Entre el 7 y el 31 de enero de 2016 el Cine-Estudio del
Círculo Bellas Artes propone un ciclo denominado “Generación Keaton”, que
recupera algún título señero de Buster Keaton —The General (El maquinista de
la General, 1926)— y Charles
Chaplin —A Woman of Paris (Una mujer de París, 1923)— para utilizarlos como trampolín para el
descubrimiento de una plétora de comediantes dedicados al slapstick durante la segunda y tercera décadas del siglo XX.
Al lado de nombres algo menos habituales como HarryLangdon ,
Larry Semon, Harold Lloyd o "Fatty” Arbuckle,
encontramos en el programa una sesión dedicada a Stan Laurel, con cuatro
cortometrajes anteriores al momento en que Hal Roach se decidiera a emparejarlo
con otro comediante experimentado pero que nunca había brillado a demasiada
altura: Oliver Hardy. Una ocasión para descubrir el largo proceso que tuvo que
seguir el comediante de la compañía de Fred Karno que había viajado al mismo
tiempo que Chaplin a Estados Unidos, para encontrarse a sí mismo reflejado en
el espejo de la irritación sorda de su orondo compañero.
Tras la célebre e infortunada Mabel Normand, localizamos a
otras tantas “princesas del slapstick”, como Gale Henry cuyo perfil ya trazamos aquí en otra ocasión. Lo mismo que con Charley Chase,
del que se podrá ver no sólo Mightylike a Moose (1926) sino la fantasía ruritana Long
Fliv the King (1926) y otra maravilla titulada His Wooden Wedding (1925) en la que un pretendiente despechado de
la prometida de Charley, hace creer a éste que la chica tiene una pierna de
madera. El azar se conjura para que lo que era sólo una terrible sospecha se
convierta en certeza y las peripecias descacharrantes se sucedan sin tregua.
Paul Parrott, el hermano de Charley Chase, protagoniza Shine
‘em Up! (1922) en una de las dos sesiones dedicadas a actores totalmente
olvidados, en las que también figura esa joyita del filón dedicado a los
inventos locos en el que destacó Charley Bowers:
It’s a Gift (1923), protagonizada por
Harry “Snub” Pollard, al que se conocía en Francia como “Professeur Beaucitron
precisamente por este tipo de excentricidades dignas del profesor Franz de
Copenhague.
Si encontramos un rato, a intentaremos reseñar por aquí
alguna de las exquisitas rarezas del ciclo, que se presenta con los
intertítulos convenientemente subtitulados en castellano por primera vez en la
mayoría de los títulos. Más información y horarios en:
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