4 de septiembre de 2009

El primer film de Bill


Pool Sharks (1915), Edwin Middletown

1915 es justo el año del "boom" de Charles Chaplin. Tan solo un año después de sus primeras películas con Sennet, la chaplinmanía se había extendido como la pólvora por todo el mundo. Había juguetes, muñecos, libros y todo tipo de parafernalia dedicada a la nueva estrella de la pantalla. No es de extrañar pues que en Pool Sharks, la primera aventura cinematográfica de Fields, el cómico modelara su actuación al estilo de Chaplin.

Pool Sharks es una película que podríamos olvidar fácilmente. Fields no está interpretando al personaje que ha ido construyendo sobre los escenarios de todo el mundo y aunque hay algunos detalles que son inequivocamente fieldianos –cuando quita de malas maneras al niño de la mesa o cuando se encuentra una botella de licor–, el corto tiene muchos fallos y una línea argumental que hace aguas por todos lados.

Dos hombres (W.C Fields y Bud Ross) se pelean por la misma mujer, una anodina actriz que ni siquiera aparece en los créditos. Primero se caen de la hamaca y luego derraman sobre el vestido de la dama comida y bebida. A alguien se le ocurre que podrían dirimir sus diferencias en una partida de billar, una excusa perfecta para desarrollar la parte principal del corto.

Fields había desarrollado a lo largo de todos sus años como artista de music-hall un acto de billar que se apoyaba en diferentes trucos mecánicos para que las bolas realizaran efectos imposibles. Hilos invisibles, agujeros ocultos o bordes de la mesa retocados permitían hacer al artista efectos realmente sorprendentes como colocar todas las bolas en las troneras de una sola tacada, golpear una bola y recogerla en su propio bolsillo o hundir el taco en la mesa "por error". En Pool Sharks aparecen algunos de estos efectos, pero como no se podía utilizar la auténtica mesa trucada de Bill, ya que en esos momentos Fields estaba actuando en el teatro, los efectos son realizados gracias a trucos de cámara. Las bolas van y vienen de la tronera en formación militar de un solo golpe hasta que Fields, de nuevo con un solo golpe, las coloca ordenadamente sobre una repisa. Fields aprovecha cada vez que puede para golpear descuidadamente con el taco a su rival hasta que descaradamente empieza a lanzarle bolas. Una de ellas golpea a la dama, que entra furiosa en el cuarto obligando a Fields a huir.

Ese mismo año, Fields protagoniza otro corto, desgraciadamente perdido, dirigido por William "Silent Bill" Haddock, titulado His Lordship's Dilemma, en la que también aparece Bud Ross. Ninguno de estos dos cortos obtiene el favor del público por lo que la carrera fílmica de Fields se interrumpe durante diez largos años, hasta 1925, cuando rueda su primer largometraje mudo: Sally of the Sawdust.


Pool Sharks (1915)
Producción: Gaumont Company (EE.UU)
Dirección: Edwin Middleton
1 bobina, (9 min.) Blanco y negro

4 comentarios:

sganarelle dijo...

Ah, pues a mí me pareció divertida, también es verdad que entra dentro de la categoría "soltamos a los cómicos a que hagan cosas y la monten parda" a lo Mack Sennet (que no es mi tipo de comedia cómica muda, ni de lejos) pero bueno, a mí me parece que W.C Fields y su compañero tienen el suficiente oficio y "encanto" para salir con nota.
Y sí W.C Fields hace de Chaplin pero en 1915 todo el mundo hacía de Chaplin... Stan Laurel y Harold Lloyd lo hicieron también.
Sus artículos son como siempre interesantísimos y parecen que me lean el cerebro, cuando quiero saber algo de un tema, ahí está este blog sacándolo. Mola mucho :)

Sr. Feliú dijo...

Estimado amigo:
Dedicaremos este mes completo a nuestro tío William Claude, así que si de buenas a primeras empezamos diciendo que en su primera aparición en la pantalla está pletórico de arte, gracia e imaginación... ¿qué dejamos para fin de mes?
De "Pool Sharks" nos fastidia, más que nada, la utilización de los trucos en la secuencia del billar. También el abandono de su (ya pulido por aquél entonces) personaje que reencontraremos más adelante.
Gracias en cualquier caso por su comentario en nombre de nuestro anfitrión y en el mío propio

sganarelle dijo...

Ay, yo no quería parecer tampoco despectivo o peleón, perdón, es sólo que me encantan las peleas que se monta W.C.
También me parece que los trucos animados de la mesa de billar son lo peor de la película, cortan bastante el ritmo, pero sobretodo porque no podemos ver los que él solía hacer en el teatro (como se comenta aquí)
Nada, eso, sólo aclarar las cosas.

Por cierto, ¿No se parece el señor Bill de joven a uno de sus continuadores el señor Walter Matthau (también de joven)?

Sr. Feliú dijo...

Estimado sganarelle:
Disponemos de una fotografía que demuestra que Matthau fue abandonado por su auténtico padre, Fields, en una fría noche de invierno a la puerta de un side-show. En cuanto consigamos eludir las implicaciones legales de su publicación lo haremos.
Atte., el abogado de Circo Méliès