Cours de soir (1967), Nicolas Ribowski
Filmado durante una interrupción del rodaje interminable de Playtime, el cortometraje Cours de soir es una excelente lección de mímica, literalmente. Jacques Tati, imparte una clases de comedia a unos “entusiastas” alumnos.
Tati se tropieza con el escalón y dice a sus alumnos: “Volveremos a esto al final de la clase”. Lección 12: La Observación. “la observación te permite descubrir la naturaleza de ciertos tipos de personalidad”, contesta uno de los aspirantes a actor. Para explicar la lección, Tati se dispone a desplegar un gran desfile de fumadores. Le siguen el tenista, donde Tati es un verdadero especialista; el pescador, que nos ayuda a entender el tempo de este artista; y el cartero, secuencia en la que Tati aprovecha para presentar una versión mejorada del entrenamiento de carteros que aparecía en L’Ecole des facteurs.
En esta clase magistral no podía faltar la equitación y tenemos la suerte de ver, ¡por fín! , a Tati montado sobre un caballo de verdad. “La gente monta a caballo según su profesión”, dice mientras acerca a sus alumnos a la ventana. La broma le sirve para demostrarnos su destreza sobre el caballo y de paso hacer unas cuantas imitaciones.
Al final de la clase, y como había prometido, vuelve al escalón. Una loca explicación matemática sobre la pizarra pretende instruir a los desafortunados alumnos. Uno tras otro se tropiezan con el escalón sin gracia alguna para desesperación del maestro. Como el escalón no marcha, se ponen a probar con una columna. La fórmula matemática tampoco parece funcionar… hasta que Tati se tropieza de verdad y se golpea la cabeza con la columna. “Se suspende la clase. Practiquen en su tiempo libre”.
En realidad, este peculiar profesor no tiene una metodología clara y estructurada como la de Mr. Bean en Una lección magistral (1996), pero Tati es único y de sus lecciones se puede aprender mucho más de lo que uno cree. También es verdad que se aprende más en los documentales y en las entrevistas que le hicieron a lo largo de su carrera. En una de ellas dice: “Comedy lies not in the actions of the comedian, but in the comedian’s ability to reveal the comic dimension of others”. Para mi, eso si que es una gran lección.
Al final del corto, Tati se hace un homenaje a si mismo cruzando una de las calles de Tativille mientras los trabajadores mueven los edificios. Tati vive justo enfrente, en un bajo-chabola. En realidad, en esas fechas estaba completamente arruinado y ya había perdido su casa.
Tati se tropieza con el escalón y dice a sus alumnos: “Volveremos a esto al final de la clase”. Lección 12: La Observación. “la observación te permite descubrir la naturaleza de ciertos tipos de personalidad”, contesta uno de los aspirantes a actor. Para explicar la lección, Tati se dispone a desplegar un gran desfile de fumadores. Le siguen el tenista, donde Tati es un verdadero especialista; el pescador, que nos ayuda a entender el tempo de este artista; y el cartero, secuencia en la que Tati aprovecha para presentar una versión mejorada del entrenamiento de carteros que aparecía en L’Ecole des facteurs.
En esta clase magistral no podía faltar la equitación y tenemos la suerte de ver, ¡por fín! , a Tati montado sobre un caballo de verdad. “La gente monta a caballo según su profesión”, dice mientras acerca a sus alumnos a la ventana. La broma le sirve para demostrarnos su destreza sobre el caballo y de paso hacer unas cuantas imitaciones.
Al final de la clase, y como había prometido, vuelve al escalón. Una loca explicación matemática sobre la pizarra pretende instruir a los desafortunados alumnos. Uno tras otro se tropiezan con el escalón sin gracia alguna para desesperación del maestro. Como el escalón no marcha, se ponen a probar con una columna. La fórmula matemática tampoco parece funcionar… hasta que Tati se tropieza de verdad y se golpea la cabeza con la columna. “Se suspende la clase. Practiquen en su tiempo libre”.
En realidad, este peculiar profesor no tiene una metodología clara y estructurada como la de Mr. Bean en Una lección magistral (1996), pero Tati es único y de sus lecciones se puede aprender mucho más de lo que uno cree. También es verdad que se aprende más en los documentales y en las entrevistas que le hicieron a lo largo de su carrera. En una de ellas dice: “Comedy lies not in the actions of the comedian, but in the comedian’s ability to reveal the comic dimension of others”. Para mi, eso si que es una gran lección.
Al final del corto, Tati se hace un homenaje a si mismo cruzando una de las calles de Tativille mientras los trabajadores mueven los edificios. Tati vive justo enfrente, en un bajo-chabola. En realidad, en esas fechas estaba completamente arruinado y ya había perdido su casa.
En este enlace podrán ver la película: https://vk.com/video-4569_147830131
Cours de Soir (1967)
Productora: Specta Films (Francia)
Director: Nicolas Ribowski
Asistente: M.F. Siegler
Cámara: Jean Badal
Música: Léo Petit
Intérpretes: Jacques Tati (Monsieur Hulot), Alain Fayner, Marc Monjou
Color, 30 min.
Cours de Soir (1967)
Productora: Specta Films (Francia)
Director: Nicolas Ribowski
Asistente: M.F. Siegler
Cámara: Jean Badal
Música: Léo Petit
Intérpretes: Jacques Tati (Monsieur Hulot), Alain Fayner, Marc Monjou
Color, 30 min.
2 comentarios:
Este corto me fascina (aunque a muchos fans de Tati les parece una película de pobre calidad artística) por ser a la vez una parodia de cómo hacer reír y una verdadera clase teórica sobre la comedia según Tati.
Por cierto, acabo de encontrar este blog, mientras buscaba información sobre Leonid Yengibarov, y les felicito... ¡muy bueno!
Le agradecemos la visita y los elogios. También se lo agradecemos en nombre de Tati y de todos los que amamos los tropezones, los golpazos y los tartazos sorpresa.
Yenguibarov es uno de nuestros payasos favoritos, como muchos payasos de la época soviética, y ya habrá tenido la ocasión de descubrirlo en Circo Méliès en nuestro capítulo "Con sabor comunista".
Confiamos en que seguirá disfrutando de nuestras sesiones.
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