
The Bellboy (El botones, 1960), Jerry Lewis
Jerry Lewis debutó en la dirección oficialmente con un auténtico tour de force. Después de dieciséis títulos emparejado con Dean Martin y seis más como protagonista absoluto, Lewis decide dar el paso y resposabilizarse de una película por completo.

Las circunstancias no pueden ser más apuradas porque el actor ha comprometido con la Paramount su estreno para la temporada veraniega y en diciembre de 1959 acaba de terminar Cinderfella (El Ceniciento, 1959). Para que se hagan una idea el calendario es más o menos como sigue: ocho días con sus noches a mediados de enero para pergeñar el guión, una semana y media para localizar y redondear el reparto, un rodaje de cuatro semanas porque el millón de dolares de presupuesto no da más de sí, y unas sesiones de montaje y sonorización compartidas con actuaciones nocturnas. En mayo la película está lista para su estreno y en el mes de julio su artífice se embarca en un tour por carretera para presentarla con actuaciones personales en varias ciudades de Estados Unidos.
Un instante para recuperar el aliento y vamos con la película propiamente dicha.
Del gag como una más de las Bellas Artes
Jerry Lewis y la Paramount eran conscientes de la excentricidad de la propuesta. De ahí que un breve prólogo a cargo de un supuesto productor ponga sobre aviso a los espectadores de que se trata de un género novedoso compuesto de viñetas inconexas y sin estructura argumental. El realidad The Bellboy es una puesta en práctica del humor ensayado con Frank Tashlin en sus últimos títulos en el que campa por sus respetos el absurdo de los dibujos animados y la construcción del gag de las tiras cómicas a la vez que un regreso al slapstick primigenio. La pirueta se ejecuta con la red de la personalidad pública del propio Jerry Lewis, uno de los actores más taquilleros de los Estados Unidos en aquellos años.
Un instante para recuperar el aliento y vamos con la película propiamente dicha.
Del gag como una más de las Bellas Artes
Jerry Lewis y la Paramount eran conscientes de la excentricidad de la propuesta. De ahí que un breve prólogo a cargo de un supuesto productor ponga sobre aviso a los espectadores de que se trata de un género novedoso compuesto de viñetas inconexas y sin estructura argumental. El realidad The Bellboy es una puesta en práctica del humor ensayado con Frank Tashlin en sus últimos títulos en el que campa por sus respetos el absurdo de los dibujos animados y la construcción del gag de las tiras cómicas a la vez que un regreso al slapstick primigenio. La pirueta se ejecuta con la red de la personalidad pública del propio Jerry Lewis, uno de los actores más taquilleros de los Estados Unidos en aquellos años.





The Novelites
Emparedada entre películas con mayor ambición dramática -The Nutty Professor (El profesor chiflado, 1963) y divertimentos mucho menos excéntricos -The Geisha Boy (Tú, Kimi y yo, 1958), The Bellboy permanece como un islote en la filmografía de Jerry Lewis, un momento en el que la creación total estaba al alcance de un solo hombre... aunque fuera un poco megalomaníaco.


The Bellboy (El botones, 1960)
Producción: Jerry Lewis para Paramount Pictures (EEUU)
Guión y Dirección: Jerry Lewis.
Intépretes: Jerry Lewis (Stanley, el botones / Jerry Lewis), Alex Gerry (Mr. Novak, el director del hotel), Bob Clayton (Bob, el jefe de los botones), as Sonny Sands (Sonny, un botones), Eddie Shaeffer (Eddie, un botones), Herkie Styles (Herkie, un botones), David Landfield (David, un botones), Bill Richmond (Stan Laurel), Milton Berle como él mismo y la actuación de The Novelites (Art Terry, Frankie Carr y Joe Mayer)
75 min. Blanco y negro. Scope.
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