28 de junio de 2017

Ramper

“¡Hagan corro, señores! ¡Hagan corro para ver al hombre de goma, que se retuerce aunque no coma! ¡El hombre bisagra, al que se le doblan las magras! ¡El hombre churro!…” Estamos en los primeros años del siglo XX, antes de la guerra civil española. Madrid es una ciudad campechana y un jovencillo inquieto se empeña en ser artista. Con el tiempo se convierte en uno de los personajes más populares de España y en uno de los payasos mejor pagados de la época. Es Ramper, inigualable en su espontaneidad, protagonista de la espléndida biografía escrita con mucha gracia castiza por Leocadio Mejías en 1957, titulada "Ramper, una vida para la risa y el dolor". En él, hay un breve capítulo dedicado a Frivolinas (1927), a la que el autor considera la primera revista cinematográfica del mundo. Personaje muy popular durante la Guerra Civil española por todos los chistes que le atribuían (el triste asunto le tocó en la zona republicana), después de esta no tuvo problemas con los vencedores y el homenaje que le tributó el pueblo de Madrid en el Circo Price después de su muerte (acaecida el 5 de enero de 1951) fue muy popular, contándose entre los asistentes grandes figuras de las artes, el espectáculo y personalidades políticas. La noticia, por relevante, la recogió el NODO, el noticiario cinematográfico de la época. Esto es lo que se puede leer en la sobrecubierta del libro: "Ramper, el fabuloso caricato español, llenó de gracia toda una época de la vida española. Sus agudezas, la alegre espontaneidad de sus respuestas a las intromisiones del público durante su trabajo, se repetían de boca en boca para la risa. Y sin embargo, era un sentimental. Por paradoja cruel, las adversidades se cebaron en la vida del hombre que hacía reir y, muchas veces, mientras las carcajadas explotaban en su torno, una lágrima rodaba por sus mejillas". Uno más para nuestra lista de payasos tristes. 

MEJIAS, Leocadio 
Ramper: una vida para la risa y el dolor 
Madrid, 1957

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ramper protagonizó tres cortometrajes firmados por el pionero del cine sonoro en España, Feliciano Vitores, que había comprado la patente del sistema Phonofilm a su inventor Lee De Forest. Los tres títulos rodados en 1928 fueron: Cuando fui león, En confesionario y Va usted en punto con el banco. A juzgar por otros de la misma serie y realizador debieron de ser planos fijos de unos cuatro minutos de duración en los que todo se fiaba a la popularidad del intérprete y la gracia de su parlamento. Bastante primitivo, pero un documento valiosísimo que, por desgracia, hoy no podemos contemplar al haber desaparecido tanto el negativo como las copias.
La popularidad como caricato de Ramper fue tal, que su personaje llegó a protagonizar un corto de dibujos animados de la serie "Garabatos" que dibujó y dirigió Enrique Ferrán "Dibán" entre 1943 y 1945.

Sr. Feliú

Mló dijo...

Se pude comprar ese libro en algún sitio??

Gracias!