Un circo sin público

36 vues du Pic Saint Loup (El último verano, 2009), Jacques Rivette

Ésta podría ser la última gira del pequeño circo de Kate (Jane Birkin) por el sur de Francia. Es verano. Vittorio (Sergio Castellitto), un italiano que viaja de Milán a Barcelona, pero al que no le importa demorarse un par de semanas para conocer mejor a Kate, la ayuda a arreglar el coche y desde entonces ronda por el circo. "No me gusta la vocación, me gusta el azar", dice Vittorio, que parece que no tiene ninguna prisa para llegar a Barcelona con su descapotable.

Aquí está todo lo que requiere una película de circo: la carpa, las caravanas, los artistas… Ah, no, falta algo: el público. El circo apenas tiene espectadores. Los artistas ensayan o actúan en la más estricta soledad. Además, Rivette los muestra siempre en planos abiertos y con tomas frontales…, como las conversaciones, por otro lado. ¿Son éstas las que puntúan las actuaciones o es al contrario?

Vittorio es el único que se ríe con el número de los payasos: una entrada en la que intervienen una silla, un revólver y una vajilla completa. Rivette presenta la entrada completa a lo largo de la película, aunque no tenemos la oportunidad de ver el final. “Rom” (André Marcon) necesita saber qué es lo que le ha hecho gracia a Vittorio y, cuando este les pide ayuda para rescatar a Kate de su profunda melancolía, le obligará a ocupar el puesto de Marlo (Jacques Bonaffé), el payaso alcoholizado.

Es entonces cuando Vittorio entiende que la pista es un recinto maravilloso, donde puede ocurrir cualquier cosa, pero también el lugar más peligroso del mundo. Símbolo, entonces, que no metáfora, de la vida pero también del teatro, al que la película vuelve una y otra vez. 

¿Logrará Kate superar la pérdida de Antoine, ocurrida quince años atrás? No vamos a contar lo que ocurrió porque Rivette tarda una hora en desvelarlo. En todo caso, les adelantamos que el número que le costó la vida —¿accidente o crimen?— tenía que ver con un látigo.

El circo
Es la última película de Jacques Rivette y la primera vez que se interesa por el circo aunque el mundo de la escena, y particularmente el teatro, está presente en muchas de sus películas. Como en su primer largometraje, Paris nous appartient (1961) o en L'Amour fou (Amor loco, 1969), L'Amour par terre (El amor por tierra, 1984), La Bande des quatre (1989) o Va savoir (2001). El circo, por lo que se ve, le parece más ligero que el teatro pues la cinta dura menos que cualquiera de sus otras películas.

El  Pic Saint Loup —una pequeña montaña de Languedoc de 650m., en el departamento de l'Herault— es el decorado exterior para situar la pequeña carpa, una carpa sin público que le sirve a Rivette para hablar de lo que le importa: la soledad.

Podemos ver a Jane Birkin, perdón, a Kate, caminando por un cable, pero, sobre todo, tenemos ocasión de contemplar las habilidades de varios artistas de circo metidos a actores o que compatibilizan ambos cometidos: Tintin Orsoni, Julie-Marie Parmentier, Vimala Pons.

Como asesor circense figura Stéphane Laisné, que trabaja como actor también, y como asesores de trapecio Hélène de Vallombreuse  y Zoé Maistre. La carpa, y seguramente el resto de las infraestructuras, pertenecen a la Compagnie Escale.

36 vues du Pic Saint Loup (El último verano, 2009)

Producción: Pierre Grise Productions (FR) / France 2 Cinéma (FR) / Cinemaundici (IT)

Director: Jacques Rivette.

Guión: Pascal Bonitzer, Jacques Rivette, Christine Laurent, Sergio Castellitto, Shirel Amitay.

Intérpretes: Jane Birkin (Kate), Sergio Castellitto (Vittorio Pippo”), André Marcon (Alexandre “Rom”), Jacques Bonnaffé (Marlo), Julie-Marie Parmentier (Clémence), Hélène de Vallombreuse (Margot), Tintin Orsoni (Wilfrid), Vimala Pons (Barbara), Mikaël Gaspar (Tom), Stéphane Laisné (Stéphane), Dominique D'Angelo (Dom), Marie-Paule André (Estelle), Julie-Anne Roth (Xénie), Hélène De Bissy y Pierre Barayre (los patronos del hostal).

87 min. Color.