13 de mayo de 2014

Max antes de Max


La légende de Polichinelle  (1907), Albert Capellani

A principios de 1907 Max Linder aún no es Max  [http://www.circomelies.com/2009/05/max-linder.html], el patinador de Les debuts d’un patineur (1907) sino un actor contratado por la Pathé. El cómico estrella de la casa es André Deed con el personaje de Boireau.Albert Capellani se ha incorporado a la disciplina del estudio como director en 1905 y ha colaborado con Segundo de Chomón en una serie de adaptaciones de cuentos clásicos como La poule aux oeufs d'or (1905) y Aladin ou la lampe merveilleuse (1906). Linder y Capellani coinciden en esta féerie en torno al personaje del jorobeta Polichinela.


La primera parte de La légende de Polichinelle  falta –al menos en la copia que pudimos ver en la carpa-, pero los catálogos reconstruyen lo sucedido: Polichinela es un muñeco que está enamorado de una bailarina autómata. Un grupo de aristócratas la compra y la lleva a su castillo. Polichinela recibe entonces una varita mágica del hada madrina y, acompañado por un grupo de enanos, corre al rescate de su amada. En este punto es donde comienza la copia que hemos visto.


Polichinela entra en el castillo, mientras los aristócratas contemplan a la prodigiosa bailarina mecánica. De pronto, una antorcha provoca un incendio. Los castellanos huyen. La muñeca cae al suelo desmembrada. Polichinela se abre paso a través del humo y recupera las piezas.


Para regresar debe salvar un abismo. Gracias a la varita mágica reconstruye el puente colgante derruido y llega así ante un palacio. Allí, y de nuevo con su varita mágica, recompone a la muñeca y le insufla vida.


Queda el grand finale, de nuevo en el almacén de juguetes, cuando el hada da vida a todas las marionetas que se organizan en diversas coreografías. La apoteosis es una danza serpentina.


Durante toda esta peripecia se van alternando los decorados fantásticos construidos en estudio con magníficas localizaciones naturales de jardines y castillos. La continuidad entre ellos  queda establecida por  la presencia de Polichinela, fantoche al rescate de su muñeca animada… esto es, dotada de ánima.


Estamos en el reino de Méliès, no en el de Max Linder. En breve hará su aparición el tipo de la chistera y los botines, pero ahora es únicamente un mimo vestido de arlequín cuyo rostro apenas podemos vislumbrar al final, cuando se aproxima un poco a la embocadura del escenario –la cámara- para expresar su felicidad por haber recuperado a su amada.

La légende de Polichinelle  (1907)
Producción: Pathé Frères (FR)
Director: Albert Capellani.
Intérprete: Max Linder (Polichinela).
7 min. Blanco y negro + virados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Impresionante Sr Feliú