14 de agosto de 2011

La linterna mágica del ilusionista ilusionado




“Yo denuncio como casi inoperante la clasificación del público por sus edades. Para mi todo el público es un gran niño enamorado de lo extraordinario”.


José Valdelomar López, alias José Val del Omar
(Granada, 27 de octubre de 1904 – Madrid, 4 de agosto de 1982)

www.valdelomar.com


Val del Omar, místico y barroco. Val del Omar, poeta. Val del Omar, fotógrafo y cinegrafista de las Misiones Pedagógicas republicanas. Val del Omar, vanguardista e inventor a destiempo…

En sus escritos programáticos hace Val del Omar apostasía de la pantalla como “cuadro teatral” y reclama que el espacio de la proyección, transformado por invenciones suyas como el sonido diafónico, el desbordamiento apanorámico y la TactilVisión, se convierta en la “retina colectiva de un gran autómata”.

La obra cinematográfica de Val del Omar queda resumida en los tres capítulos que constituyen su “Tríptico elemental de España”. Tres piezas cortas de marcado acento vanguardista cuando la vanguardia yacía ya enterrada bajo todos los ismos y seis años de conflagración mundial.

Aguaespejo granadino (1953-55) o el agua, Fuego en Castilla (1958-60) o el fuego, Acariño galaico (1961-82) o el barro.

En 1959 Val del Omar escribe:

“Aunque a los ilusionistas nos llamen ilusos, debemos los ilusionados sembrar suelos con ilusiones en una oscura, pero ardiente, realidad mágica suspendidos...

entréme donde no supe
y quedéme no sabiendo
toda ciencia transcendiendo

Una realidad alumbrada por la temperatura.
La linterna mágica, en los últimos tiempos, sólo ha progresado en linterna. Y más que iluminar los hombres debemos, emotivamente, pegar fuego a los hombres. Todo el público es un gran niño enamorado de lo extraordinario, está en las entrañas de lo cotidiano”.



GUBERN, Román:
Val del Omar, cinemista.
Colección “Libros de la Estrella”, Diputación de Granada, 2004.
ISBN: 8478073825.



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