“Sobre un argumento más corto que un suspiro entrecortado se ha elaborado esta película –revista circense, más bien–, en la que los intérpretes no son solamente Harry Piel, Elizabeth Wenz, etcétera, etc., sino toda una cohorte de monos y tigres que cumplen también admirablemente su cometido de “estrellas” de la pantalla, sin ponerse tontos ni pedir sueldos fabulosos ni nada de eso.
Lo cual, naturalmente, no quiere decir que no destaquen los “astros” humanos en esta cinta. Destacan mucho más que la sonrisa de un negro en la penumbra, sí señor. Sobre todo, Harry Piel, que si como protagonista expone su apellido intentando convencer por la persuasión a unos cuantos tigres “revoltosuelos” que le tiran cada zarpazo que si salva la nariz es por ser algo chato, como director nos resulta de una valentía mucho más temeraria aún.
Y lo grande es que de actor y de director logra lo que se propone, nada más que con la palabra. ¡Porque nos suponemos que a las masas les hará moverse también por la persuasión, claro está!
En fin, que, hablando, hablando, ha conseguido Harry Piel una película entretenida y emocionante. Y que con tanta emoción se nos olvide respirar durante unos minutos. Que ya es conseguir. ¡Lo que puede la charla, chico!”
3 comentarios:
Mmmm... se vislumbra media docena de simpáticos chimpancés sentados a la mesa...
Hay están, sí señor.
Por desgracia no disponemos de la película ni en las fichas consta su filiación. Formarían parte, suponemos, de la troupe del Zirkus Sarrasani... Estamos, eso sí, casi seguros de que no pertenecían a las juventudes hitlerianas, a pesar de que esos pantaloncitos con tirantes a la bávara resulten altamente sospechosos.
Gracias por visitar a sus nietos que bien le quieren
"Ahí" están, claro.
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