24 de febrero de 2015

Estados Unidos de Europa


Partire è un po’ morire (1951), Giacinto Mondaini

Giaci Mondaini es uno de los más originales colaboradores del Bertoldo, la revista que agrupó durante el fascismo a los humoristas amantes del absurdo y lo surreal. Muchas fueron las transferencias y préstamos que La Codorniz tomó de la revista editada en Milán por Rizzoli, así que Guareschi, Mosca, Manzoni, Campanile, Steinberg o el mismo Mondaini eran razonablemente conocidos en España.


Nacido en 1903, Mondaini trabaja como marino mercante antes de convertirse en dibujante, cartelista e ilustrador. Su relación con el cine se remonta a 1935, cuando un relato suyo sirve de base a Darò un milione. Hasta ahora no teníamos más noticias de otras intervenciones suyas en el campo cinematográfico. Sin embargo, el año pasado la Cineteca Nazionale restauró un curiosísimo cortometraje en el que Mondaini se responsabiliza no sólo del guión, sino también de la dirección.


La acción arranca en 2001, cuando la unidad europea es ya un hecho, no existen las fronteras y viajar por el territorio común se ha convertido en algo común. Una presentadora nos invita entonces a presenciar una peliculita cómica datada medio siglo antes, en la que se satiriza la burocracia que conllevaba en el pasado cualquier viaje: pasaportes, visados, aduanas...


El absurdo señorea en una serie de viñetas preñadas por igual de slapstick y simbolismo. Como se puede ver aquí con subtítulos en inglés y no necesita mucha más explicación, nos ahorramos más explicaciones:


Si acaso, permitirnos una sucinta reflexión sobre la solución edénica que propone Mondaini. Al cabo de sesenta y cuatro años, Europa sigue poniendo las mismas trabas a muchos de sus ciudadanos y Peppino de Filippo continuará encaramado en su árbol, pensando que allí caben todos aquellos que amen la utopía.

Partire è un po’ morire (1951)
Producción: (Italia)
Director: Giacinto Mondaini.
Intérpretes: Peppino De Filippo, Margit Seeber.
11 min. Blanco y negro.

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