Un vicediablo (Pastor Serrador) se deja hasta el último céntimo en el Casino de Biarritz. Para conseguir algo de plata con la que mantener su vicio se acerca a San Sebastián, donde el matrimonio madurito compuesto por Pepe (Antonio Casal) y Mercedes (Ana Casares, denominada “la Bardot argentina”) ha perdido toda la ilusión. Él intenta la gimnasia y pone cerco a cuanta jovencita se le pone a tiro y ella admira desde el puerto al musculoso joven que se dedica al esquí acuático. El diablejo se encuentra sucesivamente con los dos y les propone a ambos el mismo trato: a partir del día siguiente recuperarán la juventud... a cambio de una razonable cantidad en metálico que le permita regresar a los verdes tapetes de Biarritz.
Lo que sigue, mal que nos pese, es una comedia entre ñoña y desangelada, en la que la pareja se dará cuenta de que como mejor estaban es como al principio. Nos duele porque el guión se basa en la comedia “Veinte añitos”, de Edgar Neville, que cuenta con obras mucho más interesantes y menos conservadoras sobre este asunto del “senex amans”, el paso del tiempo y la realización del amor con intervención de elementos fantásticos. Desgraciadamente, en manos de José María Elorrieta la película se convierte en una sucesión de bellas postales donostiarras.
Unos años después, Javier Aguirre recreó el viejo parque de la “belle epoque” y su pista de patinaje en Pierna creciente, falda menguante (1970).
Entre ellas -y por eso se proyectó la película en la carpa- hay la posibilidad de acercarse al Parque de Atracciones del Monte Igueldo en el verano de 1962.
El Parque de Atracciones, con espléndidas vistas sobre la bahía y un funicular que permite el acceso desde la playa de Ondarreta, es inaugurado el 25 de agosto de 1912 por la reina María Cristina. El centro de ocio y recreo dispone, en principio, de casino-restaurante y un mirador construido sobre la base de un antiguo faro del siglo XVIII. En 1925 se inauguran las primeras atracciones mecánicas, muchas de las cuales aún perduran. En El diablo toca la flauta se pueden ver tal como eran a principios de los años sesenta la trepidante “Montaña Suiza” y el romántico “Río Misterioso”.
El diablo en vacaciones (1963)
Producción: Alesanco P.C.
Director: José María Elorrieta.
Guión: José María Elorrieta y José Antonio Verdugo, basado en la comedia “Veinte añitos” de Edgar Neville.
Intérpretes: Ana Casares (Mercedes/Faustina), Antonio Casal (Pepe), Pastor Serrador (el vicediablo), Marta Padován (Margot), George Martin (Manolo), Alfonso Gallardo (Javierito), Manolo Díaz (Polito), José Villasante (Fabián), Ana Regia (Pilar), María Loreto (Gertrudis), Hilda Rodríguez (Marisol).
77 min. Color.
3 comentarios:
"Lo que sigue, mal que nos pese, es una comedia entre ñoña y desangelada": Muy cierto. Yo mismo quise hacer hace tiempo un Programa Doble Desvanesco dedicado a demonios españoles, con esta y "Las cuatro advertencias de Satanás"... La inanidad de este filme me desanimó de tal propósito... una lástima!
Venerable Abuelito:
Tendría usted que recurrir a "El diablo toca la flauta" y "Faustina" para su programa doble.
Desgraciadamente, aquella película de episodios promovida por José María Elorrieta en la que Neville dirigía a Guillermo Marín como diablo metomentodo sigue perdida.
Gracias por su visita postveraniega. Esperamos que los paseos a la orilla del mar hayan sentado bien a su reumatismo, sus nietos
Los títulos que usted menciona sí que valen la pena... el último plano de la primera, con el demonio Ozores castigado de rodillas en el infierno es impagable... y no digamos ver a Juan de Landa con pezuñas, aliementando el fuego donde penan las almas condenadas... y a la tentadora María Félix, nada menos...
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