Il
petomane (1983), Pasquale Festa Campanile
Il
petomane es, ante todo, un delicado trabajo de
interpretación de Ugo Tognazzi. También una fábula moral de los libretistas
Benvenutti y De Bernardi. Poco más, pero más que suficiente. No atribuimos sus
virtudes al director, Pasquale Festa Campanile, puesto que el desaliño en la
realización es uno de los principales inconvenientes de esta sátira que podría
haber sido brillante sobre la visión —que no misión— del artista en un mundo
que se derrumba.
Porque el pedómano Pujol recreado por Tognazzi
es, ante todo, un artista. Se niega a ser considerado un fenómeno. Lector
sensible, humorista satírico, ciudadano consciente, empresario preocupado por
la evolución de su espectáculo… Este Pujol está en contacto con los creadores
de su tiempo: André Guide, Erik Satie… El compositor dodecafónico Arnold
Schönberg compone para él una obra que deberán ejecutar cinco instrumentos
convencionales… y su esfínter.
Pero la belle
epoque toca a su fin. La Gran Guerra está en puertas. Y los moralistas y
las ligas decencia hacen de las suyas. Ziedler (Peter Berling), el empresario
del Moulin Rouge, se ve obligado a suspender un espectáculo que estaba
reportando un río de oro a su negocio. Es Pujol quien accede a retirarse. No
por miedo, sino por amor. Un buen día, decidió contratar a un violonchelista. Y
he aquí que al anuncio responde una mujer que responde por Catherine
(Mariangela Melato). Bellísima, además. Pujol siente pudor. No se atreve a
confesarle la naturaleza de su arte. Ella lo descubre cuando él, herido en su
orgullo, se empeña en desenmascarar a una falsa pedómana (Adriana Innocenti),
cuyo espectáculo amañado se basa únicamente en el volumen y duración de sus
ventosidades. ¡Velay, público veleidoso que ayer reías ante la sutileza
humorística de un pedo armonioso y hoy rindes homenaje carcajeante a este burdo
sucedáneo!
Después de un descenso a los infiernos, Pujol
logrará finalmente montar en su propio teatro conciertos de música selecta con
la participación de Catherine y de sus hijos. En pleno triunfo es requerido por
los primeros mandatarios europeos para una sesión de pedomanía estrictamente
privada, en la que Pujol demostrará que sus cuescos también pueden ser críticos
y alentar la agresividad provocadora y subversiva de la sátira.
Finalizamos nuestra crónica con el número que
abre la película. La actuación en el Moulin Rouge es un espectáculo
humorístico, del que no esta exenta la crítica de costumbres, y en el que Pujol
repasa las diferentes clases de gases: el aristocrático, el ordinario, el del
tartamudo, el del hombre distraído, el de la mujer que disimula, el del
cardenal soberbio, el del general fatuo, el de la recién casada en su noche de
bodas… y el día después.
Con una calidad bastante pobre aquí pueden
contemplar dicho segmento:
Il petomane (1983)
Producción:
Filmauro (IT)
Director:
Pasquale Festa Campanile.
Guión:
Leonardo Benvenuti y Piero De Bernardi y Enrico Medioli, inspirado en la
biografía de Joseph Pujol.
Intérpretes:
Ugo Tognazzi (Joseph Pujol),
Mariangela Melato (Catherine), Vittorio Caprioli (Pitalugue), Ricky
Tognazzi y Gianmarco Tognazzi (Michel y Lucien Pujol), Giuliana Calandra
(Giulia), Peter Berling (Ziedler), Anna Maria Gherardi (Misia Edward),
Sebastiano Lo Monaco (André Gide), Filippo De Gara (Arnold Schönberg), Mila
Stanic (Rejane), Eduardo VII (Sergio Rossi), Franco Ressel (Guillermo II), Adriana
Innocenti (la pedómana)
98 min.
Color.
6 comentarios:
Hacía unos días que no visitaba la carpa y me encuentro un completo dossier sobre Joseph Pujol, del que tuve en las manos su biografía ediatada por Alfaguara y siempre me he arrepentido de no haberla comprado...¡Corro a leer todas sus entradas!
Magníficas entradas, como es costumbre en ustedes.
¿Podrían decirme dónde hay datos acerca de aquella colaboración musical entre El Pedómano y Arnold Schönberg?
JL
¡Que las disfrute usted, venerable Abuelito!
Estimado don José Luis: Mucho nos tememos que la colaboración entre Schönberg y Pujol pertenezca al terreno de las libertades que los guionistas se han tomado a la hora de ilustrar el ambiente artístico europeo entre el fin de la belle époque y el inicio de la Gran Guerra, cuyo estallido, viene a decirnos la película Festa Campanile no fue otra cosa que un inmenso cuesco.
Ésta es su casa, Profesor Javier y Sr. Feliú
Gracias mil. Y por el blog, por supuesto.
JL
Supongo que sería cosa de haberlo visto en su momento porque ahora..en fin..no le resultaría fácil demostrar su "arte" y todo quedaría en una risión en los multiples programas de televisíón que viven de defenestrar a todo el personal.
Gracias a ustedes por asistir a estos educativos cineforums que montamos en la carpa después de las proyecciones.
atte., sus anfitriones Profesor Javier y Sr. Feliú
Publicar un comentario