Séptima página (1950), Ladislao Vajda
Nos topábamos el otro día en un parque parisino a John Carradine en plan titiritero y ayer mismo entramos en el túnel del tiempo para encontrar a don Natalio Rodríguez en el Teatro de Marionetas del Parque del Retiro de Madrid. Se trata de una intervención bastante breve en Séptima página, película poliédrica con la que Ladislao Vajda daba un giro a su carrera.
A lo largo de veinticuatro horas diversas historias se entrecruzan. Todas tendrán su reflejo en la séptima página del periódico “La Jornada”. Méndez (Adriano Domínguez) y Dieguito (Raúl Cancio) son los dos periodistas que desenredan y enredan el ovillo de atracos, adulterios, despedidas de soltero, matrimonios por interés, natalicios y fallecimientos. Su hábitat natural son las “boites” madrileñas de finales de los años cuarenta, con sus orquestas. En el “Montecarlo” actúan las chicas del Ballet D’Orsay de París, acompañadas por la Orquesta Gea, que amenizaba entonces los ocios nocturnos del Pasapoga madrileño y la Parrilla del Ritz de la Ciudad Condal.
En el “Ébano”, con su ornamentación recargada de palmeras y máscaras africanas, la Orquesta Molina acompaña a la pareja cubana de baile Mayra y Óscar López. Lugares en los que se baila, se bebe, se hacen confidencias y se pasan de matute pistolas que podrían haber servido para la comisión de un delito.
Frente a este ambiente nocturno, la historia de amor entre un estudiante de Medicina (Rafael Romero-Marchent) y una muchacha descarriada (Anita Dayna) que como amante de un banquero se hace llamar Maruja, pero como noviecita del estudiante responde por Amparito. A la luz del día, sin maquillaje, paseando por el Parque del Retiro, los jóvenes se encuentran ante el Teatro de Marionetas de Natalio Rodríguez, los famosos Títeres de Talio.
Natalio Rodríguez, cuyo principal crédito actualmente parece el de haber echado al mundo al ventrílocuo José Luis (Rodríguez) Moreno, tenía a sus espaldas a estas alturas un amplísima trayectoria como artífice de títeres de cachiporra y dramaturgo en esta especialidad. Su relación con el cine se ampliaría un par de años después con la creación del muñeco Pepito de Cerca de la ciudad (1952).
Vajda aprovecha para contrastar la inocencia infantil ante el espectáculo y la del estudiante, que desconoce la doble vida de su amada. Por eso, cuando uno de los muñecos pregunta a los niños si quieren que la princesa se case y ellos corean que sí, una panorámica busca a la pareja.
-Di también sí —le pide el estudiante.-Sí.-Más fuerte.-¡Sí! —y rompe a llorar.
Amparito quiere romper con su pasado pero Maruja no lo tiene fácil. Como recita al principio y al final de la película Fernando Rey: “La vida es demasiado difícil para el que la vive y demasiado sencilla para el que la contempla”.
Séptima página (1950)
Producción: Peninsular Films (ES)
Director: Ladislao Vajda.
Argumento y Guión: Ángel Gamón.
Adaptación y Diálogos: José Santugini.
Adaptación y Diálogos: José Santugini.
Intérpretes: María Asquerino (Leonor), Luis Prendes (Manolo), Alfredo Mayo (Paco), Rafael Durán (Fuentes), Raúl Cancio (Dieguito), Adriano Domínguez (Méndez), María Rosa Salgado (Isabel Arrosti), Jesús Tordesillas (José Arrosti), Anita Dayna (Maruja/Amparito), José María Rodero (Carlos), Rafael Romero Marchent (Javier), Manuel Arbó (señor Montalvo), Rafael Arcos (Fernando Montalvo), José Isbert (vendedor de bolsos), Manolo Morán (vigilante herido), José Sepúlveda (inspector Miranda), Julia Caba Alba (doncella de Maruja), Joaquín Roa (“Ardilla”), Carlota Bilbao (encargada teletipos), Teresa Arcos (tanguista), Paquito Cano (Ricardo), Santiago Rivero (jefe de información), José Prada (doctor Vargas), Eloísa Muro(señora de Arrosti), Carlos Díaz de Mendoza (maître del Montecarlo), Manuel Aguilera (encargado del Ébano), Pilar Sirvent (Luisa), Antonio López Izquierdo (mayordomo de los Arrosti), Emilio Ruiz de Córdoba (comisario) y la participación de Ballet D’Orsay de París, las Orquestas Gea y Molina, los bailarines Mayra y Óscar López y las marionetas de Natalio Rodríguez.
73 min. Blanco y negro.
2 comentarios:
Mala pasada la jugada por mi mente con este filme: lo vi hace un par de años y la memoria, caprichosa que es, decidió no archivarlo: su evocación del papá del señor Moreno (¿hermano de don Wences, entonces...?) me ha decidido a una segunda revisión...
Venerable Abuelito:
Cuñados, diría yo. Si me cuelo, el profesor Javier me corregirá.
En cuanto a la película, no creo que le decepcione. Con sus ingenuidades y su inevitable puntín de moralina, retrata un Madrid estraperlista y canalla que prefigura el "huis clos" "De espaldas a la puerta", una película que iba a haber dirigido Vajda y que finalmente quedó en manos de Forqué.
Usted lo pase bien, sus nietos
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