24 de noviembre de 2008

Cómicos, titiriteros, farsantes



Los farsantes (1963), Mario Camus

SEGÚN los títulos de crédito, Los farsantes es la producción número 73 rodada en los Estudios IFI. Ignacio F. Iquino viene produciendo por su cuenta y riesgo desde finales de los años cuarenta y a lo largo de los años ha formado un equipo estable de guionistas e, incluso, un modesto star system en el Paralelo barcelonés. Siempre atento a las demandas del mercado ha apostado por la comedia disparatada, por el melodrama religioso y sobre todo por el policiaco, igual que más tarde se embarcará en westerns a la europea o en el naciente erótico hispano. Su contacto con Mario Camus supone su aproximación a la nueva corriente inspirada desde la Administración que prima a los recién titulados de la Escuela Oficial de Cine.


El guión es obra de Daniel Sueiro y Mario Camus. Ambos han acometido la adaptación de la novela corta del primero, “La carpa”, que ha ganado en 1958 el Premio Café Gijón y que servirá como debut cinematográfico a Camus.

El relato, que es un adelantado viaje a ninguna parte, da cuenta de las miserias del grupo de cómicos durante los quince días anteriores al Sábado de Gloria. Sueiro traza la radiografía de la compañía en voz de uno de los cómicos: “A veces llegamos a un pueblo así y sabemos que allí va a haber fiesta porque hemos llegado nosotros y nosotros somos los titiriteros, o los comediantes, o los gitanos, o los del circo, o los cómicos..., según lo que quieran llamarnos”. Y más adelante vuelve sobre el tema: “Nosotros somos cómicos, titiriteros, farsantes. Ese es nuestro oficio. Tal es nuestra profesión. La carpa no es un negocio, sino un medio de vida. No trabajamos para hacernos ricos ni famosos, trabajamos para comer, pero muy a menudo no comemos”. Diagnóstico igual o muy parecido al que realiza el personaje de Margarita Lozano en la adaptación cinematográfica cuando un excompañero de armas de Rogelio (Fernando León) les invita a comer con su familia.

El periplo y el final mantienen cierta fidelidad en su traslación a la pantalla. La Compañía de comedias de don Pancho (el actor de doblaje José María Oviés) -siete hombres y tres mujeres- lleva en gira permanente un repertorio constituido por “Genoveva de Bravante”, “La pasión” y las probablemente apócrifas “La huérfana de París” y “Vanidad y miseria”.

Por lo demás, las diferencias son notables. Se utiliza el velatorio de uno de los actores para abrir la película; Rogelio se encuentra con un compañero de armas –lo que pone en evidencia la presencia de la Guerra Civil como trasfondo permanente-, posteriormente se fuga con la recaudación y, sobre todo, se introduce el episodio de la juerga de señoritos en la que Tina (Margarita Lozano) es obligada a hacer un patético striptease, que remedará el personaje de Gwen Welles en Nashville (Nashville, 1975), de Robert Altman.

La Semana Santa pucelana les sirve a Sueiro y Camus para dar un final trágico a Los farsantes. Los componentes de la Compañía de Comedias de don Pancho terminan agonizando literalmente de hambre mientras fuera resuenan los redobles procesionales. Uno supone que sería por causa de la censura que lo que en la novela de Sueiro es directamente un lupanar, se convierta en la traslación cinematográfica en el piso de la amante de don Ramón.


Luis Ciges ‑doblado- abre y cierra la película. Al principio asciende en el escalafón económico porque se hace cargo del vestuario y los decorados, que llevaba antes el fallecido. Al final, cuando don Pancho les pide que no se preocupen, que todo va a ir bien a partir de ese momento, sentencia: “Mentiras. Nada ha cambiado. Todo sigue igual. Por lo menos, no vamos a engañarnos”.

Los farsantes no se estrenaría en Madrid ni en Barcelona, pero a Iquino le debió de satisfacer el resultado porque financió la adaptación del Young Sánchez de Ignacio Aldecoa.


Sr. Feliú

Los farsantes (1963)
Producción: IFI (ES)
Dirección: Mario Camus.
Guión: Mario Camus y Daniel Sueiro, basado en la novela corta “La carpa”, de este último.
Intérpretes: José María Oviés (Don Pancho), Víctor Valverde (Lucio), Consuelo de Nieva (Pura), Margarita Lozano (Tina),Amapola García (Milagros), Fernando León (Rogelio), Ángel Lombarte (Avilés), Luis Ciges (Justo), José Montez (Currito), José Rivelles (García), Leonor Tomás (Señora García), Luis Torner (Vicente), Florencio Calpe.
82 min. Blanco y negro.

3 comentarios:

El Abuelito dijo...

...¡A por ella...!

Sr. Feliú dijo...

Querido Abuelito:
Sus nietos proponen y usted dispone.
Vaya a por ella, pero luego no nos culpe de la zafiedad de unos planteamientos "crítico-realistas" que destacan de la siempre decentísima producción de Iquino. "Young Sánchez" reúne otras cualidades que acaso la hagan más memorable, pero sólo en "Los farsantes" hemos encontrado este retrato de las compañías de la legua, hermanos de camino de los saltimbanquis y volatineros que pasan por Circo Méliès.
Sus nietos

El Abuelito dijo...

Ya la he visto...verdaderamente, bien está el encontrar ese retrato de los cómicos de la legua... pero hay que ver qué neorrealismo más tristón y moralizante, de aire casi notarial, se gastaba entonces (y más de una vez ahora) el cine español... Más eficaces y perdurables son las lúcidas comedias berlanguianas, muy superiores en su (aparente) desenfado a todo este cine que no puede mirar la realidad sino desde un punto de vista trágico y no admite el más mínimop humor, como si toda tragedia no encerrase su lado grotesco... Resabios de educación cristiana han de ser...
Y sí, Young Sánchez es más interesante, aunque la vi hace mucho tiempo, me gustó, mantengo un bune recuerdo de ella y no me atrevo a estropearlo con una revisión.