



La primera ocurre mientras Jack Benny presenta a “la dama más exquisita y excitante de…” El telón se abre y podemos ver una mesita de magia con un tapete en el que se lee: “Laurel and Hardy Magicians”. Al lado, de espaldas, Stan y Ollie, ajenos a nuestra presencia, se dedican a esconder pañuelos y barajas en sus chaquetas. Todavía Ollie advierte a su compañero:
-Recuerda: no se te ocurra quitarte el sombrero.
Pero en cuanto Jack Benny les saluda Stan se lleva la mano al hongo en señal de cortesía y una paloma alza el vuelo.
-Recuerda: no se te ocurra quitarte el sombrero.
Pero en cuanto Jack Benny les saluda Stan se lleva la mano al hongo en señal de cortesía y una paloma alza el vuelo.

Es sólo el anuncio de lo por venir. Ollie es un mago inepto y Stan un asistente más inepto aún. Sus piques conforman un crescendo de reproches, ofensas y empujones en el clásico estilo “a fuego lento” de la pareja. A partir de ahí una cascada de desastres que incluye un candelabro que se convierte en un florero, una baraja trucada, una docena de huevos, una cáscara de plátano y una gran tarta… Si les decimos que Jack Benny había conseguido quedarse por fin con el chaqué de Conrad Nagel ya se imaginarán ustedes el final.
La película presenta las mutaciones, los cambios de escena y las caídas de telón como si en un espectáculo estuviéramos. La orquesta interpreta un número musical a telón corrido. Luego vemos una serie de tableaux vivants del fondo del mar que no se inspiran en Méliès sino que pretenden batir a Ziegfeld y a Earl Carroll en su propio terreno. Una bailarina sale de una ostra gigante y ejecuta una danza antes de que la concha se sumerja en el foso. Un efecto fotográfico –un sencillo filtro colocado ante la lente de la cámara- simula la ondulación acuática del fondo del mar. Neptuno da la bienvenida a su hija más querida. Pero ahora surge de la concha una odalisca cubierta por unos velos. Comienza a bajar la escalera en el mejor estilo de vedette, pero los escalones se convierten en un tobogán y la bella Salomé resbala por ellas hasta llegar a un primer plano. Es… Buster Keaton.
La película presenta las mutaciones, los cambios de escena y las caídas de telón como si en un espectáculo estuviéramos. La orquesta interpreta un número musical a telón corrido. Luego vemos una serie de tableaux vivants del fondo del mar que no se inspiran en Méliès sino que pretenden batir a Ziegfeld y a Earl Carroll en su propio terreno. Una bailarina sale de una ostra gigante y ejecuta una danza antes de que la concha se sumerja en el foso. Un efecto fotográfico –un sencillo filtro colocado ante la lente de la cámara- simula la ondulación acuática del fondo del mar. Neptuno da la bienvenida a su hija más querida. Pero ahora surge de la concha una odalisca cubierta por unos velos. Comienza a bajar la escalera en el mejor estilo de vedette, pero los escalones se convierten en un tobogán y la bella Salomé resbala por ellas hasta llegar a un primer plano. Es… Buster Keaton.

Keaton nos deleita con unos pasos de danza orientalizante. Saca de una vasija un ofidio, que tampoco es una serpiente sino una ristra de salchichas. Le ofrece su pecho –nueva Cleopatra- para que hinque en él sus colmillos mortales lo que le provoca una serie de convulsiones que constituyen el tour de force de un baile acrobático. Culmina, cómo no, con una impresionante costalada.
The Hollywood Revue of 1929 (1929)
Producción: Metro-Goldwyn-Mayer (EEUU)
Director: Charles F. Reisner.
Guión: Al Boasberg y Robert E. Hopkins.
Intérpretes: Conrad Nagel y Jack Benny (maestros de ceremonias), John Gilbert y Norma Shearer (Romeo y Julieta), Lionel Barrymore (el director de Romeo y Julieta), Buster Keaton (la princesa Raja), Stan Laurel y Oliver Hardy (Stan y Ollie), Karl Dane y George K. Arthur (Dane and Arthur), Marion Davies, William Haines, Joan Crawford, Bessie Love, Marie Dressler, Cliff “Ukulele Ike” Edwards, Polly Moran, Gus Edwards y Joe Godwyn, Charles King, Anita Page, Nils Asther, Gwen Lee, Renée Adorée, Nacio Herb Brown, The Brox Sisters, The Natascha Natova Company, Albertina Rasch Ballet, The Rounders, Biltmore Quartet, Ernest Belcher's Dancing Tots.
116 min. Blanco y negro + Color (Technicolor bicrómico)

Producción: Metro-Goldwyn-Mayer (EEUU)
Director: Charles F. Reisner.
Guión: Al Boasberg y Robert E. Hopkins.
Intérpretes: Conrad Nagel y Jack Benny (maestros de ceremonias), John Gilbert y Norma Shearer (Romeo y Julieta), Lionel Barrymore (el director de Romeo y Julieta), Buster Keaton (la princesa Raja), Stan Laurel y Oliver Hardy (Stan y Ollie), Karl Dane y George K. Arthur (Dane and Arthur), Marion Davies, William Haines, Joan Crawford, Bessie Love, Marie Dressler, Cliff “Ukulele Ike” Edwards, Polly Moran, Gus Edwards y Joe Godwyn, Charles King, Anita Page, Nils Asther, Gwen Lee, Renée Adorée, Nacio Herb Brown, The Brox Sisters, The Natascha Natova Company, Albertina Rasch Ballet, The Rounders, Biltmore Quartet, Ernest Belcher's Dancing Tots.
116 min. Blanco y negro + Color (Technicolor bicrómico)
2 comentarios:
Geniales Laurel y Hardy (y Jack Benny por dejarse manchar el traje jajaja) pero Buster Keaton es sublime.
O como los comediantes se resistían a hablar a pesar de encontrarse en una película 100% sonora.
En tanto que Laurel y Hardy realizaron la transición con toda fluidez, Keaton tuvo graves problemas para lidiar con la nueva concepción de un cinematógrafo al servicio de la palabra.
A ver si un día de estos nos animamos a hablar de su producción cortometrajística sonora.
Nuestro anfitrión y yo mismo le agradecemos una vez más su visita, Sr. F.
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