
El fugitivo de Amberes (1955), Miguel Iglesias
Aunque la producción de El fugitivo de Amberes figura a nombre de la firma española PECSA Films, según revela Ramón Espelt en su estudio “Ficció criminal a Barcelona 1950-1963” la financiación del proyecto fue bastante más complicada. El dinero provendría de un industrial mallorquín encaprichado de la actriz Amelia de Castro, en tanto que el francés Georges de Beauregard intervino en la elaboración del reparto –lo que explica la presencia al frente del mismo del suizo Howard Vernon y la francesa Anouk Ferjac-, el rodaje en París y Amberes y el estreno en los Países Bajos y Francia.
Si las locaciones en París y Amberes no ahorran las vistas de lugares emblemáticos, Barcelona no les queda a la zaga. El Barrio Chino, el Tibidabo, el cine Kursaal y la torre del funicular del puerto son escenarios privilegiados de la acción. Los decorados se construyeron en los estudios Orphea de Montjuich. Hay aquí una serie de sótanos donde se desarrolla buena parte de la acción y que dan paso –por fin llegamos a donde queríamos, paciente lector- a las Atracciones Apolo.

Bell Fermer (Howard Vernon) ha robado en París el famoso diamante Woolsey de la princesa Ahmaru. Álex (Luis Inudni), un perista residente en Amberes, se ofrece a comprarlo, pero descubre in extremis que Fermer ha pegado el cambiazo y pretende colarle una falsificación. La banda de Álex persigue a Fermer, que consigue escapar con rumbo a Barcelona en el barco de Max (Joan Capri). En la Ciudad Condal su contacto es Montes (Alfonso Estela), propietario del Baile y las Atracciones Apolo, rebautizadas para la ocasión como “La Bola de Oro”.

Montes pone también como cebo a la bella cantante Carmen (Amelia de Castro). En la torre de Jaume I le confiesa que tiene el brillante y le propone huir juntos. Carmen, que está haciendo un doble juego, informa a Montes, que envía a un sicario para que se cargue a Fermer. La trama continúa enrevesándose más y más hasta que tiene lugar la persecución en la Autogruta, por cuyo túnel Alex persigue a Fermer. Jordán acaba con la vida de Montes y en los brazos de la bella Gisele.
La campaña publicitaria consistió en insertar sueltos en los que se daba cuenta del argumento como si de la noticia de un auténtico robo se tratara. En “El Mundo Deportivo” del 30 de julio de 1955 –dos días antes del estreno barcelonés- se menciona la fuga de Amberes de un conocido ladrón internacional que podría haber escapado en un barco con rumbo a Barcelona. Y así. En “La Vanguardia” del 2 de agosto del mismo año, se alaba la pericia técnica del director y el operador pero se reprocha a la película la falta de rigor en la construcción. “Se inspira en motivos no ya literarios, sino simplemente cinematográficos jubilados ya; se aprecia en ella un indefinible aire de falta de autenticidad y, en suma, la aventura que cuenta se desvanece en. una pura sucesión de episodios más o menos agitados, más o menos tenebrosos, más o menos artificiales, donde no se halla ni la pequeña novedad de una idea distinta ni ese precioso toque humano que puede valorar, y de hecho valora muchas veces, las historias de más corta raíz”.

El fugitivo de Amberes (1955)
Producción: PECSA Films (ES)
Director: Miguel Iglesias.
Guión: Juan Bosch y Miguel Iglesias.
Intérpretes:), Howard Vernon (Bell Fermer), Anouk Ferjac (Gisèle), José Marco (Jordán), Alfonso Estela (Arturo Montes), Amelia de Castro (Carmen), Manuel Gas (el comisario), Luis Induni (Álex, el traficante), Joan Capri (el capitán Max), Emilio Fábregas (Ángel Ferrán), Carlos Ronda (el maitre del Lido), Ramón Vaccaro (Testigo 1), María Cañete (Testigo 3), Jaime Avellán, Leonor Belmonte, Enrique Borrás, Manuel Cobo, Ricardo Fusté, Gloria García, Pepita Güell, Regina Lluch, Olga Lombart, Juan Monfort, Augusto Ordóñez, Luis Parellada, José Manuel Pinillos, Telesforo Sánchez Frías, Enrique Tusquets .
70 min. Blanco y negro.
10 comentarios:
Un filme la mar de disfrutable, gracias al cual podemos conocer quienes no tuvimos la fortuna de hacerlo en persona, aquel mundo subterráneo y mágico que tanto encandiló a Cirlot...
Pues sí, venerable Abuelito. Ahora que el viaje por los parques de atracciones de tres continentes está tocando a su fin (provisionalmente), había que tocar puerto de nuevo en el libro de Juan Eduardo Cirlot donde comenzamos nuestro periplo.
Sus nietos que bien le quieren
Very interesting picture of Apolo original attraction complex.
The original Sala Apolo is still surviving as concert-disco hall, keeping intact all his old splendor, and hosting monthly a beautiful burlesque season.
ciao
Raffaele
solo una observación: las Atracciones Apolo permanecieron activas hasta finales de los años 70 y no 60. Gracias
Gracias por la información.
Quedamos a su disposición
Las atracciones apolo funcionaron hasta finales de los 80, siendo derribado el edificio en 1990.
Incorporamos las indicaciones de nuestros dos anónimos lectores al contenido de la entrada. Muchas gracias por sus aportaciones.
Quisiera concretar respecto a mi anterior comentario, para más datos, que las atracciones míticas del Apolo fueron clausurándose paulatinamente entre finales de los 70 y los primeros 80. Hacia mediados de los 80 fueron substituidas definitivamente por máquinas automáticas, millones, videojuegos etc. Eso sí, a finales de los 80 se clausuraron las instalaciones definitivamente con el posterior derribo del edificio.
el actor telesforo sanchez frias sigue vivo? sino me gustaria saber el año de fallecimiento ,gracias
Estimado amigo:
No hemos podido localizar las fechas de nacimiento ni de fallecimiento del actor Telesforo Sánchez Frías.
Rebuscando en las hemerotecas hemos encontrado, eso sí, que alguien con este nombre y apellidos murió en Cataluña en abril de 1998, a los 89 años. Bien pudiera ser él, pero no tenemos ninguna certeza.
Las bases de datos consignan como su última película Cabezas cortadas, de Glauber Rocha. Es de 1970.
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