16 de enero de 2016

La domadora Natalia Nazarova


Ukrotitelnitsa tigrov (1954), Aleksandr Ivanovsky y Nadezhda Kosheverova


La historia se puede resumir así: la joven trabajadora de circo Lena (Lena Kasatkina) espera su oportunidad para dar el salto a la pista. Cuando el despótico domador de tigres Almazov (Sergei Filippov) chantajea al director del circo (Pavel Sukhanov) —ambos perfectamente encajados en sus personajes—, este rompe su contrato y la chica se convierte en la estrella principal del circo y encuentra al hombre de su vida, el motorista artista.

El viaje de esta comedia lírica (hay un par de canciones que no vienen mucho a cuento) recorre el camino de las situaciones equívocas entre el marinero Petya Mokin (Leonid Bykov) y el campeón de motos Fyodor Yermolayev (Peter Kadochnikov) que también se convierte en estrella de circo realizando un peligroso salto en el vacío en un loop cortado en la cúpula del circo montado sobre su moto.

Esta película, por momentos y salvando las distancias —tengo que echarle imaginación para suplir mi deficiencia en idiomas—, me recuerda a películas de la posguerra española: llena de buenos ideales y divertidos y honestos personajes secundarios con narices afiladas o el pelo alborotado. A pesar de todo, el contenido propagandístico es menor que el habitual en esos momentos en la URSS y el resultado es, aunque algo simple, agradable de ver y con momentos circenses dignos de nuestra atención.

Primeramente están los tigres, espléndidos, domados en la realidad por Margarita Nazarova, la misma beluaria que aparece en el documental Circus Stars (1957), que ya hemos comentado con anterioridad y que también protagoniza otra película de tigres, Polosaty Reis (Vladimir Fetin, 1961), una divertida película en la que los felinos se escapan dentro de un barco lleno de pasajeros. 


En Ukrotitelnitsa tigrov podemos admirar el número casi en su totalidad en el estreno de Lena como domadora. El acto es impecable —la domadora saliendo por el mismo pasillo de los tigres, detrás de ellos, como el animal más salvaje de todos, la tigresa dominante—, de una belleza hoy lejos del beneplácito de muchos espectadores. La dirección es muy interesante, teniendo en cuenta la duración de la secuencia y la necesidad de ocultar a la auténtica protagonista de la doma en beneficio de la protagonista, Lena Kasatkina.


Después está el edificio, un maravilloso circo estable en el que se advierte la democratización de las localidades prescindiendo de los palcos de pista. Así los asientos bajan directos, sin interrupción, hacia la pista dando al espectador mayor cercanía con el espectáculo, factor esencial para el disfrute verdadero de un espectáculo circense. Al mismo tiempo se advierte lujo en las decoraciones arquitectónicas y mucho circo en forma de pósters en las paredes.


También queremos destacar, en esta época política que nos toca vivir de asambleas, la que realizan en el circo los trabajadores para decidir cómo salir de la crisis provocada por el domador Almazov.


Y como decorado, como fondo de numerosas secuencias, está el circo, auténtico circo soviético de la época. Aéreo con dental, banquinas, malabaristas, payasos con sus perros, divertidos efectos de magia que maneja un carismático mago (Anatoly Korolkevich), un concurrido control repleto de auténticos artistas de todo tipo. Las cuadras de los caballos, las oficinas, los camerinos, los originales pósters de circo soviéticos, los suntuosos tapices de pista y el vestuario. Todo encaja en esta comedia romántica para el gran número final, la doma de Natalia Nazarova. Todo ello lo podemos disfrutar aquí:

 

Según nos cuenta en uno de los capítulos de "El circo soviético", el domador Boris Eder, que aparece en los títulos de crédito de Ukrotitelnitsa tigrov como el entrenador de los tigres, él mismo se encargó de preparar a la por entonces joven actriz de variedades Margarita, que tanto se entusiasmó con los animales que decidió dedicarse a ello a partir de entonces: "Cuando terminó el rodaje, manifestó su deseo de seguir trabajando con aquel grupo de tigres siberianos y hacerse domadora profesional. Durante unos cuantos meses, bajo mi dirección, realizó una práctica especial en el circo. Luego, cuando su número ya había sido preparado y ella se encontraba plenamente capacitada para actuar por su cuenta, la joven domadora salió a la pista iluminada del circo". En el mismo libro, M. Lobodin cuenta algunas anécdotas sobre las grabaciones de las dos películas de la Nazarova, en especial de la realizada en el barco, Polosaty Reis (1961).


Ukrotitelnitsa tigrov (1954)
Producción: LenFilm Studio (URSS)
Dirección: Aleksandr Ivanovsky y Nadezhda Kosheverova
Guión: Klimenti Mints y Yebgeny Pomeshchikov
Intérpretes: Lena Kasatkina (Lena), Peter Kadochnikov (Fyodor Yermolayev), Leonid Bykov (Petya Mokin), Pavel Sukhanov (el director del circo), Konstantin Sorokin (el contable), V. Korolkevich (el mago), Sergei Filippov (Almazov), Natalia Nazarova, Tatyana Pelttser y Aleksandr Orlov
95 min. Color (Sovcolor)

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