Karandash es un ejemplo claro de lo que estamos diciendo. En Karandash hasta su inseparable compañero Klyaksa tiene el tamaño y la cara adecuada. Karandash estuvo buscando el perro exacto durante un tiempo. Algunos eran demasiado grandes, otros demasiado pequeños. Hasta que encontró a este simpático Scottish Terrier, con la cabeza grande y las patas muy cortas, como el mismo payaso, el complemento ideal para su personaje, así que esta mascota le acompañó durante muchos años en la arena del circo —varias generaciones de perros se fueron sucediendo en la larga carrera del payaso, aunque todos mantuvieron el mismo nombre: Klyaksa, que en español significa mancha o borrón.
Sus grandes pantalones y su original sombrero de fieltro, su bigotito, su afilada voz, los zapatos…, todo encajaba a la perfección para crear un personaje entrañable, comprometido, ágil en sus improvisaciones y tremendamente afectivo. Karandash participaba a lo largo del espectáculo dando valor a algunos números o interviniendo para aligerar algunos cambios de aparatos. El público, y sobre todo los niños, con los que se identificaba de una manera especial, estaba deseando disfrutar con sus nuevas ocurrencias y sus diálogos con el Maestro de Ceremonias.
En el vídeo que enlazamos, Karandash interviene en diferentes momentos de un programa de circo en el que hay un trapecio volante excelente en el que Karandash pierde los pantalones, los osos de Filatov, caballos, equilibrios sobre un extraño aparato, mano a mano, etc. Y afortunadamente podemos ver unos segundos de la parodia política que realizaba Karandash sobre los nazis. Una expresiva máscara, un acertado vestuario y un diminuto tanque le acompañaban en esta hilarante sátira. Pasen y vean.
1 comentario:
Hola. Tienes una página fantástica, por lo que he incorporado un enlace desde la mía. Te envío la dirección. Si te gusta te agradecería que pusieras otro enlace hacia la mía. Un saludo y felicidades.
http://compartirenlibertad.blogspot.com/
Publicar un comentario