Antes que director de cine, el inquieto Méliès fue mago. Y antes que mago, zapatero. En 1884 viaja a Londres, donde su padre –dueño de una fábrica de calzado de lujo– le había enviado con el propósito de que mejorara su inglés y de hacerle olvidar sus inquietudes artísticas. Méliès se aficiona a acudir a los espectáculos de variedades que proliferan en la capital victoriana. Uno de estos locales es el mítico Egyptian Hall, en el sur de Piccadilly, que en esos momentos dirige el gran mago e inventor John Nevil Maskelyne (https://es.wikipedia.org/wiki/John_Nevil_Maskelyne), abuelo del no menos famoso Jasper Maskelyne, conocido como "the War Magician" (https://www.rtve.es/television/20220113/jasper-maskelyne-engano-nazi-alamein/2254540.shtml).
El Egyptian Hall
Fascinado por los grandes efectos mágicos que se realizan en el Egyptian Hall, Méliès se convierte en un asiduo del local, conocido en esa época como el England's Home of Mystery. Madeleine Malthête-Méliès, nieta de Georges Méliès, nos cuenta que es el mago David Devant –socio de Maskelyne a la muerte de Cooke– el que se anima a enseñarle magia después de que Méliès se ofreciese a mejorar el decorado de su presentación. La habilidad de Méliès con las manos le permite avanzar rápidamente en el mundo de la prestidigitación así que, según cuenta Madeleine, nuestro joven pionero se estrena como mago en el Egyptian Hall.
Curiosamente, David Devant es uno de los precursores del cine en Inglaterra. Tuvo la iniciativa, pese a la poca fe de Maskelyne en el nuevo invento, de comprar con sus ahorros el Theatrograph de Robert William Paul y presentar sus fotografías animadas en el Egyptian Hall el 19 de marzo de 1896, dos días antes de que el propio Paul presentara su invento en el Olympia. Devant participa como intérprete en varios films de R.W. Paul realizados en 1896: The Mysterious Rabbit, Devant's Hand Shadows, The Egg Laying Man y Objects Produced from Paper.
Devant también es el protagonista de una de las primeras películas de Méliès: D. Devant, prestidigitation [101], de la que desgraciadamente no tenemos más noticias. Devant realizaba viajes periódicos a París para adquirir películas francesas y en 1896 vende a Méliès el Theatrograph –que servirá de base a Méliès para construir su propio cinematógrafo– y se convierte en el agente de Méliès en Inglaterra. En 1920, el mismo año de su retirada de los escenarios por problemas de salud, protagoniza el serial mudo The Great London Mystery, dirigido por Charles Raymond. Devant es autor de varios libros sobre magia entre los que destacan “Woes of a Wizard”, editado en 1903 y “Our Magic”, escrito mano a mano con Maskelyne en 1911.
El Cabaret L’ Neant
Es en el museo Grevin donde conoce al ilusionista Dorville, creador del Cabaret L’ Neant, un singular antro en el que las mesas son sustituidas por ataúdes, los vasos son cráneos y la decoración está recargada de huesos y lápidas. Méliès sustituye al macabro mago en algunas ocasiones y disfruta viendo las caras de terror de algunas damiselas. Mas tarde, Dorville creará otros dos cabarets del mismo estilo, L’Enfer y Le Ciel. En L’Enfer los camareros van disfrazados de diablos y es donde suponemos que Méliès toma cariño a este personaje tan habitual en sus futuras grabaciones.
El Teatro Robert-Houdin
La nuera de Robert-Houdin, Leonie, le vende el teatro por 47.000 francos y Méliès se convierte así en el nuevo propietario del histórico coliseo. Los decorados, la troupe –artística y técnica– y diez autómatas están incluidos en el trato. Su prodigioso destino comienza a ponerse en marcha.
"Par la bonne grâce de son accueil et la charme de sa conversation, à la fois documentée et prime sautière, il eut vite fait de conquérir la considération et l’estime générales . Ceux qui pouvaient douter de ses aptitudes furent, de suite, fixés sur ses capacités magiques. Sous son impulsión, les représentations prirent une importante et un interêt nouveaux. On vit figurera u programme une suite ininterrompue d’attractions et de grands trucs inédits, tous de l’invention du nouveau directeur”.
Precinema
En 1892 asiste a la proyección de tres cintas de Emile Reynaud: Le Clown et ses Chiens, Un Bon Bock y Pauvre Pierrot. Este mismo año su partenaire Jehanne D’Alcy decide marcharse a Londres, aunque afortunadamente para él –Méliès se casaría con ella– vuelve un año más tarde. Jehanne ha hecho amistad con R.W. Paul, un fabricante de aparatos de óptica, y con el mago malabarista Félicien Trewey, un antiguo artista del Robert-Houdin en tiempos del famoso mago, dos personajes que jugarán un papel clave en el destino de Georges Méliès.
4 comentarios:
Plasma usted un mundo perdido y en el que uno se predería tan a gusto...: "el Cabaret L’ Neant, un singular antro en el que las mesas son sustituidas por ataúdes, los vasos son cráneos y la decoración está recargada de huesos y lápidas. Méliès sustituye al macabro mago en algunas ocasiones y disfruta viendo las caras de terror de algunas damiselas. Mas tarde, Dorville creará otros dos cabarets del mismo estilo, L’Enfer y Le Ciel. En L’Enfer los camareros van disfrazados de diablos y es donde suponemos que Méliès toma cariño a este personaje tan habitual en sus futuras grabaciones."
Joder, en cualquiera de los tres me hubiese quedado a vivir...
De hace muchos, muchos años, allá por los primeros setenta, tengo un recuerdo vago, difuso, tal vez medio soñado: En el Musee Grevin, siendo muy crío, creo que visitamos una sala maravillosa con esculturas doradas en el techo representando dioses y guerreros, y que allí mediante juegos de luces y otros efectos, se obraron prodigios ante mis ojos... Ni me acuerdo de cuáles, encaramado como estaba en la engreída (e ignorante) edad adolescente...
Usted que es internacional, ¿Puede decirme si aún existe tal lugar? ¿A qué se dedica ahora? ¿Queda algo d ela magia finisecular de antaño? ¿Puede visitarse? Carallo, si aún estuviera, me pondría a ahorrar ahora mismo para marchar a París...
...Soy yo de nuevo... acabo de encontrar en la red el rastro de mi recuerdo... Se llama Le Palais des Mirages, y por lo visto ha permanecido cerrado un montón de tiempo desde mi juvenil visita... ¡Y ahora lo han restaurado y de nuevo lo muestran al público! Tal vez usted lo haya visto, y lo recuerde mejor... ¿Vale la pena el viaje?
Es como usted dice, venerable abuelito. El Museo Grévin todavía existe (http://www.grevin.com/home) y su teatro de variedades parece tener una vida muy activa. Tiene que ser una mezcla espectacular la visita a las figuras de cera, contemplar el techado del Palais des Mirages –gracias por descubrírnoslo– y acudir a uno de sus espectáculos e intentaremos cumplir nuestro deseo en enero del año próximo, fecha en la que tenemos pendiente un viaje a París. Entonces, le contaremos nuestras impresiones.
Gracias por sus visitas y sus siempre estimulantes comentarios
J.
Ya ve usted, venerado Abuelito, que aquí también practicamos la bicefalia, su otro nieto Sr. F.
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