19 de febrero de 2011

Buffalo Bill en el vientre de París


Touche pas à la femme blanche
/ Non toccare la donna bianca (No tocar a la mujer blanca, 1974), Marco Ferreri
 

A la altura de 1973 del pasado siglo parecía que el imperio norteamericano había llegado a su fin. Bajo la presidencia de Nixon, con un “Yankee Go Home” que se había convertido en eslogan de moda en el mundo entero, varias fueron las revisiones que se realizaron sobre uno de los mitos fundacionales de los Estados Unidos y el genocidio indio.

Después de su inmersión sadiana en La grande bouffe (La gran comilona, 1973), Ferreri y Azcona organizan una carga en toda regla contra los bufones del ejército y sus intereses políticos. Para ello recrean la batalla de Little Big Horn en el solar que acaba de dejar en el centro de París la demolición del mercado de Les Halles.

El General Custer (Marcello Mastroianni) llega en tren a París para hacerse cargo de la lucha contra los indios de Sitting Bull (Alain Cuny), que han tomado el centro de la Ciudad de la Luz. La sirve de guía un agente de la CIA (Paolo Villagio) cuya cobertura es un título de antropólogo. Compite por el amor de la bella Marie-Hélène de Boismonfrais (Catherine Deneuve) con su archirrival por el favor del público, el bufón William “Buffalo Bill” Cody (Michel Piccoli).

Buffalo Bill actúa en una cava parisina donde da lectura a algunos fragmentos de su autobiografía. Custer se ve obligado a asistir a esta “pantomima”, donde su vanidad ha de hacer frente a los embates del narcisismo de Cody. Más tarde se presenta, con banda propia que interpreta la “marcha de Buffalo Bill”, en la librería donde Custer presenta su libro. Buffalo Bill viene acompañado por Calamity Jane (Eve Vergel), que, según las habladurías, es su amante. No contento con haber fastidiado a Custer en estas escaramuzas se planta en el lugar de la batalla acompañado de su banda de música y con un gran bisonte montado sobre una camioneta, precipitando el ataque contra los indios.

Buffalo Bill es un histrión hasta el final. Herido de muerte, aprovecha para meter mano a la bella Marie-Hélène y proclama a los cuatro vientos que, ante tamaña aventura, esta noche el teatro se le va a quedar chico.

La caída del imperio americano, a lo que se ve, no fue más que un espejismo, pero sirvió, al menos, para que Ferreri y Azcona crearan este esperpento memorable y olvidado, un western cien por cien político en una carrera que derivaba por momentos hacia el nihilismo sin retorno.

Aquí tienen un documental de la época que hemos encontrado en los archivos de la INA, el Institut national de l'audiovisuel de Francia (http://www.ina.fr/): http://www.dailymotion.com/video/xff7wf_film-de-marco-ferreri-touche-pas-a-la-femme-blanche_newsY aquí, el trailer de la película con una excelente secuencia final que merece la pena ver —si les ha gustado el aperitivo— en este otro enlace en el que podemos disfrutar de toda la escena: http://www.youtube.com/watch?v=hSqMWoTDD5w


Touche pas à la femme blanche / Non toccare la donna bianca (No tocar a la mujer blanca, 1974)
Producción: Mara Films (FR) / PEA (IT) / Les Films 66 (FR) / Laser Productions (FR) 
Director: Marco Ferreri. 
Guión: Marco Ferreri y Rafael Azcona. 
Intérpretes: Catherine Deneuve (Marie-Hélène de Boismonfrais), Marcello Mastroianni (General George Armstrong Custer), Michel Piccoli (coronel William “Buffalo Bill” Cody), Philippe Noiret (General Terry), Ugo Tognazzi (Mitch, el explorador), Alain Cuny (Sitting Bull), Serge Reggiani (un indio), Darry Cowl (comandanteArchibald), Henri Piccoli (el padre de Sitting Bull), Franco Fabrizi (Tom), Paolo Villaggio (un agente de la CIA), Franca Bettoja (Rayo de Luna), Calamity Jane (Eve Vergel), Vedres et Boutang. 
108 min. Eastmancolor

4 comentarios:

El Abuelito dijo...

Esta en su día me gustó un disparate... Ahora, en tiempos más escépticos y sin cabellos ya que peinar, no sé si la aguantaría hasta el final... Creo recordar que después filmó Ferreri "Adiós al macho", una carrera que se deslizaba, como dice usted, hacia algún lado... inhóspito, autorreferencial y narcisista, y poco más... Cuánto mejor han envejecido sus primeros filmes, Mujer Simia incluida...

Sr. Feliú dijo...

La asociación con Azcona siempre fue un plus importante en el cine de Ferreri. Lo cierto es que con "La grande bouffe" llegaron al borde del acantilado. Imposible ir más alla, le parece a uno. El éxito arrollador de ésta (y el escándalo, claro) ahogaron los méritos de "Touche pas à la femme blanche", en la que recuperaba a los protagonistas de la anterior.

Por lo demás, venerable Abuelito, después de repasar los mitos, no está demás pegarle un repaso a sus reversos.

Sus nietos, que bien le quieren

Sr. Feliú dijo...

Fe de erratas.- "está de más", no "está demás".

angeluco10 dijo...

En serio,no parece una película,parece una broma jajaja.