Arena Smelykh (1953) , Yuri Ozerov, Sergei Gurov, Artisty Tsirka (1958)
Desde que en 1927 un grupo de artistas creara la primera Escuela de circo en el Moscú de la antigua URSS, el circo soviético se convirtió en referente de una nueva concepción de circo, con innovaciones técnicas y tecnológicas, estudios de creación y una búsqueda constante de la excelencia en sus alumnos y en las presentaciones de sus nuevos artistas.
Sus producciones viajaron por todo el mundo convirtiéndose en un escaparate de las hazañas del Estado comunista, renovando la idea de circo y abriendo las puertas a una nueva manera de transmisión de los conocimientos que rompía el aspecto tradicional y familiar. En 1971 se edifica en Moscú una nueva Escuela de circo, un edificio que equiparaba al circo con el resto de artes escénicas y que da un nuevo impulso al arte circense soviético y, de paso, al arte circense en todo el mundo.
Sus producciones viajaron por todo el mundo convirtiéndose en un escaparate de las hazañas del Estado comunista, renovando la idea de circo y abriendo las puertas a una nueva manera de transmisión de los conocimientos que rompía el aspecto tradicional y familiar. En 1971 se edifica en Moscú una nueva Escuela de circo, un edificio que equiparaba al circo con el resto de artes escénicas y que da un nuevo impulso al arte circense soviético y, de paso, al arte circense en todo el mundo.
Todavía hoy, después de la desaparición del Estado comunista y la independencia de sus diferentes repúblicas, lo que vulgarmente, por extensión, se llama circo ruso, sigue nutriendo buena parte de los programas de los circos más importantes y los festivales siguen premiando a artistas de Ucrania, Rusia u otras repúblicas de la zona. En los años 50, la URSS vivió una apertura a Occidente y numerosas muestras de su cultura viajaron por Europa y América en un intento de mostrar las virtudes de la organización comunista.
De 1953 y 1958, respectivamente, son Arena Smelykh (Circus) y Artisty Tsirka (Circus Stars) dos documentales programados en las salas cinematográficas de Occidente en los que podemos ver a algunas de las grandes estrellas del circo de la URSS. El famoso payaso Oleg Popov es el embajador y maestro de ceremonias de un desfile, variado y técnicamente inimitable, de artistas como el amaestrador Durov, Los Shubini, el jinete Alexandre Serge, Los ciclistas Alexandrovi, la trouppe Doveyko, la domadora Nazarova, Karandash, Filatov, los malabaristas Hermanos Kiss, y muchísimos más en un derroche de auténtico circo que merece la pena ver.
En el extracto de abajo de este mismo documental podemos ver al acróbata sobre cama elástica Zviaginy en un número combinado con trapecio volante y en un solo.
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