30 de septiembre de 2009

Fields en su casa de ustedes


NO TUVIERON suerte en su día las películas de W.C. Fields en el mercado cinematográfico español. Acaso por su humor agrio y un tanto asilvestrado, poco apto para el consumo familiar. Tan sólo ocho de sus títulos del periodo sonoro se estrenaron en nuestras pantallas y en la mayoría de ellos Fields actuaba en papeles secundarios.


Tampoco el vídeo doméstico ha sido pródigo en títulos fieldsianos. Hoy por hoy sólo se pueden encontrar en l mercado nacional ediciones de David Copperfield (David Copperfield, 1935), de George Cukor, y de If I Had a Million (Si yo tuviera un millón, 1932), cinta de sketches de Ernst Lubitsch, en la que el Gran Hombre protagoniza uno de los más celebrados. (Pueden verlo aquí si no son muy escrupulosos y dominan la lengua de Mahatma Kane Jeeves).

La edición de
Sally of the Sawdust (Sally, la hija del circo, 1925), de David Wark Griffith, es un auténtico desastre.

Hay que irse a las ediciones norteamericanas para tener una visión más completa del asunto. Nosotros hemos tirado de sendos packs editados por Universal con el título de W.C. Fields Comedy Collection, a los que sólo podemos reprochar que no sean un poco más completos y el desorden cronológico. Por lo demás, se ven impecablemente, incluyen trailers de casi todos los títulos y disponen de subtítulos en español, francés e inglés.

El volumen 1 contiene: The Bank Dick (1940), My Little Chickadee (1940), You Can't Cheat an Honest Man (1939), It's a Gift (1934) e International House (Casa Internacional, 1933). Además, este ultimo disco incluye como extra el documental de la serie “Biography”: W.C. Fields: Behind the Laughter (1994), donde historiadores y familiares repasan la vida y la carrera de Fields.


El volumen 2 está integrado por: Man on the Flying Trapeze (1935), Never Give a Sucker an Even Break (1941), You're Telling Me! (Donde menos se piensa, 1934), The Old Fashioned Way (1934) y Poppy (1936),

También en esta ocasión hay un documental, más valioso como rareza que por su valor informativo. Se trata de un programa de la televisión canadiense titulado
Wayne and Shuster Take an Affectionate Look At... W.C. Fields (1965) y sirve de acompañamiento a Never Give a Sucker an Even Break.

Hay varias recopilaciones de cortometrajes, casi todas procedentes de las copias que Raymond Rohauer puso en circulación en los años sesenta y llevaron a la rehabilitación del Gran Hombre ante la muchachada contestataria de aquellos años. La más recomendable es la versión restaurada por Criterion, titulada 6 Short Films. Contiene: The Golf Specialist (1930), The Dentist (1932), The Barber Shop (1933), The Pharmacist (1933), The Fatal Glass of Beer (1933) y el debut de Fields en la pantalla Pool Sharks (1915). Sólo tiene subtítulos en ingles para duros de oído.

Los que se hayan quedado con hambre disponen de una edición británica con 17 películas en 10 discos titulada W.C. Fields: 17 Classic Movies. Edita Universal a un precio verdaderamente competitivo e incluye, además de los diez títulos de los packs norteamericanos: Million Dollar Legs (A todo gas, 1932), If I Had a Million, Tillie and Gus (Un par de tíos, 1933), Six of a Kind (Viaje de placer, 1934), comedia coral en la que los principales papeles recaen en Charlie Ruggles y Mary Boland, Mississippi (El cantor del río, 1935), protagonizada por Bing Crosby, The Big Broadcast of 1938 (1938), en el que Fields tiene un doble papel, y Follow The Boys (1944), musical bélico con actuaciones estelares de Marlene Dietrich, Orson Welles, The Andrews Sisters y W.C. Fields.

Pueden encontrar otros títulos sueltos, pero los cofres de Universal y la colección de cortos son suficiente para hacerse una idea global de cómo se las gastaba el gran misántropo, el hombre que odiaba a los niños y a los perros, el actor que un día salió de su camerino preguntando a gritos quién había sido el sinvergüenza que había descorchado su almuerzo.

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