Lady
Paname (1950), Henri Jeanson
Henri Jeanson es uno de esos
guionistas-dialoguistas que dieron brillo al cine francés de los años treinta y
cuarenta. Periodista, comediógrafo, anarquista, gran amigo del actor Louis
Jouvet, el arte de Jeanson se medía por sus afilados diálogos y un cierto
cinismo sobre la condición humana. Colaboró con la plana mayor de los
directores de su quinta: Carné, Duvivier, L’Herbier… Una sola vez se puso tras
la cámara y fue para dirigir este guión propio.
Lady
Paname es una película irregular, más deudora de la
brillantez de los diálogos y de la caracterización de su reparto coral que de
la puesta en escena. Esto provoca ciertas arritmias mediado el metraje cuando
los conflictos sentimentales que atañen a prácticamente todos los personajes
necesiten tiempo para desarrollarse. El único que resulta inmune al virus del
sentimiento amoroso es el fotógrafo anarquista Bagnolet (Louis Jouvet) que
utiliza este seudónimo para que nadie lo relacione con su hermano, cuya
condición de diputado considera la mayor ignominia que pueda caer sobre un ser
humano.
El amor de la
cantante Caprice (Suzy Delair) por el compositor Jeff (Henri Guisol), el de su
hermano Marcel (Pierre Trabaud), un ladronzuelo, por la prostituta Janine (Huguette
Faget), e, incluso, el del famoso chansonier
Marval (Raymond Souplex) por su señora, cuya ausencia somatiza en afonía
galopante, son el entramado sentimental sobre el que se sustenta un rendido
homenaje a la música de los años veinte y a los espectáculos de music-hall, a
la calle Faubourg Saint- Martin, que viene a ser, según Jeanson, el equivalente
parisino a Tin Pan Alley.
Todo comienza
cuando la primera cantante del famoso Teatro Olympia —construido en 1888 por el
catalán Josep Oller, promotor también del Moulin Rouge—, Mary-Flor (Germaine
Montero) decide plantar al empresario Milson (Henri Crémieux). Entre los
oropeles del éxito y el consuelo de la botella, elige la botella. Milson
contrata entonces a Caprice a la que convierte en una estrella en la primera
noche, gracias al repertorio de Jeff. Hay una canción dedicada a la primavera
que tiene gafe. Cuantos la han ensayado han salido malparados. Por eso Marval
consiente en que se la quede la recién llegada. Pero el tiro le sale por la culata
porque todas las desgracias caen sobre él, mientras las actuaciones de Caprice,
rebautizada como Lady Paname, se convierten en un éxito clamoroso.
Buena parte de la acción se desarrolla entre
cajas, en los camerinos, tras los decorados, ofreciendo un cuadro vívido y
entrañable del teatro popular de la época. Además de los ensayos y canciones
interpretadas por Caprice y Marval tenemos ocasión de ver en acción a un
equilibrista en monociclo, a una familia de acróbatas llamados Les Apollo y a
una pareja que realiza un espectacular número aéreo.
Postdata.- Entre las pinceladas que redondean
el ambiente, la aparición de un hombre con barba que invita a Caprice y a una
amiga a pasar un buen rato en su chaletito de Gambais antes de apoyar a un
carca en su denuncia de la ola de pornografía que inunda París. Si la tranquila
villa de Gambais es tristemente célebre es porque allí residía hasta que lo
condujeron a la guillotina Henri-Désiré Landru.
Lady Paname (1950)
Producción:
Spéva Films (FR)
Guión y
Dirección: Henri Jeanson.
Intérpretes:
Suzy Delair (Caprice Bosset “Lady Paname”), Louis Jouvet (“Bagnolet”), Henri
Guisol (Jeff), Henri Crémieux (Milson), Raymond Souplex (Marval), Jane Marken (madame
Gambier), Claire Olivier (Léa Bosset), Camille Guérini (Auguste Bosset), Véra
Norman (Oseille), Pierre Trabaud (Marcel Bosset), Monique Mélinand (Costa, la
pianista), Germaine Montero (Mary-Flor), Huguette Faget (Janine), Maurice
Régamey (Fred, el chulo), Odette Barencey (la señora de los aseos), Jane Helly
(madame Marval), Georges Douking, Odette Laure, Maurice Nasil y Les Apollos.
106 min. Blanco y negro.
1 comentario:
Aunque sólo sea por la ambientación, ya merece la pena verlo. Es como vivir en un circo.
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