
Decían de él que tenía otoño en su corazón, por su mirada melancólica y su ensimismamiento creativo, y al ver su trabajo, tanto en la pista como en sus películas, lo vemos con claridad. Esta película, realizada para su especial lucimiento, nos muestra al joven payaso dominando diferentes técnicas en una historia que transcurre, casi en su totalidad, en el circo, por lo que tenemos la suerte de ver algunos números excepcionales, además del brillante y polifacético trabajo del artista protagonista: malabarista, mimo, equilibrista, payaso, acróbata, amaestrador, encantador de audiencias. "The lyrical character whom Enguibarov portrays arouses in his audience a kindly, radiant feeling, and the inimitable charm of the clown makes one remember him for a long tome with admiration and gratitude". ¿Se puede decir algo más bonito de un artista?
Pese a la oposición de su familia, un joven decide ser artista de circo. Su estreno como payaso, con un maquillaje excesivo y cascadas sin sentido, provoca un silencio que se convierte, poco a poco, en una escandalosa protesta. Justo hacia la mitad de la película nos encontramos con una escena familiar: el payaso, maquillado, disfrazado y fracasado, es rechazado también por la chica quedando sumido en la más absoluta tristeza. ¿Os suena de algo? La chica de la que se enamora Leonid es Irina Shestua, auténtica artista de circo que se dobla a si misma en un espectacular número de doble barra rusa. Después del fracaso, el payaso emprende un viaje iniciático donde se encuentra al espíritu de Durov, al de Charlot y al de Marcel Marceau, que le indican el camino de su nuevo personaje. Así cualquiera, dirán muchos. ¡Ya me gustaría a mi tener esas alucinaciones!, digo yo. Enguibarov se queda dormido en una plaza y en el sueño obtiene los datos que le faltan para completar el personaje: enamorado, torpe pero ingenioso, melancólico, habilidoso, soñador y perdedor…

Tchanaparh depi krkes (Road to the stage, 1963)
Producción: Armenfilm Studios (URSS)
Director: Henrik Malyan y Levon Isahakyan
Guión: A. Galiev y Aleksandr Yurovsky
Intérpretes: Leonid Yengibarov (Leonid), I. Shestua (Ira), I. Danzas (la madre), H. Danzas (el padre), Varduhi Varderesyan (Maro), Karp Khachvankyan (Ashot), Vladimir Tatosov (Khachyan), Gen (Taryan), S. Isahakyan (entrenador), B. Asaturyan (un gemelo), R. Asaturyan (el otro)
88 min. Blanco y negro
4 comentarios:
Éso es lo que me gusta de los blogs,la pasión que muestra su autor de las cosas que le entusiasman y tu descripción de Leonid Yengibarov hace que tenga unas ganas enormes de ver alguno de sus números circenses.
En la primera línea tienews un enlace en el que puedes ver la calidad de este payaso. Que disfrutes.
Gracias por esta entrada... Yenguibarov, además de payaso, es un gran poeta: ha dejado una serie de minicuentos preciosos. Tengo algunos traducidos al español, espero poder compartirlos algún día.
Hola Jazmin
Muchas gracias por tu comentario. Espero que cuando tengas traducidos los cuentos podamos incluir una nueva entrada de este original y poético payaso
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