Die Dreigroschenoper / L'Opéra de quat'sous (1962), Wolfgang Staudte
A lo largo del primer lustro de la década de
los cincuenta Wolfgang Staudte, afincado en la República Democrática Alemana,
intentó realizar una adaptación de Madre
coraje con la colaboración del propio Brecht. El trabajo demoró varios años
con desacuerdos entre todas las partes implicadas y finalmente fue abortado
durante la primera semana de rodaje. En 1962 Staudte fue el encargado de llevar
a la pantalla la nueva versión de La
ópera de tres peniques. Se trata de una cinta en color y pantalla ancha con
un presupuesto importante, versión bilingüe (alemana y francesa) y reparto
estelar.
Curt Jurgens asume el papel de Macheath, alias
“Mackie Messer”, bastante en la línea de Rudolf Forster, el protagonista alemán
de la versión de Pabst. El ítalo-francés Lino Ventura asume la personalidad del
jefe de policía “Tigre” Brown. Gert Fröbe –asesino en El cebo (1959) y futura némesis bondiana en el papel de Goldfinger (1964)- es el rey de los
mendigos, el señor Peachum. La rubia June Ritchie es su hija, Polly, y la
malhadada Hildegard Kneff encarna a Jenny, la amante de Mackie.
Generalmente denostada como obra de consumo o musical carente de gracia, lo cierto es que esta versión es profundamente teatral y razonablemente épica… en el sentido brechtiano. Carece de cartelones y de otras estrategias “distanciadoras” pero los decorados, la paleta y las interpretaciones resultan menos “sicológicas” que las de la versión de Pabst. Los largos parlamentos en alemán se hacen un poco duros para una sensibilidad latina pero las canciones siguen conservando su ironía y su dureza. Para subrayar el efecto de que los actores se acercan al proscenio Staudte suele colocar la cámara en alto y hacer que los intérpretes avancen hasta primer plano para cantar / declamar.
Uno de los hallazgos de la película es
trasladar la “Canción de Salomón”, que en la obra cantaba Jenny, a un gabinete
de figuras de cera en el que Macheath toma el puesto de su réplica en cera como
putero y asesino para escapar de la policía.
La película se distribuyó en Estados Unidos
doblada y con una publicidad que aludía equívocamente a los grandes musicales
contemporáneos. A fin de que la píldora fuera más tragable se incluyeron tres
insertos musicales en los que Sammy Davis jr. canta “Mackie the Knife” vestido
de organillero zarrapastroso. La “Canción en que Polly informa a sus padres de
su casamiento con Macheath” adolece también de un arreglo demasiado
acomodaticio y del torpe doblaje de la actriz británica June Ritchie. Flaco
favor hacen a la película estos remiendos.
Si la “Balada de Mackie” se ha convertido en parte del repertorio de standards del pop jazzístico –Bobby Darin realizó una celebre versión-, la “Canción de Jenny la de los piratas” y la “Balada de los cañones” conservan el sabor del kabarett que fue su cuna.
Die
Dreigroschenoper / L'opéra de quat'sous (1962)
Producción: Kurt Ulrich Film (AL) / Comptoir
d’Expansion Cinématographique (FR)
Director:
Wolfgang Staudte.
Guión:
Wolfgang Staudte y Günter Weisenborn, de la obra homónima de Bertolt Brecht y
Kurt Weill.
Intérpretes:, Curd Jürgens (Macheath, “Mackie
Messer”), Hildegard Knef (Jenny), Gert Fröbe (J.J. Peachum), Hilde Hildebrand
(Celia Peachum), June Ritchie (Polly Peachum), Lino Ventura (“Tiger” Brown),
Walter Giller (Bettler Filch), Marlene Warrlich (Lucie Brown), Henning Schlüter
(el reverendo Kimball), Hans W. Hamacher, Hans Reiser, Siegfried Wischnewski,
Walter Feuchtenberg, Stefan Wigger Adeline Wagner, Erna Haffner, Clessia Wade,
Jacqueline Pierreux y Sammy Davis jr. (el cantante callejero).
124 min. Color (Eastmancolor), FranScope.
3 comentarios:
Las películas a veces son buenas y a veces son malas pero yo me pregunto,¿Por qué los productores tienen que meter siempre la pata y cambiar una película a su antojo y si es un fracaso,echar la culpa al director?.
En esta película se hicieron remiendos para que fuera más "digerible" y fué un fracaso.¿Lo sería igualmente sin esos pegotes?.Tal vez si o tal vez no pero ellos (los que tiene el dinero,ainss) mandan para lo bueno y para lo malo.
En este caso, don Angeluco, fueron los distribuidores estadounidenses quienes decidieron hacer una película poco digerible para el mercado norteamericano "algo más comercial".
No obstante, Kurt Weill llevaba varios años residiendo en Estados Unidos y algunas canciones suyas como "Septemberg Song" o la misma "Mackie the Knife" se habían convertido en estándares del repertorio jazzístico-pop.
Perdone que no le hayamos contestado antes, pero se nos pasan algunos comentarios.
Gracias, como siempre, por los suyos, Profesor Javier y Sr. Feliú
Pd.- Nos ha recordado usted aquel hermoso poema que escribió don Bertold Brecht durante su residencia en Hollywood, cuando intentaba ganarse la vida como guionista:
"Para ganarme el pan, cada mañana
voy al mercado donde se compran mentiras.
Lleno de esperanza,
me pongo a la cola de los vendedores".
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