10 de marzo de 2009

Leyendas del Danubio

Cita imposible (1959), Antonio Santillán


YA ESTAMOS de nuevo en el Palacio de las Variedades. ¿Se acuerdan
 ustedes de Altas variedades? Pues se trata del mismo coliseo del Paralelo barcelonés. Junto a la puerta se anuncia el Show de Buddy Bradley, un bailarín afroamericano que llevaba más de tres décadas dando guerra cuando se rueda Cita imposible y los habituales e incombustibles Carlos Saldaña “Alady” y “la Bella Dorita”, que pertenecían a la misma quinta.

Resulta que la secretaria (Josefina Güell) es acusada de robo y, al cumplir la condena, el empresario aparece asesinado. Un abogado novato (Philippe Lemaire) y un inspector de policía (Arturo Fernández), que además resultan ser primos, compiten por el amor de una guapa chica (Luz Márquez) y por llevarse el gato al agua en la resolución del misterio. En la resolución del caso tiene un importante papel el falso conde Máximo Rowinsky, un ladrón de tres al cuarto interpretado por el italiano Gustavo Re. A principios de los años cuarenta había llegado a España, donde se unió a la compañía de Los Vieneses, fugitivos todos de la Guerra que asolaba el mundo. Arthur Kaps, Franz Joham y Herta Frankel se afincaron en Barcelona donde pronto triunfaron con sus operetas y sus revistas llenas de imaginación y señoritas estupendas. En 1958, cuando se rueda Cita imposible, son toda una institución en el Paralelo, donde están representando la revista “Leyendas del Danubio”, un par de cuyos números se aprovechan en la cinta.

Antonio Santillán, un director procedente del doblaje que se especializó en este tipo de policiacos rodados en Barcelona durante la década de los cincuenta y los primeros sesenta, inmortaliza esta parte del espectáculo sin echarle demasiada imaginación. La Censura cinematográfica era bastante más estricta que la teatral así que los pudorosos responsables de velar por la moral colectiva, decidieron que había que cortar un número completo de Mercedes (Mercedes Monterry) y varios planos de las bailarinas que acompañaban al payaso Juanón (Francisco Piquer). Éste, imitador de voces, tiene un importante papel en la alambicada trama policiaca.

Franz Joham recordaba (“La Vanguardia”, 20 de septiembre de 1984) lo que supuso “Leyendas del Danubio”, un espectáculo cuyo montaje había costado cuarenta millones de pesetas de las de entonces. Aunque la obra se hizo centenaria en el Teatro Cómico, era imposible amortizarla. Los decorados y el vestuario terminaron en un almacén a cuyo alquiler tampoco pudieron hacer frente, de modo que lo liquidaron todo por diez mil duros. “Pero lo mismo nos pasó con la carpa de circo que también tuvimos que vender a Caballé, aunque aquí el recuerdo es más triste. Cuando las riadas de Valencia, un día en la Plaza del Caudillo, refugiados en un punto alto, vimos flotar sobre las aguas, parte de la lona y otros útiles. Fue realmente muy triste”. Gustavo Re se prodigó bastante en el cine catalán. El resto de Los Vieneses se convirtieron en el complemento imprescindible de la naciente Televisión Española. Los nacidos con la tele recordarán sin duda los espectáculos de marionetas de Herta Frankel y su perrita Marilyn.

Sr. Feliú

Cita imposible
(1959) 
Producción: Vértice (ES) 
Director: Antonio Santillán. 
Guión y diálogos: José Antonio de la Loma. 
Intérpretes: Josefina Güell (Rosario), Philippe Lemaire (Raimundo), Arturo Fernández (comisario), Luz Márquez (Pilar), Francisco Piquer (Juanón), Estanis González (el detective), Gustavo Re (Máximo), Mercedes Monterry (Mercedes), Luis Induni (Gaston Ledocq), Fernando Rubio (la viuda). 
92 min. Blanco y negro.

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