16 de diciembre de 2011

El cine de la fascinación


En "Segundo de Chomón: El cine de la fascinación" el profesor Minguet Batllori pega un buen repaso a la obra del pionero Segundo de Chomón echando mano de las últimas investigaciones sobre su procelosa filmografía.

Para ello se sirve de las investigaciones previas —Gabriel Tharrats, Agustín Sánchez Vidal, Carlos Fernández Cuenca…—, de su anterior trabajo sobre el cinemista turolense –Segundo de Chomón: Más allá del cine de atracciones- y de los recientes trabajos de catalogación sobre la Pathé de los primeros años de Henri Bousquet y las colaboraciones de Chomón para la Itala Films, estudiadas por Simona Nosenzo. Pero, sobre todo, busca la confirmación de los datos dados históricamente por ciertos en las propias películas conservadas.


La obra de Chomón se divide así en cinco grandes bloques: sus trabajos de coloreado manual entre 1901 y 1904 para la Star Films de Méliès y para la Pathé, con algún rodaje propio para esta última casa; su contratación por la Pathé en París entre 1905 y 1910, donde alumbrará sus obras más célebres; la estancia en Barcelona entre 1910 y 1912, asociado primero con Fuster y luego, bajo la marca Ibérico Films, colaborando una vez más con Pathé; su contratación por parte de Giovanni Pastrone y la Itala Films de Turín, donde ejerce, sobre todo, como director de fotografía y responsable de “efectos especiales”; y, por último, la coda que supone su colaboración más o menos frustrada en el monumental Napoleon (Napoleón, 1929) de Abel Gance y el diseño del sueño de El negro que tenía el alma blanca (1926), de Benito Perojo.

La experiencia en el coloreado de Barbe-Blue (1901), de Méliès, habría llevado a Chomón a penetrar en los arcanos del paso de manivela, hasta convertirse en uno de los padres del ilusionismo cinematográfico.


Sin embargo, no es el hilo biográfico el que sirve a Minguet Batllori para hilvanar su relato, sino la tesis sobre la autonomía del cine “de atracciones” frente al cine “narrativo” que terminó por imponer su gramática frente a las demás opciones. Así, el cine de los orígenes no habría consistido en una serie de balbuceos que preludiaban otra cosa, sino un lenguaje distinto, creado en el entorno de los espectáculos populares, y vinculado al circo y las variedades, a los espectáculos de magia y a la fantasía.

Los apéndices incluyen una propuesta de filmografía, bibliografía y una selección de muy bellas estampas tomadas de las películas de Chomón.

MINGUET BATLLORI, Joan M.:
Segundo de Chomón: El cine de la fascinación
Barcelona, Generalitat de Catalunya / Instituto de Estudios Turolenses, 2010
ISBN: 9788439381402 

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