Aquí podéis ver la película completa.
Director: Vladimir Pekar, Vladimir Popov
Un lugar para el encuentro. en el más amplio sentido del término, entre el cine, el circo y las variedades
(A place for the meeting, in the most wide sense of the term, among the cinema, the circus and varietés).
Autores: Sr. Feliú y Javier Jiménez


Realizada en 1954, podemos destacar la participación en el film del escritor de novelas policiacas Mickey Spillane, interpretándose a sí mismo al estilo de su personaje de novela, el duro Mike Hammer. Mickey Spillane fue uno de los creadores originales del Capitán Marvel y el Capitán América, y está reconocido como uno de los más grandes autores de 'pulp fiction' (o revistas baratas) existentes. Spillane tenía alguna experiencia circense, ya que había hecho de hombre bala y participado en un número de cama elástica, y es divertido ver como se cree su papel y se identifica con su personaje de ficción, el detective Mike Hammer.
Cinquevalli, la primera gran estrella del mundo malabarista, nació en Polonia en 1859, pero pronto se movió a Berlín. Provenía de buena familia y sus padres querían que fuera sacerdote. A los 14 años de edad, se escapa con una troupe acrobática italiana dirigida por Giuseppe Chiese-Cinquevalli, de quien toma el nombre. A consecuencia de una caída desde el trapecio, decide ser malabarista. La mayoría de sus trucos son de su propia invención e incluían manipulación de bolas y palos de billar, sombreros, sombrillas, bolas de acero, maletas, sillas, cualquier objeto que no estuviese clavado al suelo.

La trama es bien sencilla: Beatty trabaja con un ayudante celoso de la destreza y éxito del domador, que quiere arruinar la carrera de éste provocando "accidentes" con los animales, dejándolos en libertad, provocando una situación de peligro tras otra, que nuestro héroe siempre consigue solucionar con entereza, manteniendo el bucle de su flequillo en el mismo sitio. Acompañando esta historia sin fin hay catástrofes en dirigibles, tesoros escondidos, asesinatos, falsos gorilas (¿quién será?), chica guapa en peligro, un misterioso Calibán (andá, pero si es el ayudante), un aprendiz de Tarzán, persecuciones en la selva, juramentos marineros, ruinas arqueológicas que se derrumban y animales, muchos animales. Leones en estado salvaje filmados con la naturalidad de un documental científico. Tigres y leones condenados a pelearse entre ellos una y otra vez. Animales de la menagerie de Hagenbeck-Wallace según los títulos de crédito. Sobre todo hay animales en los primeros capítulos. Más adelante la serie se centra en los tiros. La serie es una buena mezcla entre Indiana Jones, una película de piratas y la "Tempestad" de Shakespeare, si quisiéramos sacarle punta al ayudante y darle un trasfondo más intelectual. Son, si queremos liquidarlo rápido, 12 capítulos tras un cofrecillo lleno de piedras preciosas tras el que se esconde un documento muy interesante que nos ayuda a entender un poco más la historia del circo y acercarnos al tipo de doma que desarrollaba Beatty: la doma en ferocidad, como la denomina Sebastián Gasch."…era presentado con cierto aire romántico. La entrada de las fieras iba precedida de un disco de los bramidos amplificados en la pista por varios altavoces y, durante su actuación, Clyde Beatty no escatimaba los chasquidos de látigo ni los disparos de revólver. Uno hubiera dicho que presenciaba la batalla de Warterloo, escribió un crítico inglés que, por cierto, desaprobaba esta puesta en escena. Probablemente porque no acertaba a comprender ese trabajo de ferocidad, más hermoso, desde luego, por cuanto nos muestra varios animales en plena acción, rugiendo y brincando, más interesantes y espectaculares que los leones parecidos a perros inofensivos o los tigres que ronronean cual gatos".

Aquí nos vemos obligados a destacar un equilibrio cabeza a cabeza que finaliza con un imposible número de claqué en espejo (hay que verlo para entenderlo y para no creerlo). Y también, el número exótico en el que Marika danza voluptuosamente con una serpiente abrazándola el cuerpo, un número de Alta Escuela, así como la primera escena, en la nos encontramos con trapecistas, bailarinas, malabaristas haciendo passing, un león, ciclistas y chimpancés cariñosos.


