3 de junio de 2013

La fiebre de todas las noches


Dance Hall (1950), Charles Crichton

Sola en casa, recién casada con un aburrido trabajador de una compañía aeronáutica, Eve (Natasha Perry), decide volver al Palais de Danse de su barrio, el único lugar donde puede descargar su frustración.


Allí lleva varios meses acudiendo cada noche en compañía de tres compañeras de fábrica: la pequeña Goergie (una jovencísima Petula Clark), empeñada en ganar un concurso de baile junto a Peter (Douglas Barr); la disponible Carole (una no menos joven Diana Dors), que termina encontrando el amor de su vida en el silencioso Mike (James Carney); y la servicial Mary (Jane Hylton), cuyo cometido en la vida parece ser convertirse en el paño de lágrimas de los demás.


Eve tiene el corazón dividido entre Phil (Donald Huston), el soso y celoso con el que se acaba casando y del que quiere divorciarse, y Alec (Bonar Colleano, del que algo hablamos a propósito de otra anómala producción de la Ealing: [http://www.circomelies.com/2012/06/el-criminal-equilibrista.html]), norteamericano, mujeriego y buen bailarín.


Kay Kendall, futura señora de Rex Harrison, tiene un minúsculo papel como una de las chicas con las que coquetea Alec.


El otro personaje principal es el escenario donde una y otra vez vuelven las chicas, el Palais de Danse. Todo un  mundo que no es sólo un telón de fondo contra el que se desarrollan las aventuras sentimentales de las chicas, sino un lugar bullente de vida que la cámara de Douglas Slocombe recorre en una grúa que va de los músicos a los palcos, que fotografía con una amplitud y limpieza que contrasta con la grasa de la fábrica y la estrechez de los pisos suburbanos en los que viven las chicas, y que escudriña en las parejas, con la cámara a ras de suelo o moviéndose entre los bailarines, como si fuera uno más de ellos.


Los músicos, los directores, los concursantes, los profesores de baile… todos tienen su papel. Nos quedamos con el chiste de los bailarines de exhibición, una pareja procedente de Madrid que interpreta un tango. Se llaman “Chiquita & Juan”, pero cuando los vemos tras el escenario hablan puro cockney.


Ésta es la primera producción en la que Alexander Mackendrick aparece acreditado como guionista en los Ealing Studios. Según su propio testimonio, no escribió una palabra… simplemente las cortó. El guión de Diana Morgan, a partir del trabajo previo del prestigioso E.V.H. Emmett era demasiado largo para el estándar de producción de Michael Balcon, así que Mackendrick recibió el encargo de meterle la tijera a una larga secuencia –unas veinte páginas de diálogo- en la que Eve acude a casa de Alec, él intenta seducirla y ella le rechaza. La solución de Mackendrick fue contar en imágenes y sonidos la situación –el disco con su canción, algo que ella se dejó en casa de él en algún momento del pasado…- y reducir el diálogo a unos pocos “ajá” de aceptación o rechazo matizados por los intérpretes.


Es posible que durante el proceso de poda del guión se decidiera circunscribir aún más la historia al triángulo en el que Eve es el vértice principal, a expensas de las otras tres tramas, que en la película terminada quedan excesivamente desdibujadas.


Se suele atribuir a Diana Morgan el punto de vista estrictamente femenino del relato. Como en It Always Rains on Sunday (1947), dirigida por Robert Hamer y protagonizada por Googie Withers, estamos ante un melodrama en el que el protagonismo recae en una mujer. El que además ésta sea trabajadora es parte del clima postbélico, como el racionamiento que tiene también una función dramática crucial para expresar el desencanto de Eve ante el matrimonio.


Dance Hall no funcionó en su estreno, pero, debilidades dramáticas aparte, vista ahora resulta un indicio más que razonable de lo que estaba por venir: el nacimiento del Free Cinema con el fundacional Momma Don’t Allow (1956), el documental codirigido por Karel Reisz y Tony Richardson;


Dance Hall (1950)
Producción: Ealing Studios (GB)
Director: Charles Crichton.
Guión: Diana Morgan, E.V.H. Emmett, Alexander Mackendrick.
Intérpretes: Natasha Parry (Eve), Petula Clark (Georgie Wilson), Jane Hylton (Mary), Diana Dors (Carole), Bonar Colleano (Alec), Donald Houston (Phil), Fred Johnson (Mr Wilson), Gladys Henson (Mrs Wilson), Sydney Tafler (Jim Fairfax), Douglas Barr (Peter), James Carney (Mike), Kay Kendall (Doreen), Eunice Gayson (Mona), Dandy Nichols (Mrs Crabtree), Grace Arnold (Mrs Bennett), Alec Finter (el professor de baile), Harold Goodwin (Jack), Thomas Heathcote (Fred), Tonie MacMillan (Mrs. Hepple) y las orquestas de Geraldo y Ted Heath.
75 min. Blanco y negro.


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