24 de octubre de 2008

Noventa y dos centímetros



Vita da cani (1950), Mario Monicelli y Steno

No es difícil imaginar que muchos de los sucesos que le ocurren a la compañía de Nino Martoni en Vita da cani (1950) provienen de experiencias vividas en carne propia por su protagonista, Aldo Fabrizi. No así el esquema argumental que entrelaza con tintes melodramáticos la historia de tres muchachas. Tamara Lees interpreta a la milanesa Franca, que huyendo de la fábrica ve en la revista una posibilidad de casarse con un millonario, lo que la empujará a un dramático final. A su llegada a Roma Franca coincide en una pensión de cómicos con Vera (Delia Scala). Ambas comparten habitación: “Ochocientas liras por noche y no se admiten hombres”. En el tren a Civita Pravese se cuela Margherita (Gina Lollobrigida) huyendo del revisor. Nino Martoni (Aldo Fabrizi) la acogerá en el grupo y terminará convirtiéndola en estrella… y dejándola volar a pesar de estar enamorado de ella. Para entonces Margherita ya ha triunfado en el Cinema Teatro Cristallo de Milán con el nombre de Rita Buton. Cuando le preguntan cómo se las arreglará la compañía sin la Buton, Martoni replica: —Yo no necesito estrellas, yo las fabrico. La nueva tiene noventa y dos centímetros. —¿Una enana? —No, no. Noventa y dos centímetros de piernas.

Sr. Feliú



Vita da cani
(Vida de perros, 1950)
Productora: Carlo Ponti Cinematografica (IT)
Dirección: Mario Monicelli y StenoGuión: Aldo Fabrizi, Steno, Mario Monicelli, Sergio Amidei, Ruggero Maccari, Nino Novarese y Fulvio Palmieri.
Intérpretes: Aldo Fabrizi (Nino Martoni), Gina Lollobrigida (Margherita “Rita Buton”), Delia Scala (Vera), Tamara Lees (Franca), Gianni Barrella (el empresario), Bruno Corelli (Dedè Moreno, primer bailarín), Enzo Furlai (Boselli), Enzo Maggio (Gigetto), Michele Malaspina (Cantelli), Nyta Dover (Lucy d'Astrid), Marcello Mastroianni (Carlo Danesi).
108 min. Blanco y negro.

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