien— acompaña al resto del film.
Worlds Away no es una película como para llevarse un Óscar, pero es indudable que la belleza de los números, la espectacularidad de los escenarios, la originalidad de los vestuarios y la excelencia de los artistas suplen con creces la inocencia de su guión.


Worlds Away (Mundos lejanos, 2012)
Producción: Paramount - Cirque du Soleil
Dirección: Andrew Adamson
Intérpretes: Erica Linz, Igor Zaripov y los artistas del Cirque du Soleil de los 7 espectáculos que este circo tena en cartel en Las Vegas en 2011: O, Mystère, Kà, Love, Zumanity, Viva Elvis and Criss Angel Believe.
91 min. Color ·3D
  

No hay comentarios: