Ha querido la casualidad —o nuestra insana curiosidad— que hayamos visto una escena de Grosse Freiheit Nr. 7 en un reportaje dedicado a la invención del Agfa-Color. En esta película Hans Albers regresó al ambiente portuario de su Hamburgo natal.
Hannes canta: “Ven, mi querida pequeña. / Sé mía, no digas que no. / Tú serás hasta mañana temprano, a las nueve, / mi pequeña más querida. / Si accedes te seré fiel / incluso hasta las diez. / Ahora, vámonos juntos de juerga. / De noche, en la Reeperbahn, / a las doce y media, / diviértete aunque no tengas una chica. / Siempre es posible divertirse / de noche, en la Reeperbahn, / a las doce y media. / El que nunca en la noche alegre / haya ido de juerga a la Reeperbahn / es un pobre infeliz / porque no te conoce… / St. Pauli, mi St. Pauli nocturno”. También canta la habanera “La paloma”, de Sebastián Yradier.
Hans Albers protagonizó las versiones alemanas de Quick, y Fahrendes Volk / Gens du voyage (Payasos, 1938), estuvo junto a Marlene Dietrich en Der blaue engel (El ángel azul, 1930), fue un Sherlock Holmes apócrifo en Der Mann, der Sherlock Holmes war (1937) y encarnó al Barón de Munchhausen. Inmediatamente después de protagonizar esta película con al que Goebbels pretendía conmemorar las bodas de plata de la Ufa y, de paso, dejar chico al cine de fantasía estadounidense, se metió en la piel de un marinero retirado que canta y toca el acordeón.
El ministro de Propaganda se mostró mucho menos convencido con Grosse Freiheit Nr. 7. No es de extrañar, puesto que Helmut Kautner utilizaba el glorioso Agfa-Color en retratar un triángulo sentimental en el ambiente del barrio chino hamburgués. De fondo, el amor perdido y la nostalgia marinera. El primer término, quereres de pago y marineros borrachos. Poco edificante para las tropas que regresan de Stalingrado.
La escena que hemos visto muestra el ambiente del barrio de St. Pauli y se detiene en un club de variedades, El Hipódromo, en cuya entrada la efigie de Hannes Kroeger reclama la atención del público. Dentro, el propio Hannes (Hans Albers) con su acordeón al frente de una orquesta de señoritas.
El centro del club está ocupado por una pequeña pista circense por la que circulan ecuyeres de torneados muslos. Alguna le da de beber una jarra de cerveza a su montura. En la barra, los curtidos hombres del mar intercambian cigarrillos y requiebros con madamas orondas.
Tras el bache profesional que supuso la posguerra Albers regresó una y otra vez en sus películas de los años cincuenta a este decorado. La ciudad le ha dedicado una estatua.
Grosse Freiheit Nr. 7 (1944)
Producción: Terra-Filmkunst (AL)
Director: Helmut Käutner.
Guión: Helmut Käutner y Richard Nicolas.
Intérpretes: Hans Albers (Hannes Kroeger), Ilse Werner (Gisa), Hans Söhnker (Willem), Hilde Hildebrand (Anita), Gustav Knuth (Fiete), Günther Lüders (Jens), Ilse Fürstenberg (la madre de Gisa), Ethel Reschke (Margot), Erna Sellmer (Frau Kaasbohm), Kurt Wieschala (Jan), Helmut Käutner (Karl), Richard Nicolas (el almirante), Maria Besendahl (Frau Boergel), Justus Ott (Herr Wellenkamp), Gottlieb Reeck (Herr Puhlmann).
111 min. Color (Agfa-Color).
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