Miste Iks (Mr. X, 1958), de Yuli Khmelnitsky
Adaptación cinematográfica de la opereta del compositor húngaro Emmerich Kálmán, "Die Zirkusprinzessin", que fue estrenada en el Winter Garten Theatre en 1927. Los protagonistas de la película son el magnífico tenor estonio Georg Ots, Marina Yurasova, Efim Kopelyan, Anatoli Korolkevich, Dimitri Volosov, Glikeriya Bogdanova Chesnokova, Nikolai Kashirsky, Zoya Vinogradova...
La historia transcurre en un circo donde trabaja un misterioso artista, ocultando su identidad bajo un antifaz, por el que suspiran todas las mujeres. El número de Mr. X (George Ots) es realmente asombroso: sale a la pista sobre un caballo blanco, resaltando su vestuario y antifaz negro, es izado hasta lo alto de un trapecio donde realiza un equilibrio sobre una silla mientras toca el violín; después de un arroje, se lanza hacia unas barras paralelas de gimnasia, para, después de un par de piruetas, caer de nuevo a lomos del caballo blanco. Un número imposible, digno de una opereta como esta.
Como también son dignos de esta obra musical, otros personajes secundarios como el torpe Toni (Nikolai Kashirsky), su voluminosa madre (Glikeriya Bogdanova Chesnokova), y cómo no, la heroína de la película, una inocente ecuyere (Zoya Vinogradova), perseguida por todos, tan real como en la vida misma. No hay ningún número de circo que resaltar pues la historia transcurre en el control y los números de tap dance dejan mucho que desear, pero la partitura y las voces de los protagonistas, añadido al glamour de la pista y al encanto de algunas de las coreografías, hacen que Mr. X sea una película interesante de ver, una ocasión para descubrir el cine musical de la URSS en la década de los 50.
La historia transcurre en un circo donde trabaja un misterioso artista, ocultando su identidad bajo un antifaz, por el que suspiran todas las mujeres. El número de Mr. X (George Ots) es realmente asombroso: sale a la pista sobre un caballo blanco, resaltando su vestuario y antifaz negro, es izado hasta lo alto de un trapecio donde realiza un equilibrio sobre una silla mientras toca el violín; después de un arroje, se lanza hacia unas barras paralelas de gimnasia, para, después de un par de piruetas, caer de nuevo a lomos del caballo blanco. Un número imposible, digno de una opereta como esta.
Como también son dignos de esta obra musical, otros personajes secundarios como el torpe Toni (Nikolai Kashirsky), su voluminosa madre (Glikeriya Bogdanova Chesnokova), y cómo no, la heroína de la película, una inocente ecuyere (Zoya Vinogradova), perseguida por todos, tan real como en la vida misma. No hay ningún número de circo que resaltar pues la historia transcurre en el control y los números de tap dance dejan mucho que desear, pero la partitura y las voces de los protagonistas, añadido al glamour de la pista y al encanto de algunas de las coreografías, hacen que Mr. X sea una película interesante de ver, una ocasión para descubrir el cine musical de la URSS en la década de los 50.
Mr. Iks (1958)
Director: Yuli Khmelnitsky
Productora: Mosfilm (URSS)
Guión: O. Fadeyeva, Yuli Khmelnitsky, I. Rubinshtein
Intérpretes: Georg Ots (Mister X), Marina Yurasova (Theodora Verdier), Anatoli Korolkevich (Baron), Zoya Vinogradova (Marie), Nikolai Kashirsky (Toni), Glikeriya Bogdanova-Chesnokova (Karolina), Grigori Yaron (Pelikan), O. Lind, Dmitri Volosov (empresario de circo), Tamara Bogdanova.
100 min. Color
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