5 de marzo de 2012

Una venganza bien cocinada


West of Zanzibar (Los pantanos de Zanzíbar, 1928) , Tod Browning

Ashes to ashes!
Dust to dust!

El mago Phroso (Lon Chaney) se mueve con gracia por el escenario en un acto de metamorfosis mágica de tinte cómico: un torcido esqueleto se transforma en una guapa rubia dentro de un ataúd. Algunos de sus gestos nos resultan chaplinianos y su caracterización, impecable. El contrato es importante porque en el programa podemos ver, además, un número de equilibrios sobre elefante y a un jovencísimo Chaz Chase realizando parte de su rutina de cigarrillos.


El caso es que la rubia, Anna (Jacqueline Gadson), es la mujer de Phroso y está a punto de fugarse a Africa con Crane (Lionel Barrymore). Ella no quiere irse sin decírlselo a su marido, pero no se atreve, así que finalmente es Crane quien le da la noticia. En la disputa, Crane empuja a Phroso que cae por unas escaleras.


Años después, Phroso, que se ha quedado paralítico y se arrastra por los suelos, encuentra a su mujer muerta en la iglesia de la ciudad, al lado de una bebé que llora desconsolada. Furioso por la muerte de su amada Anna lanza un juramento de venganza contra Crane y su pequeña hija.


Muchos más años después, Phroso se descuelga por una liana hasta su silla de ruedas en una bien surtida cabaña en el trópico africano, en la selva del Congo. Allí es "Dead Legs", un traficante de marfil que usa sus conocimientos de magia para engatusar y engañar a los nativos, unos caníbales negrísimos, que son embaucados con trucos de faquir y máscaras de carnaval.


Pero el objetivo secreto de Dead Legs es la venganza, una venganza cocinada al fuego lento de los años. En la misma selva africana se encuentar Crane, también traficante de marfiles. Y cerca, en una casa de citas de la sofocante ciudad de Zanzibar, está Maizie (Mary Nolan), la bebé de la iglesia veinte años después. Phroso-Dead Legs la tienen allí confinada y la manda a buscar para consumar su venganza, degradarla lo máximo posible antes del encuentro con su padre Crane. 


El resto pueden imaginárselo ustedes si conocen a Browning y su afición por los equívocos entre padres e hijas, pero les recomendamos ver el desenlace en una buena pantalla. La película lo merece. Lon Chaney ejerce del hombre de las mil caras y durante la película podemos disfrutar de un buen repertorio de primeros planos, además de admirar su excelente interpretación de un paralítico de piernas.


El film está basado en la obra de Broadway "Kongo", en la que se llega a límites más duros en la degradación de Maizie, igual que en la versión de 1932 titulada Kongo y dirigida por William J. Cowen, más centrada en lo mórbido de la trama. Browning sabe aprovechar el exotismo de la selva 
—planos del lodazal que pisarán los pies descalzos—, los ritos de las tribus nativas que bailan, según los estudiosos, melodías de jazz, más fáciles de bailar para los extras que los ritmos africanos, junto con el calor tropical de África para albergar una historia sórdida y despiadada, amenazante.  


La película, como la mayor parte de las películas de Tod Browning, tuvo mejor acogida entre el público que entre la crítica. El binomio Chaney/Browning comenzaba a cansar a determinados críticos que  no se andaban con chiquitas, como nos cuentan Savada y Skal en el libro dedicado a Browning. "Las cloacas de Hollywood se desbordan",  "La estupidez de algunos productores parece no tener límites"y "Las cosas han llegado a tal punto que el nombre de Lon Chaney advierte a los espectadores sobre una mala película, y con Tod Browning además, la atrocidad está asegurada" son algunas de las frases que se podían leer en la prensa durante aquellos días.


A pesar de ello, la película fue de lo más rentable en taquilla, como su anterior película, London After Midnight, una de las películas perdidas de Chaney/Browning por la que suspiramos todos los fans de esta pareja, la primera versión de Drácula en la gran pantalla. Por lo visto, el público se empeñaba en llevarles la contraria a los críticos de Hollywood, así que la pareja volvió a juntarse en los estudios al poco tiempo.


West Zanzibar (Los pantanos de Zanzíbar, 1928)
Producción: MGM (EEUU).
Dirección: Tod Browning
Guión: Waldemar Young basado en la obra Kongo de Kilbourn Gordon y Chester De Vonde.
Intérpretes: Lon Chaney (Phroso/Dead Legs), Lionel Barrymore (Crane), Mary Nolan(Maizie), Warner Baxter(Doc), Jacqueline Gadsden (Anna), Roscoe Ward (Tiny), Kalla Pasha (Babe), Curtis Nero (Bumbu), Chaz Chase (artista de music-hall) y Rose Dione (propietaria de club).
Blanco y negro. 65 min.


***************************

Chaz Chase
Rusia, 6 de marzo de 1901- Los Angeles, 4 de agosto de 1983



Después de una larga carrera en los circuitos de vaudeville y burlesque, este cómico desgarbado, comedor de cigarrillos, flores de solapa, tizas y chalecos, colaboró en el cine en la década de los treinta en algunos cortos de la Vitaphone y en revistas de Broadway como "Ballyhoo of 1930" con W.C. Fields, y "High Kickers" (1941), un show de Kalmar y Ruby. Después de una década desaparecido volvió a emerger en los años cincuenta como estrella invitada en numerosos programas de televisión y en programas de variedades y de circo. Trabajó hasta el último día de su vida, el 4 de agosto de 1983, poco después de participar en el Late Night de David Letterman.

1930
1948
1950

2 comentarios:

El Abuelito dijo...

Un filme de cualidades hipnóticas, con un Chaney en la cumbre, solo igualado por la interpretación que hace Walter Huston en el remake "Kongo", absolutamente degenerado y magistral...

Sr. Feliú dijo...

Venerable Abuelito:

En tratándose de aventuras selváticas, doctores tiene la iglesia.

No hemos visto "Kongo" pero esperamos solucionarlo en breve, sus nietos que bien le quieren